A pesar de la inflación mensual y del acuerdo con el gobierno la petrolera de bandera no modificó el valor de los combustibles este mes. El segmento tenía pautada la suba del 4%.

Pasó la mitad de mayo y a pesar de que se anticipaba el aumento de la nafta acordado por el Programa Precios Justos, este aún no llegó. Desde YPF señalaron que aún no es necesario realizar el ajuste y que los valores no están atrasados. Cabe señalar que la semana pasada la compañía bajó el precio para el barril criollo.

De esta manera, la empresa mantiene su postura alineada con el gobierno como parte de la estrategia inflacionaria. Sin embargo, la medida (o ausencia de tal) llegó como sorpresa al sector ya que se esperaba que se aplicara el incremento del 4% acordado por la segmentación incluida en el programa del cual el combustible forma parte desde abril.

La decisión de mantener los precios por parte de la compañía de más injerencia sobre el sector generó disconformidad en sus competidoras

Mas aún si se tiene en cuenta que el último mes tuvo una inflación del 8,4% según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, el sector de las naftas ha registrado algunos incumplimientos en varias provincias del país con subas que llegaban hasta a duplicar la pauta estipulada.

En el marco de la presentación del balance de YPF, Alejandro Lew, CFO de la empresa se refirió a esta situación y argumentó que, “la brecha entre los precios de los combustibles locales y la paridad de las importaciones se redujo a un promedio de alrededor del 20% en el primer trimestre”.

Combustibles, precios
Las refinadoras esperan que se efectúe la suba por parte de la petrolera nacional.

Esta tendencia continuó el mes pasado, cuando se redujo la brecha aún más y llegó aproximadamente al 15% en abril, “y más recientemente, durante los primeros días de mayo, a un descuento menor de alrededor de 10% a raíz de la continua tendencia general a la baja de los precios internacionales”, agregó Lew.

La postura de otras refinadoras

La decisión de mantener los precios por parte de la compañía de más injerencia sobre el sector generó disconformidad en sus competidoras, que vinculan la resolución de YPF con su decisión de negociar a la baja el precio del barril local de crudo de hace unos días. Cabe recordar que, el valor del barril para el mercado interno pasó de 66 dólares a 62.

Esa determinación permite que el principal y más básico insumo para el abastecimiento se consiga a un precio más accesible y funciona para compensar en cierto grado los atrasos en las bocas de expendio. Esta medida fue recibida positivamente por las demás refinadoras, pero aún así estas esperaban el aumento mensual.

Además, algunas competidoras consideran que mantener los precios responde a una motivación política, descreen que los números cierren y que la versión de YPF de que no se precisan subas y que los números cierran no es acertada. De hecho, algunas empresas tildan a la situación del rubro como crítica.

La problemática principal para las refinadoras es la combinación entre la inflación general y la devaluación monetaria ya que el costo principal es la compra de crudo en dólares. A lo que se le suma el costo logístico, que viene subiendo por encima de la inflación. Y apuntan a que la inflación es mayor a la pauta que se acordó por Precios Justos.

Actualmente, desde el sector esperan que YPF decida aplicar el aumento de mayo, para que el resto de los actores puedan subir sus precios. Las demás refinadoras pueden realizar aumentos propios, pero quedarían en desventaja competitiva con la petrolera nacional y sus precios más bajos.

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