Son los principales focos de productividad e inversión en la industria hidrocarburífera. La roca madre norteamericana es superior en la mayoría de los indicadores, aunque hay una excepción. Los principales diferenciadores.
La irrupción de Vaca Muerta revolucionó la producción de petróleo y gas no convencional en la Argentina y se transformó en el principal polo de la actividad en la región. Sin embargo, la roca madre neuquina tiene un competidor que la supera a nivel global: la cuenca del Permian (o Pérmica), ubicada entre el Oeste de Texas y Nuevo México, de Estados Unidos.
Un grupo de operadoras privadas realizó un informe que resalta las diferencias entre ambos yacimientos y da cuenta de las condiciones que favorecen a la industria norteamericana, según informó La Mañana de Neuquén.
La gran diferencia se encuentra en el nivel de desarrollo y volumen de actividad que tiene la formación texana.
Permian aporta casi 6,2 millones de barriles diarios de petróleo, 16 veces más que los 390 mil barriles por día que produce Neuquén.
El no convencional dio sus primeros pasos en territorio norteamericano y desde hace años que Premian es el núcleo productivo de hidrocarburos más importante en el mundo. De hecho, su avance en términos de tecnología y expertise fue clave para allanar la curva de aprendizaje en Neuquén.
Además, la explotación en el yacimiento norteamericano data de principios del siglo pasado y, a día de hoy, cuenta con más de 400 plataformas de perforación activa con inversiones anuales que rondan los 40 mil millones de dólares.
En contrapartida, Vaca Muerta opera con 38 plataformas y, este año recibirá desembolsos equivalentes a 10 mil millones de dólares.
En la actualidad, Permian aporta casi 6,2 millones de barriles diarios de petróleo, 16 veces más que los 390 mil barriles diarios que produce Neuquén, que hoy se encuentra en la marca más alta de su historia.
El recorrido de la industria estadounidense también marca una gran diferencia en términos de eficiencia.
Mientras que la ejecución de un pozo en el yacimiento neuquino demora entre 20 y 30 días, en la Cuenca Pérmica se realizan y entran en producción en un lapso menor a una semana. Asimismo, cada pad en Permian tiene 6 o más pozos, contra los 4 por locación en la zona de Añelo.
Esto se debe a que los equipos que trabajan en el territorio texano son más avanzados, eficientes y demandan menores costos al funcionar a propulsión de gas o estar electrificados.
En ese sentido, el informe subraya que hay más de 100 fracturadores activos en Estados Unidos contra los 10 que operan en la Cuenca Neuquina.
Las tasas impositivas son otro factor que favorece a Permianm donde no se recaudan retenciones y hay una menor necesidad de importar insumos.
En Argentina, por el contrario, la provincia cobra un 8% a las exportaciones y las compras al exterior tienen una recarga del 17,5% de Impuesto País.
En Permian tampoco se aplican impuestos al débito y crédito bancario, ni derechos de importaciones sobre los equipos y repuestos, como sucede en el caso argentino. Mientras que la actividad petrolera norteamericana paga 25% de alícuota de Ganancias, 10 puntos menos que lo que se aplica en Argentina.
Una ventaja para Vaca Muerta sobre Permian
De acuerdo al informe de los privados, Vaca Muerta concentra varios de los pozos más prolíficos del mundo, que incluso son entre un 25% y 30% más productivos que los de la Cuenca Pérmica. Sin embargo, los costos que demanda el desarrollo de las perforaciones es menor en Estados Unidos.
Un pozo no convencional en Texas ronda entre los 10 y 12 millones de dólares, contra los 12 a 14 millones del pozo promedio de Neuquén.
Aunque una situación de coyuntura también inclina la balanza para el lado de la formación neuquina. Hoy, el costo laboral es cuatros veces menor en la provincia patagónica producto de la devaluación del peso en los inicios de la administración de Javier Milei, del 118%, que generó una gran licuación del gasto salarial medido en dólares.
En promedio, un sueldo inicial de un trabajador petrolero en Permian cosecha 85 mil dólares al año, contra los 20 mil dólares anuales que se lleva un petrolero neuquino.
