Tras asegurarse la titularidad en el Consejo Nuclear, el físico también se hará cargo de la estatal que opera las centrales del país. Encabezó el diseño del nuevo Plan Nuclear Argentino y ahora tendrá la posibilidad de supervisar de cerca su implementación.
El Gobierno apuesta por impulsar el liderzago de la Argentina en materia nuclear y concentra poder en Demian Reidel, quien asumió como nuevo presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA). Su propuesta se destaca por la construcción de cuatro reactores modulares de 300 MW de diseño nacional en el complejo nuclear Atucha.
El proyecto se alinea con el Plan Nuclear Argentino impulsado por el Consejo Nuclear Argentino, organismo que también encabeza Reidel. Sin embargo, el diseño no está completo y solo se conocen los detalles brindados en diciembre por el propio jefe de asesores del presidente Javier Milei.
La gestión de Nucleoeléctrica será clave para garantizar el funcionamiento de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse.
Desde el gobierno señalaron que su designación marca el inicio de una etapa que combinará un enfoque técnico con una visión financiera, en línea con los objetivos de reorganización del sector energético impulsados por el Gobierno. De este modo, Reidel encabezará el directorio de la firma que suma a otros jugadores de peso.
Por un lado, el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Guido Lavalle, que mantendrá el cargo y a la vez asumirá como vicepresidente de Nucleoeléctrica. También asumirá como director el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, Diego Chaher.
El directorio de cinco miembros se completará con el doctor en ingeniería nuclear, Axel Larreteguy, y el ingeniero nuclear Marco Campolonghi. A excepción de Chaher, un abogado sin relación con el sector nuclear, el resto son egresados del Instituto Balseiro.
La gestión de Nucleoeléctrica será clave para garantizar el funcionamiento de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse, en un contexto en el que el suministro eléctrico seguro y confiable cobra especial importancia. La continuidad operativa de estas plantas es fundamental para sostener el aporte de la energía nuclear, que representa aproximadamente el 7% de la matriz energética argentina.
Los desafíos de gestión para Demian Reidel
Reidel cuenta con una trayectoria sólida en áreas de economía y física, formación que le permitirá encarar los desafíos que enfrenta la compañía.
Su perfil combina experiencia académica y participación en organismos públicos, una combinación que fue valorada a la hora de definir su nombramiento, según señalaron desde el oficialismo.

Entre los temas más relevantes que deberá abordar el titular de NA-SA figura la extensión de vida de Atucha I, un proyecto que ya dio sus primeros pasos en diciembre cuando empezó el proceso de descontaminación. También estará bajo su supervisión el avance en los trabajos de cierre de Atucha II, que todavía requiere obras complementarias.
Otro desafío será definir el futuro de Atucha III, la cuarta central nuclear proyectada, cuyo contrato original había sido firmado con financiamiento y tecnología china. Las autoridades actuales revisan los términos de ese acuerdo y exploran opciones alternativas, incluyendo tecnologías occidentales.
En este sentido, una de sus primeras tareas será ordenar los números de la compañía y delinear un esquema de financiamiento que permita sostener las operaciones y los proyectos prioritarios. La búsqueda de financiamiento externo y asociaciones estratégicas figura entre las posibilidades que se analizan.
Por último, el plan de Riedel se concentra en la construcción de reactores modulares pequeños, donde visualiza una oportunidad comercial importante.
“La fase 1 de nuestro Plan Nuclear es el desarrollo de estos reactores. La idea es construir una nueva planta nuclear con cuatro de estos módulos en lo que iba a ser Atucha 3”, señaló en diálogo con los medios.
Sin embargo, el plan para el sector nuclear aún no fue formalizado y solo están los lineamientos generales anunciados por Reidel en diciembre. El desembarco en Nucleoeléctrica podría marcar el puntapié inicial de una propuesta más estructurada.