Establece que la Secretaría de Energía será la encargada de determinar la proporción que le corresponderá individualmente a cada usuario. El texto del artículo que refiere al tema.

El presidente Javier Milei firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que avanza en la desregulación de la economía y con esa orientación, alcanza a los subsidios a las tarifas de luz y gas que pagan los usuarios.

La iniciativa, que provocó una fuerte polémica que se prevé seguirá creciendo en los próximos días, avanza a lo largo de más de 300 artículos sobre muchas regulaciones que ordenan la actividad económica en el país.

Las modificaciones que impuso la nueva gestión de gobierno determina que los subsidios de las tarifas de luz y gas pasarán ahora a ser por un porcentual de los ingresos familiares y se determinarán por usuario.

El Presidente también liberó las exportaciones de hidrocarburos, que hasta ahora requerían una autorización previa por lo que crece la presión para equiparar precios internos con los internacionales, a costa de que ante ese escenario haya desabastecimiento.

El DNU comienza a desarmar el esquema de subsidios energéticos y plantea los primeros lineamientos acerca de cómo se determinará la manera en que se definirá quiénes, cómo y en qué magnitud los conservarán.

Particularmente en lo que refiere al sector energético, el DNU 70/2023 avanza en la derogación de cuatro decretos; una ley y 20 artículos de otra, al tiempo que habilita a la Secretaría de Energía de la Nación no solo a modificar el actual esquema de subsidios a las tarifas de luz y gas natural, sino también a cambiar la forma en la que se los determina.

De acuerdo al texto de la norma, el Artículo 77 fija que se faculta a esa área, que se mantiene bajo la órbita del Ministerio de Economía, a “redeterminar la estructura de subsidios vigentes a fin de asegurar a los usuarios finales el acceso al consumo básico y esencial” de energía eléctrica y de gas natural.

Ya en campaña Milei había anticipado la eliminación de todo el esquema de subsidios, aunque sin dar mayores precisiones acerca de qué manera lo haría ni en qué plazos. Sí, estaba claro, iba avanzar en fuerte ajuste del gasto público con el propósito de reducir el déficit fiscal.

Javier Milei, Eduardo Chirillo, YPF
Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía de la Nación, junto al presidente Javier Milei.

Sin embargo, el DNU 70/2023 avanza un poco más en este sentido y determina que “dicho beneficio deberá considerar principalmente un porcentaje de los ingresos del grupo conviviente, en forma individual o conjunta para la energía eléctrica y el gas natural, a ser establecido por la reglamentación».

«A los efectos de calcular el costo de los consumos básicos -amplía el texto-, se considerarán las tarifas vigentes en cada punto de suministro. A los efectos de implementará la segmentación de la asignación de subsidios a los usuarios y las usuarias de servicios públicos de energía eléctrica y gas natural por red”.

Además, en el decreto que lleva también la firma de todos los ministros del Ejecutivo nacional se fijó que “la referida Secretaría de Energía tendrá facultades para definir los mecanismos específicos que materialicen la asignación y efectiva percepción de los subsidios por parte de los usuarios, determinando los roles y tareas que desempeñarán de manera obligatoria los distintos actores públicos, empresas concesionarias, y otros actores o agentes que integren los sistemas del servicio público de que se trate, en su carácter de responsables primarios”.

El impacto de la quita de subsidios a las tarifas

La consultora Economía & Energía calculó el impacto que tendría en las facturas energéticas la eliminación total de los subsidios, sobre la base del promedio de las facturas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y reveló a cuánto llegarían los aumentos para cada categoría.

En ese sentido, el informe elaborado por la consultora señala que las tarifas de energía podrían aumentar en algunos casos más de un 300%

En el caso de la electricidad, la categoría de altos ingresos (N1) sufriría un ajuste del 125% para pasar de una factura promedio de 10.467 pesos a unos 23.569 pesos. Los N2 de bajos ingresos, por su parte, tendrían una suba del 129% y así, de los 3.970 pesos que abonan en la actualidad en promedio se irían a 9.082 pesos.

En tanto, el segmento de ingresos medios N3 sería el más perjudicado al alinearse con los N1 y tener un recorte total de subsidios.

De este modo, de una factura promedio de 5.518 pesos mensual pasarían a pagar una de 23.569 pesos, un alza del 327% que incluso puede ser mayor para las subcategorías que consumen menos como los R1, R2 y R3.

En tanto en el caso del gas natural, la tarifa de los N1 subiría un 204% para irse de los 4.558 pesos actuales a 13.867 pesos.

El aumento de los N2 sería de 168% producto del salto de los 1.822 pesos que afrontan en este momento en promedio a unos 4.885 pesos.

Nuevamente, los ingresos medios N3 serían los más golpeados con un alza del 336% si es que su factura aumenta de 3.179 pesos a 13.867 pesos como prevé el informe de Economía & Energía.

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