Las fuertes lluvias y tormentas de nieve incrementaron el caudal de los ríos y la producción de las represas. Así se reemplazó con energía limpia y menos costosa la generación de centrales térmicas.

Mientras sigue pendiente el debate entre Nación y las provincias de Río Negro y Neuquén por el futuro de las centrales hidroeléctricas del Comahue, la generación de energía en todo el complejo hidroeléctrico argentino creció más de un 50% en julio pasado por el impacto de las fuertes lluvias registradas en esa época del año y las semanas previas.

El complejo hidroeléctrico nacional tuvo históricamente un gran peso y solía aportar cerca de un tercio de la energía eléctrica generada en el país. Sin embargo, las sequías de los últimos años impactaron de lleno en su capacidad de generación, lo que forzó a que fuera reemplaza con generación térmica a partir de gasoil o incluso carbón.

Ahora, las fuertes lluvias que -tras la sequía estival- se registraron en las últimas semanas del otoño permitieron que el aporte energético de las represas de todo el país aumentara un 50,5%.

La región del Comahue es el segundo gran motor de la energía hidroeléctrica del país, detrás de los enormes complejos binacionales del Litoral.

El mayor caudal de los ríos permitió que en algunos casos las turbinas llegaran en julio a trabajar hasta un 1.847% más que el año anterior.

Seis son las represas que están montadas sobre los ríos Neuquén y Limay, y desde junio pasado el cambio en las condiciones meteorológicas generado por el paso de un período de Niña a Niño, que en el hemisferio norte se vio traducido en brutales olas de calor, en esta parte del planeta viene generando fuertes tormentas de lluvia y nieve.

Los números de las centrales hidroeléctricas

En julio del año pasado la generación neta de todas las represas hidroeléctricas del país llegó a los 2.474 GWh, mientras que el mes pasado el aporte de las mismas centrales sumó un total 3.712 GWh (+50,5%).

En el país hay 10 grandes centrales hidroeléctricas: 6 ubicadas en el Comahue, 3 en el Litoral y Futaleufú en la provincia de Santa Cruz.

Central Hidroeléctrica Piedra del Águila, centrales hidroeléctricas.
Central Hidroeléctrica Piedra del Águila, sobre el río Limay.

Según consignó Diario Río Negro este lunes, de este total de complejos, las 6 represas que comparten esa provincia y Neuquén fueron las que mostraron este salto marcado en sus caudales, embalses y generación, al punto que en un caso las turbinas trabajaron un 1.847% más que el año pasado.

El mayor aporte de energía hidroeléctrica no pasó inadvertido en el balance final del país, que logró contar tras mucho tiempo con un 30% de su energía eléctrica proveniente de estas fuentes.

Este mayor aporte, permitió que el otro gran foco de la energía del país como es la generación térmica redujera su peso, abaratando el costo y además logrando una electricidad más limpia.

El balance de julio realizado por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) dio cuenta de que la generación térmica redujo su peso un 12,3% en términos interanuales; la nuclear también tuvo un menor aporte por los trabajos de mantenimiento y bajó un 4,8%; en tanto que las energías renovables no tuvieron su mejor mes y también bajaron un 7,3%.

La única fuente de energía que subió en julio fue la hidroeléctrica, que traccionó con tanta fuerza que hizo elevar el total de aportes del país en un 1,5%.

En el balance de los primeros 7 meses del año, la generación hidroeléctrica ha aportado 18.036 GWh, un 27% más que los 14.169 GWh que se habían sumado en el mismo período del año pasado, mostrando que el aceleramiento se ha dado en el último mes, en línea con las fuertes tormentas.

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