Luego de los despidos, las constructoras acordaron seguir pagando el 80% del sueldo a los trabajadores a la espera de que el proyecto paralizado en diciembre no se caiga. Qué hace falta para reiniciar las tareas.

La construcción de las represas de Santa Cruz tuvo un principio de año marcado por conflictos sindicales, falta de financiamiento chino y la paralización total de los trabajos. El punto más crítico de la iniciativa tuvo lugar hace un mes, con el despido de 1.800 trabajadores por parte de las empresas a cargo de la ejecución de un proyecto estratégico para la provincia.

Sin embargo, hubo novedades positivas en la última audiencia de conciliación obligatoria convocada en en la Casa de Santa Cruz de la CABA. Allí, se reunieron para destrabar la situación de los trabajadores de la obra todas las partes involucradas: la unión transitoria de empresas (UTE) a cargo del proyecto, autoridades de Enarsa y de la provincia patagónica, y representantes de las entidades gremiales.

Mientras se define el futuro del proyecto, los trabajadores están en sus casas cobrando el 80% de sus quincenas.

En ese marco, se llegó a un acuerdo para prolongar la conciliación obligatoria de modo de continuar la negociación, y encontrar la manera de que se reactiven los trabajos tras el receso invernal. Además, la empresa energética nacional será comitente de la UTE a pedido de todas las partes.

 “Más allá de la postura caprichosa de Electroingeniería, socio minoritario de la empresa china que integra la Unión de Empresas Transitorias (UTE) Represas Patagonia, que intenta constantemente escudarse detrás de los trabajadores, se decidió de común acuerdo extender la conciliación obligatoria”, subrayaron desde el Gobierno de Santa Cruz.

En esa línea, se mostraron optimistas de que el proyecto siga activo y los trabajos se reanuden. “El panorama que nos deja esta audiencia es alentador, ya que se vislumbra la reactivación de la obra tras el receso invernal”, remarcaron.

Mientras se define el futuro del proyecto, los trabajadores están en sus casas cobrando el 80% de sus quincenas. La semana pasada se acreditó el último pago del convenio inicial y fue un alivio para los obreros que se haya extendido el período de negociaciones.

Construcción de las represas de Santa Cruz
En marzo la UTE despidió a 1800 trabajadores por la falta de actividad.

El Ejecutivo Provincial fue representado por los ministros de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Gutiérrez; y de Energía y Minería, Jaime Álvarez. Además, participaron miembro de las organizaciones gremiales UOCRA y UECARA, y directivos de las empresas.

¿Cómo están las obras de las represas de Santa Cruz?

El proyecto consiste en la construcción de dos represas hidroeléctricas a cargo de la UTE conformada en un 54% por la china Gezhouba, un 36% por Eling Energía (antes llamada Electroingeniería) y el 10% restante corresponde a la mendocina Hidrocuyo. Pero un problema con el financiamiento dejó los trabajos a la vera del Río Santa Cruz paralizados desde el 18 de diciembre.

Hasta esa fecha, las obras avanzaron de manera dispar y registrando distintos grados de avance. La central Jorge Cepernic, que antes se llamaba La Barrancosa, tiene un avance de obra de 42%, y cuenta con un grupo de trabajadores que están nucleados en la UOCRA. Mientras que la represa Néstor Kirchner, tiene un avance del 20% y no cuenta con trabajadores activos.

Si bien en octubre del año pasado se anunciaba la llegada de la segunda turbina para la central Jorge Cepernic y componentes electromecánicos para la represa Néstor Kirchner, finalmente eso no sucedió. Los obreros pensaban que el parate estaba vinculado a las fiestas de fin de año, pero la espera se prolongó más de lo esperado. La inversión china que se había anticipado en ese mismo mes, tampoco se había concretado y el proyecto quedaba virtualmente desfinanciado.

La inciativa ya sufrió un período de incertidumbre similar cuando asumió Mauricio Macri y la obra estuvo paralizada durante seis meses. Luego se reactivó y los trabajos siguieron su curso normal, escenario que -se espera- vuelva a repetirse.

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