Tras el año de sequía, la cosecha será la segunda más grande y la recuperación se trasladará a la logística del sector, que crecería más de un 70% respecto al año anterior.
La sequía de inicios de 2023 se aleja y se espera una campaña próspera para el agro, con un impacto positivo en el transporte de cargas. Además, este crecimiento proyectado se evidenciará de manera directa en los embarques de exportación en el cordón portuario del Gran Rosario y el Up River de la Hidrovía del Paraná.
Las estimaciones de una temporada positiva se apoyan en la llegada del fenómeno de El Niño, caracterizado por lluvias por encima de lo normal en el norte y centro del país, que se consolidará a mediados de 2024. Así, el escenario anticipado permitirá recuperar los perfiles de suelo necesarios para la próxima cosecha gruesa.
Del total de los embarques esperados para el 2024, el 16% llegará vía ferrocarril, el 0,6% lo hará por barcazas y el 83,4% en camión.
Aparejado al incremento productivo del sector agroindustrial, llegaría una recuperación para la logística de granos en el país, que tendría 41 millones de toneladas más de embarques respecto a la campaña anterior. De esta manera, el volumen transportado crecería cerca de 72% anual.
El gran beneficiario será el complejo portuario del Up River que concentra el grueso de las exportaciones de granos, cereales y oleaginosas impulsando la logística y las industrias de la región. La zona en cuestión se extiende a lo largo de 67 km del Río Paraná entre Arroyo Seco, en el extremo sur de la Provincia de Santa Fe, hasta Timbúes
Este nodo tiene un crecimiento proyectado de casi el 130%, y se alinearía con el promedio de los cinco años previos a la sequía. Así, recuperaría su preponderancia como puerto por donde se embarcan 3 de cada 4 toneladas exportadas de productos agro en Argentina.
Asimismo, se potenciarán los transportes internos que llevan la mercadería desde los campos hacia las industrias y los puertos. Esta logística interna se lleva a cabo principalmente en camiones, trenes y, en menor medida, con barcazas.
Impacto positivo en el transporte de cargas
El crecimiento agroexportador repercute en el transporte interno que traslada la producción hacia el complejo portuario. Del total de los embarques esperados en el año 2024, el 16% llegará vía ferrocarril, el 0,6% lo hará por barcazas y el 83,4% se trasladará en camión.
En concreto, se espera que más de 82 millones de toneladas de la próxima campaña se movilicen con los automotores pesados. Esto representa alrededor de 2.900.000 camiones circulando en el país, lo que implica un aumento del 75% con respecto al año pasado, que equivale a más de 1.300.000 de viajes adicionales.
Este volumen de camiones es una estimación para el total de la campaña para todo el país, incluyendo a los nodos Bahía Blanca, Necochea y los demás puertos del país.
En tanto, las estimaciones para el tren indican que se movilizarán alrededor de 15 millones de toneladas entre granos, subproductos y aceites por esa vía. Esto equivale a más de 330.000 vagones, sumando los arribados tanto a los puertos del Gran Rosario como a Bahía Blanca y Quequén. Esto implica una suba de más del 50% para el transporte ferroviario.
Por último, el flujo de cabotaje de granos transportados por tránsito fluvial movería cerca de 600.000 toneladas en aproximadamente 410 barcazas. De esta manera, este medio crecería más de un 70% y volvería a los niveles a los que se ubicaba en las campañas previas a la gran sequía 2022/23. Y marcaría el fin de un tiempo de fuerte retroceso para el sector.
