La moneda digital anunciada por Sergio Massa en el debate presidencial resolvería una dificultad del sector que se acentuó con fuerza en los últimos tiempos.

La tecnología blockchain se consolida en los mercados a partir de la seguridad que ofrece como herramienta digital. Su uso principal se encuentra en el mundo de las criptomonedas, activos digitales que se apoyan en esa tecnología para brindar transparencia en las operaciones y su uso podría llegar a la Argentina.

El tema tomó trascendencia luego de que Sergio Massa, actual candidato a presidente por Unión por la Patria y ministro de Economía, anunciara que, de ocupar el sillón de la Casa Rosada, pondrá en marcha una moneda digital argentina.

“Así como tus hijos plantean en su economía de plataformas la posibilidad de comerciar con el celular o la tarjeta, lo vamos a hacer de manera global para toda la Argentina», aseguró. En ese sentido, adelantó que la divisa virtual ofrecerá una reducción impositiva para quienes la utilicen en sus operaciones económicas, “como una forma de promover la formalidad en las transacciones”.

Esta nueva tecnología monetaria podría eliminar la excesiva circulación de billetes en las estaciones de servicio.

La iniciativa despierta el interés de algunos actores vinculados al sector estacionero, quienes anticipan que podría ser una solución a distintos problemas que afectan al sector. Al mismo tiempo, el uso extendido de una divisa virtual alentaría el desarrollo de una matriz energética más sostenible.

Desde la compañía nacional Mercado de Metales y Futuro S.A., dirigida por Pablo Rutigliano, quien tiene registrado el primer modelo privado de criptomoneda Argentina “Atómico 3”, consideraron que los beneficios de una moneda digital pueden ser posibles desde dos enfoques fundamentales.

Por un lado, esta nueva tecnología monetaria podría eliminar la excesiva circulación de billetes en las estaciones de servicio. La problemática se acentúa bajo el contexto inflacionario dado el elevado precio de los combustibles y la falta de billetes de alta denominación.

“La gestión del dinero en efectivo se ha convertido en un verdadero engorro cotidiano para estas empresas, ya sea por las comisiones asociadas a los depósitos bancarios o la amenaza constante de robos”, señaló al respecto Rutigliano en diálogo con el medio Surtidores.

Por otro, el uso de esta moneda se combinaría de manera eficiente con la creciente movilidad eléctrica, un concepto que ya está ganando terreno en el sector de expendio de combustibles.

Sin embargo, el empresario explicó que, dadas las actuales condiciones económicas y las reservas prácticamente agotadas de divisas, el Banco Central no podría respaldar eficazmente este proyecto.

En ese marco, Rutigliano planteó la posibilidad de respaldar las reservas con productos provenientes de Vaca Muerta, como el petróleo y el gas, que se rigen por los precios internacionales, comparando este enfoque con el respaldo tradicional en oro.

Debate Presidencial, Sergio Massa, Peso digital
La divisa virtual ofrecerá una reducción impositiva para quienes la utilicen en sus operaciones.

En última instancia, el analista económico advirtió que el proyecto gubernamental debe distinguirse de las actuales criptomonedas como el Bitcoin, que, en su opinión, fomentan burbujas especulativas y distorsiones de precios, lo que dificulta su aplicación en productos tan sensibles como los combustibles fósiles.

¿Qué es una moneda digital?

Una Moneda digital de Banco Central (CBDC) sería la evolución digital de una moneda tradicional como es el peso argentino o el dólar. Al mismo tiempo, este activo tiene una diferencia fundamental con las criptomonedas tal como se conocen, y es que las CBDC están centralizadas y bajo el control del gobierno de un país y su Banco Central.

A través de esta herramienta financiera basada en tecnología blockchain, los países son capaces de modernizar los pagos y reducir los costos de impresión del dinero, lo cual puede alcanzar hasta el 1,5% del PIB nacional.

Aunque, por otro lado, con estas monedas digitales, los organismos gubernamentales tendrían un control más estricto sobre el dinero de las personas, al contrario de lo que sucede con las criptomonedas, que son descentralizadas.

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