La Cámara Argentina de Empresarios Mineros advirtió que la producción de oro y plata, que representa el 80% de los ingresos del sector minero está amenazada por distorsiones ajenas al sector.
La secretaria de Minería de la Nación, Fernanda Ávila, se mostró entusiasmada días atrás en el marco de la edición 2023 de la Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC), con la capacidad de desarrollo del sector minero en la Argentina y aseguró que nuestro país podría en los próximos años quintuplicar sus exportaciones mineras en general y hasta sextuplicar las de litio en particular.
Ávila señaló ante inversores y compañías multinacionales reunidas en la ciudad canadiense de Toronto, que el desarrollo de la actividad minera promete impulsar el crecimiento económico y transformar la matriz productiva del país.
Sin embargo, tras el encuentro, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) advirtió que en la actualidad no todo es color de rosa en el sector y que es necesario apuntalar un sector clave para la economía nacional por su capacidad para generar divisas y puestos de trabajo. En ese sentido señalaron que la suba de los costos en dólares y las trabas a las importaciones están impactando de lleno en la actividad.
De acuerdo con la CAEM las consecuencias de estas distorsiones que enfrenta la industria minera ya pueden notarse con claridad en la inexistencia de nuevos proyectos productivos. Por caso señalaron que la producción de oro y plata podría entrar en breve en un franco declive.
Se trata de una producción clave para el sector minero pero también para la Argentina. El oro y la plata representan casi el 80% de las exportaciones mineras del país y es a su vez uno de los tres únicos sectores productivos que en 2022 generaron ingresos netos de divisas al país, por su balanza comercial claramente exportadora.
La minería es uno de los tres únicos sectores productivos que en 2022 generaron ingresos netos de divisas al país.
Entre las causas que subyacen detrás de este declive productivo, la CAEM señaló que se encuentran el permanente incremento de los costos en dólares, la disparidad de tipos de cambio y las dificultades en la provisión de insumos importados.
A esto se suma que la mayoría de los proyectos en producción se encuentran en etapa madura, y por tanto, conllevan mayores costos de explotación, a lo que indefectiblemente se le suma la merma del contenido metálico del mineral extraído que deviene de la madurez de estos yacimientos.
Así señalaron que de no mediar respuesta alguna en el corto y mediano plazo es de esperar un declive de la producción de los proyectos metalíferos de oro y plata, el adelantamiento de la finalización de la vida útil de los yacimientos ya en explotación y la disminución en la incorporación de cualquier nuevo proyecto.
Sin nuevos proyectos en el horizonte
Hoy la Argentina no tiene ningún yacimiento de oro en construcción ni en etapas avanzadas (factibilidad y prefactibilidad). Esto significa que puede pasar hasta una década para que Argentina tenga un nuevo proyecto de oro en producción activa.
En cuanto a la plata, hay un solo yacimiento en construcción, ya que a este mineral se le suma la prohibición para la producción en provincias que cuentan con reservas de escala mundial.
En el marco de la PDAC, los representantes de la CAEM transmitieron esta preocupación a funcionarios nacionales y provinciales quienes se comprometieron a buscar una solución que permita revertir esta tendencia negativa que atraviesa el sector.
A la merma en el ingreso de divisas que significaría una caída en la producción de oro y plata y que tanto necesita la Argentina, se suma el impacto social. Se trata de un sector que genera casi 100 mil puestos de trabajo allí donde no llegan otras industrias productivas y que motoriza una importante cadena de valor compuesta principalmente por pequeñas y medianas empresas nacionales.
