Según un informe presentado ante las Naciones Unidas para el período 2010-2020, representó el 45% del total país. La actividad de Vaca Muerta y las energías renovables fueron clave. Qué actividades las incrementaron.
En los últimos años, la Argentina redujo su nivel de emisiones de gases de efecto invernadero y una de los factores que más influyeron fueron el fuerte incremento en términos de generación eléctrica vía fuentes renovables y el impulso en la producción de gas de la mano de la actividad en Vaca Muerta.
De acuerdo a la última presentación del Quinto Informe Bienal de Actualización de la República Argentina (IBA 5) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el país tuvo una baja de 7 puntos porcentuales en la participación del sector sobre el total de emisiones a nivel nacional.
El informe presentado por la Argentina, incluye dentro del segmento “energía” a dos grandes categorías: “actividades de quema de combustibles” y “emisiones fugitivas”.
Según el documento, que data del 2020 y abarca toda la década, la generación de energía fue responsable del 45% de la contaminación ambiental, mismo porcentaje que el segmento de la agricultura, ganadería y silvicultura, tres sectyores a los que anteriormente superaba. Con un poco menos del 10% quedaron las categorías de procesos industriales y residuos.
A pesar de que el año del estudio (2020) fue muy atípico como consecuencia del aislamiento en el marco del COVID-19, los datos señalan una clara tendencia declinante desde el 2016 con una caída del 3,1% anual acumulativo.
El informe presentado por la Argentina, incluye dentro del segmento “energía” a dos grandes categorías: “actividades de quema de combustibles” y “emisiones fugitivas”.
Las primeras se encuentran fuertemente concentradas en la emisión de CO2 como consecuencia de la quema de combustibles, tanto para generación eléctrica como en refinación, así como también derivadas de la utilización del transporte y del uso comercial y doméstico de los servicios energéticos.
Sistemas para capturar gases de efecto invernadero
En ese sentido, varias operadoras que trabajan en el yacimiento neuquino pusieron en marcha sistemas de venteo que utilizan el excedente que se genera en los pozos.
Además, el crecimiento de la infraestructura para movilizar el gas disminuye la necesidad de quemarlo, y baja el impacto ambiental de la actividad en su conjunto.
Pero principalmente ha crecido el uso de este recurso y de las energías renovables en vez de los combustibles líquidos. El informe sostiene que el descenso se justifica “gracias a la mayor utilización de gas natural y una mayor penetración renovable en la matriz eléctrica”.
Desde 2015 en adelante, cuando comenzó el auge de la Cuenca Neuquina y los costos de la tecnología renovable comenzaron a disminuir, la tasa de caída de emisiones fue del 3,6% anual.
Por el contrario, el sector agropecuario registró en 2020 un importante incremento respecto de los años previos con un salto del 59%.
“El sector ganadero es el que registra el mayor nivel de emisiones sobre el total. Sin embargo, debe destacarse un estancamiento en el nivel de emisiones en los últimos años, producto de la contracción del stock ganadero”, subraya el reporte.
Del mismo modo, los residuos también aumentaron en 2020, una tendencia que se observa desde el 2010 a una tasa anual acumulativa del 2,3%.
“Las emisiones del sector “residuos” alcanzaron la mayor participación sobre el total en el año 2019 (5,3%) y registraron una tasa anual acumulativa de crecimiento del 2,1% desde comienzos de la década de 1990”, detalla el texto.
En este sector, el metano alcanza una participación del 94% como consecuencia de la descomposición de residuos y la consecuente emisión de gases en dicho proceso.
