Desde las delegaciones patagónicas advierten que la falta de fondos amenaza el plan de acción que mantiene los caminos despejadas de nieve, hielo y rocas. Debe iniciarse este mes, pero cuenta con apenas un tercio del financiamiento necesario.

La reestructuración de casi todos los sectores del Estado para disminuir el gasto es una prioridad para el Gobierno y el ajuste en Vialidad Nacional (VN) es uno de los que más ruido viene generando.

Más allá de despidos y retiros voluntarios en distintos secotres, además de la no renovación de contratos a empleados públicos, el recorte de fondos tiene impacto -según vienen denunciando distintos gremios- en el funcionamiento de casi todos los organismos estatales.

En el caso de Vialidad Nacional, desde donde se vienen denunciando dificultades casi en forma permanente, la última novedad está vinculada a un plan clave de cada invierno: el operativo anual que se encarga de mantener despejadas de hielo, nieve y rocas las rutas durante cada invierno. Por falta de fondos, aseguran, su puesta en marcha corre serios riesgos.

La situación aumenta el temor de que la Patagonia se encuentre al borde del colapso en los próximos meses.

De hecho, varios empleados y directivos de VN han expresado su preocupación, coincidiendo en señalar que no se cuentan con las condiciones materiales, presupuestarias y de personal adecuadas para llevar a cabo el Plan Integral de Mantenimiento Invernal (PIMI), más conocido en la región como «Operativo Invernal» o «Plan Invernal».

El propósito principal del operativo es mantener en condiciones aproximadamente 8 mil kilómetros de rutas fundamentales para el transporte nacional e internacional de bienes y personas, así como para el suministro a ciudades y pueblos.

El propósito principal del operativo es mantener en condiciones de tránsito en aproximadamente 8.000 kilómetros de rutas fundamentales para el transporte nacional e internacional de bienes y personas, así como para el suministro a ciudades y pueblos.

Paso Cristo Redentor
En los lugares más ásperos del sur, las temperaturas en algunar rutas llegan a descender hasta los 20 grados bajo cero en las madrugadas de invierno.

Además, busca asegurar un desplazamiento seguro para los turistas y, sobre todo, garantizar la seguridad vial, aspecto crucial en una temporada donde el riesgo en los caminos aumenta exponencialmente por las condiciones climáticas.

Implica una tarea compleja, a partir de la colaboración de diversos organismos a nivel nacional, provincial y municipal, que se planifica desde diciembre y se lleva adelante entre abril y octubre.

Pero según señalan desde el organismo, la prórroga del presupuesto 2023 de Vialidad Nacional, sin actualización alguna luego de un año de altísima inflación, deja al Operativo Invernal con solo un tercio de los fondos que requiere.

Ese desfinanciamiento, aseguran, impedirá adquirir el combustible necesario, y por caso ya hizo fracasar dos licitaciones por 87 y 120 millones de pesos de la delegación de Neuquén para comprar sal, insumo esencial para este operativo.

En qué consiste el Operativo Invernal en las rutas

El operativo, que debería comenzar en este mes de abril, se inicia a las tres de la madrugada con camionetas que recorren cada kilómetro de ruta para verificar su estado y enviar informes a los campamentos base.

Desde allí, a su vez, se realizan los reportes oficiales a los medios de comunicación y a los organismos de seguridad.

Simultáneamente, se despachan enormes camiones barredores equipados con tanques de sal en forma sólida o solución salina. Estos camiones, en caso de heladas, se utilizan para prevenir la formación de hielo o para disolverlo.

Toda la maquinaria y vehículos de Vialidad Nacional sacan la nieve y evitan hielo, pero además trabajan en las rutas cordilleranas cuando se producen desmoronamientos.

En los ”recorridos preventivos” que se llevan a cabo por la madrugada, los trabajadores también hacen de rescatistas en los accidentes viales que suceden la noche anterior.

ajuste en vialidad nacional
Si se corta el Operativo de Invierno por el ajuste en Vialidad Nacional, explican desde el organismo, los riesgos en las rutas serán mayores.

En las zonas más ásperas, como las mesetas centrales, las temperaturas suelen descender hasta los 20 grados bajo cero antes del amanecer durante el invierno.

En estas condiciones, las motoniveladoras entran en acción principalmente en los caminos de ripio cuando el trabajo de los camiones barrenieve no es suficiente o cuando hay una acumulación grande y compacta de nieve.

Trabajadores en alerta ante el ajuste en Vialidad Nacional

Hace algunas semanas, en Chubut, los trabajadores de Vialidad Nacional expresaron su preocupación al declararse en estado de alerta y movilización debido a los despidos y al retraso en el pago de parte de sus salarios desde diciembre.

Además, confirmaron que en la provincia aún no se ha adquirido la sal necesaria para el operativo de invierno, que varios barrenieves están fuera de servicio por falta de repuestos, y que no hay fondos disponibles para comprar los tubos de gas para calefaccionar las casillas móviles donde se alojan los trabajadores durante el invierno.

Los despidos en Vialidad han impactado en todas las delegaciones de la Patagonia, dejando a ciertos sectores -según indican- paralizados.

En Río Negro, por ejemplo, se necesitan 300 trabajadores pero solo hay 140 disponibles, y son más las maquinarias que los conductores y operadores preparados para utilizarlas.

Esta misma situación se repite en Neuquén. En la zona de la Cordillera de Chubut, solo hay siete conductores y operadores de maquinaria, mientras que durante el invierno se requieren al menos 25.

La súbita interrupción del Operativo Invernal también generaría trastornos y peligro para los habitantes de pequeñas localidades, en las que a veces solo la maquinaria de Vialidad puede llegar con ayuda para las familias campesinas o a rescatar a sus animales cuando las fuertes tormentas de nieve dejan a los pueblos aislados.

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