Lo logística de última milla en las ciudades densamente pobladas constituye uno de los desafíos más duros para el sector y los almacenes verticales apuestan a convertirse en una respuesta a medida.
La industria de la logística enfrenta numerosos desafíos a la vez. El del almacenamiento y la optimización de entregas de última milla en las grandes ciudades es uno de ellos.
En un sector en contante cambio y en la permanente búsqueda de soluciones, los almacenes verticales aparecen como una innovadora alternativa para contrarrestar la falta de espacio y la alta (y creciente) demanda que genera el comercio electrónico.
En ese sentido Erick Brunet, director financiero de Newmark, una reconocida compañía que presta servicios inmobiliarios empresarios, afirmó que “el futuro de la industria logística y de distribución está en los almacenes verticales, que se están convirtiendo en la tendencia más innovadora de los últimos tiempos, debido a la falta de espacio y el crecimiento del e-commerce”.
Los almacenes logísticos verticales ofrecen una innovadora solución para los desafíos de última milla en ciudades densamente pobladas.
Brunet destacó que desde hace muchos años se discute qué tan vertical puede ser un edificio destinado a prestar servicios de almacén logístico ya que nadie tiene un estándar de ocupación totalmente verticalizado.
Y explicó que “al utilizar diferentes tecnologías, se puede llegar a ver un edificio con capacidad de estibar más allá de seis o siete niveles robotizados, por lo que el mismo inquilino es quien se encarga de su propio espacio».
A su vez, en Estados Unidos, por ejemplo, el aumento de la demanda del comercio electrónico y la reducción de los días de entrega impulsaron a los constructores de almacenes a establecer espacios compartidos de última milla en áreas metropolitanas densamente pobladas.
“Hoy en día, la forma en que se resuelve la última milla es desde las afueras de las ciudades, que no es la ideal, o también en viejos espacios reconvertidos y clases B o C que están dentro de las ciudades pero que son muy costosos de operar”, explicó el especialista.
Contar con este tipo de espacios de logística y distribución verticales otorga la posibilidad de estar ya dentro de la ciudad y, por la mayor densidad que ofrecen, hacen más rentable la estibación de productos.
“Eventualmente las cosas se van a ir hacia allá cuando se abaraten las estructuras robotizadas y los softwares de administración del inventario, que son complejos», señaló Brunet.
Estos se conocen como Warehouse Management Systems (WMS), y deben ser hechos a la medida de cada edificio dado que todos tienen especificaciones distintas.
Por esa razón se cree que en el futuro, habiendo más demanda de centros de distribución de última milla, el desarrollador apueste cada vez más a estos espacios como coworkings de distribución y almacenaje.
Las ventajas de los almacenes verticales
Brunet destacó los diversos beneficios que trae este tipo de almacenes logísticos.
1. Son más densos porque se está estibando lo más alto que se pueda.
2. Es on demand. No se necesita un espacio completamente asignado, nada más requiere validación que garantice que se cuenta con suficiente área de guardado para colocar el producto.
3. Su ubicación es más cercana al consumidor final. El operador logístico o administrador de última milla puede hacer la distribución.
4. Reduce la huella de carbono de las compañías al estar más cerca de los destinos finales.
“Los almacenes verticales o de varios pisos son el futuro de la logística y la distribución en ciudades densamente pobladas y con espacio reducido, por lo que su implementación representará una transformación de las cadenas de suministro. En América Latina todavía no los veremos en el corto plazo, pero es una tendencia, la más innovadora que ha habido en los últimos años, en el mercado industrial logístico”, concluyó Brunet.
