Energía definió con la empresa de transporte y varias distribuidoras poner en marcha transformadores de reserva en puntos críticos del sistema eléctrico. De acuerdo a las proyecciones, faltarán entre 1.000 MW y 2.500 MW para cubrir la demanda en los picos de consumo.

Con la llegada del verano y el aumento previsto en el consumo eléctrico, el gobierno le empieza a dar forma al plan para reducir el riesgo de cortes de energía durante los picos de demanda.

En este marco, la Secretaría de Energía acordó con Transener —principal empresa de transporte eléctrico en alta y media tensión— y con las distribuidoras Edesur, Edenor, EPEC, EPESF y DPEC, la implementación de cuatro transformadores de reserva en zonas críticas del sistema eléctrico.

Los transofmadores de reserva son equipos diseñados para activarse en momentos de alta demanda.

Estos puntos, ubicados en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Corrientes, concentran más del 60% de la demanda nacional. El objetivo es contar con estos equipos listos para operar en caso de emergencia.

La posibilidad de que haya cortes de energía a principios de 2025 ya fue reconocida por las autoridades oficiales y coincide con las proyecciones de los analistas del sector. Desde CAMMESA se estimó un déficit de 1.000 MW en los auges de consumo (unos 30.700 MW), pero según un informe de la Fundación Encuentro, ligada al Frente Renovador, la escasez de generación podría generar una falta sensiblemente mayor, de al menos 2.500 MW.

En cualquier caso, el déficit se atribuye a varios factores, como la limitada capacidad de exportación de energía de los países vecinos debido a sequías y altas temperaturas, la indisponibilidad de la central nuclear Atucha I hasta 2027, entre otras cuestiones que las altas esferas del Ejecutivo le adjudican a la gestión anterior, mientras a la inversa se señala falta de inversión y la baja de varias licitaciones en marcha para incrementar la generación.

El acuerdo con Transener para prevenir cortes de luz

Según el convenio, los transformadores de reserva se colocarán en ubicaciones estratégicas: uno de 800 MVA en Ezeiza (Buenos Aires), uno de 300 MVA en Malvinas Argentinas (Córdoba), otro de 150 MVA en Romang (Santa Fe) y uno adicional de 300 MVA en Paso de la Patria (Corrientes).

 Se trata de equipos de rápida conexión y propiedad de Transener, diseñados para activarse en momentos de alta demanda, especialmente durante los días más calurosos, cuando el uso de sistemas de refrigeración eleva considerablemente el consumo de energía.

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El área energética del gobierno cerró un acuerdo con Transener.

El acuerdo incluye una compensación económica para la firma por el uso adelantado de estos transformadores, equivalente al costo de un equipo de 300 MVA. Asimismo, las distribuidoras se comprometieron a reponer estos equipos y a aumentar la capacidad de transformación a largo plazo, lo que implicará la adquisición de nuevas unidades.

 El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) supervisará el cumplimiento de los compromisos asumidos, sin aplicar sanciones a Transener por fallas durante este período de contingencia, dado que se les exige mantener operativos estos equipos de manera continua.

A pesar de estos esfuerzos, el sistema eléctrico argentino enfrenta desafíos adicionales. El eventual déficit de 2.500 MW equivale al consumo total de unos 3.125.000 hogares durante las horas de mayor demanda o al consumo conjunto de los grandes usuarios de electricidad y de distribuidoras clave como Edesur, Edenor y las distribuidoras del NOA y NEA.

Este dato subraya la magnitud del desafío que enfrenta el sistema eléctrico argentino y la importancia de una planificación robusta para asegurar el suministro en los próximos años.

Además, la reciente decisión del gobierno de Javier Milei de cancelar la adjudicación de 3.000 MW térmicos a gas natural, correspondiente al Programa TERCONF, ha despertado preocupación.

Esta potencia, que habría contribuido a cubrir parte del déficit, no estará disponible este verano y podría afectar la disponibilidad energética en los próximos años, debido a la falta de licitaciones de nueva potencia térmica y obras de transmisión.

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