La actualización en las facturas responde a los componentes de transporte y distribución. Los dos conceptos se habían mantenido sin ajustes durante los últimos cuatro meses para contener la inflación.
Agosto llega con un nuevo aumento de luz y gas, que ronda el 4%. Si bien aún no se publicó la resolución en el Boletín Oficial, la medida está tomada y el impacto se visualizará en los consumos del mes, en futuras boletas.
El incremento se aplica a los componentes de transporte y distribución que habían sido congelados por el Ministerio de Economía hace cuatro meses con el objetivo de moderar la inflación y mantener el superávit fiscal, en un contexto en el que la ola polar anticipada que atravesó el país desde mayo, llevó la demanda de energía a niveles muy altos.
El aumento en dos componentes que no están alcanzados por los subsidios del Estado se reflejará en las facturas de todos los usuarios: los de niveles altos, medios y bajos.
Ya pasado el frío más crudo y debido a que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para julio se estima por debajo del 4%, el gobierno decidió avanzar con una nueva actualización en las boletas y reducir el atraso tarifario. Según consultoras privadas, la inflación del último mes se ubicará entre el 3,5 y el 3,8%.
Un aumento de luz y gas para todos los usuarios
Las tarifas que pagan los usuarios se componen de cuatro ítems: el costo de la energía, el transporte, la distribución y los impuestos. Los subsidios del Estado se aplican sobre el primero de esos componentes, por lo cual el nuevo aumento se reflejará en igual proporcion en las facturas de todos los usuarios.
El esquema de aportes vigente desde 2022 divide a los hogares en tres categorías según sus niveles de ingresos: altos ingresos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). Según los últimos datos oficiales, hay 5,3 millones de hogares en la categoría N1, 8 millones en la N2 y 2,7 millones en la N3.
En ese marco, desde Nación determinaron extender hasta el 4 de septiembre el plazo para que los usuarios de tarifas sociales de luz y gas se inscriban en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y así mantener la ayuda estatal para los sectores de menores ingresos. Quienes no se inscriban serán categorizados como N1.
Esta medida fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, y permitirá que 1,7 millón de personas que tenían tiempo para completar el RASE hasta el 4 de agosto ahora puedan hacerlo dentro de los próximos 30 días. La inscripción es clave para morigerar el impacto en los bolsillos de los usuarios luego del fuerte salto con respecto al año pasado.
De acuerdo al Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet, una familia del AMBA que no recibe subsidios pagó en julio una factura de gas natural 1.208% más alta que en diciembre debido al aumento de tarifas en abril y junio, además del consumo estacional por el pico invernal. A su vez, el gasto en transporte aumentó 410%, en agua 249% y en energía eléctrica 229%, según el estudio.
Cómo anotarse para los subsidios
Los usuarios residenciales deben completar una declaración jurada para inscribirse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Si ya realizaron el trámite previamente, tienen la opción de actualizar la información.
Es esencial tener a mano ciertos datos antes de comenzar: el número de medidor y el número de Cliente, Servicio, Cuenta, Contrato o NIS que se encuentran en la factura de energía eléctrica y gas natural por red; el último ejemplar del DNI; el número de CUIL de cada integrante del hogar mayor de 18 años; los ingresos de bolsillo de cada integrante del hogar mayor de 18 años; y una dirección de correo electrónico.
La inscripción en el RASE es fundamental para garantizar que las familias que realmente necesitan los subsidios puedan seguir recibiéndolos. No completar este proceso puede llevar a un aumento en las tarifas de servicios públicos muy pronunciado.
