En el fondo del mar se forman nódulos de metales que son el sueño de cualquier geólogo e impulsan la minería submarina: tienen cobre, níquel, oro, cobalto y otros minerales críticos. Dudas por el impacto ambiental y el reparto de las ganancias.

La minería submarina parece extraída de un mundo de ciencia ficción, pero es una realidad que ocupa la agenda de inversionistas y Estados. Obtener minerales del lecho de los océanos es posible y no solo eso, existe un tipo de recurso cuya extracción resulta simple y, según todos los cálculos, muy rentable.

Esto se conoce desde hace unos 60 años, pero recién ahora, con el boom de la necesidad de metales para la transición energética, los tiempos se aceleran.

Hoy los Estados y las empresas se encuentran frente a un momento bisagra. Los recursos minerales submarinos existen y lo comprueban más de 15 años de exploración. Se pueden obtener con un proceso simple que, según parte de los autores, tiene menor impacto en el ambiente.

Esto se debe a que en el fondo del mar se generan nódulos polimetálicos, unas rocas del tamaño de una papa que parecen ser la solución a la coyuntura mundial porque tienen todos los metales de transición. Las exploraciones determinaron que se pueden encontrar cobre, oro, níquel, cobalto, litio, hierro y manganeso en concentración que, en superficie, serían el sueño de una exploración minera.

Pero la mayor parte del mineral del que hay conocimiento está en mar internacional, esto quiere decir en las zonas submarinas que no pertenecen a ningún país en particular, sino que son patrimonio de la humanidad. Esto implica que los Estados deberán ponerse de acuerdo en cómo harán para extraer estas riquezas, a quién le pagarán las regalías, cómo se autorizarán los procesos.

Minería submarina
La minería submarina, un proceso que todavía está en sus primeros desarrollos.

Y en esta discusión, Argentina está presente. Lo que negocian hoy los distintos países es que si en uno o dos años, como se calcula, empieza la minería en los mares, no solo llegue parte de esa riqueza al país, sino que no cierre las puertas a la producción en los continentes.

En la otra vereda, en tanto, las dudas sobre el impacto ambiental de los trabajos en el lecho marítimo siguen siendo un aspecto a considerar si la magnitud de la actividad crece.

Cómo se hace minería submarina

Obtener minerales del fondo del mar no requiere de perforaciones, voladuras u otros métodos que mueven grandes volúmenes de tierra. Esto se debe a que los nódulos polimetálicos se encuentran en el lecho marino, suelos y solo es necesario extraerlos.

La mayor parte del mineral del que hay conocimiento está en mar internacional, esto quiere decir en las zonas submarinas que no pertenecen a ningún país en particular, sino que son patrimonio de la humanidad. Esto implica que los Estados deberán ponerse de acuerdo en cómo harán para extraer estas riquezas, a quién le pagarán las regalías…

Son un tipo de roca que se forma cuando una partícula orgánica, como puede ser un diente de tiburón, se deposita en el fondo del agua. Los metales solubles comienzan a depositarse alrededor y se forma algo similar a una perla, solo que, en este caso, de capas concéntricas de metales.

El grueso del material es hierro y manganeso, pero algunas muestras arrojaron un 1% de cobre, que es el doble de lo que tienen en sus mejores zonas los yacimientos continentales.

Las muestras arrojaron también niveles altos de níquel, cobalto, tierras raras y oro, que son considerados minerales críticos en la actualidad por su uso en baterías y la transición energética.

Las altas concentraciones de metales son un gran punto a favor para la minería submarina. A esto se suma que para extraerlos solo se utilizan robots que hacen un proceso de dragado: la máquina desciende, absorbe los nódulos y parte de arena y luego se devuelve esta última con agua.

La concentración de los metales se hace en superficie, por lo que no se utilizan reactivos ni químicos en el agua, solo una manguera que aspira las “papas” metálicas.

En cuanto al impacto ambiental, los nódulos están presentes en las llanuras abisales, que son las zonas de mayor profundidad de los océanos. Se trata de grandes extensiones planas entre los 3.000 y 6.000 metros de profundidad.  

San Juan, Energías renovables
La minería submarina podría poner en jaque algunos proyectos continentales.

En principio, los estudios arrojan que no habría daños de gravedad debido a la actividad, ya que no se trata de prácticas de gran intervención y son zonas donde la fauna y flora es escasa, aunque los reparos de distintas organizaciones persisten. 

La disputa por las ganancias de la minería submarina

La exploración de las llanuras abisales empezó hace más de 15 años. En la década de los 90, cuando la necesidad de minerales empezaba a crecer la comunidad internacional retomó los estudios que en los 60 habían descubierto los nódulos polimetálicos.

Fue en ese momento en que se creó la Autoridad de Fondos Marinos, que tiene como objetivo regular la extracción de minerales en aguas internacionales.

El criterio de los países mineros de Sudamérica es definir que la tributación sea simétrica a la tributación de las mineras que operan en territorio firme”, señala Traian. La idea es equilibrar la minería submarina para que no se produzca un descalabro en el mercado internacional de minerales

Esta institución, que es parte de la ONU y tiene sede en Jamaica, está integrada por la mayoría de los países del mundo y fue la primera que generó un código con el que iniciaron las exploraciones algunas empresas.

Esta actividad se puede hacer a través de concesiones de zonas, que no deben ser áreas protegidas, y tiene aproximadamente 15 años de permiso para extraer muestras en pequeñas cantidades.

Hay decenas de empresas explorando los fondos marinos en la actualidad y algunas ya están por cumplir este plazo, por lo que deberían iniciar la explotación con fines económicos, o dejar las zonas.

Pero todavía no existe un código minero que le dé marco a cómo serían las tareas de la minería submarina. Además, hay todavía un acuerdo clave que falta cerrar: cómo van a tributar los minerales obtenidos.

Litio, Minería, Chile
Argentina es un país clave en la transición energética global, con fuertes reservas de litio y cobre.

Si el código no está listo para fines de este año, las empresas que presentaron pedidos de explotación se considerarían con “habilitación provisoria” por lo que el debate entre naciones parece encendido.

Los mares internacionales son considerados patrimonio de la humanidad, por lo que lo que obtengan las empresas deberá pagar a los países que integraron el convenio que dio forma a la autoridad. Entre estos está Argentina, por lo que toda la explotación de minerales crearía divisas al país, sin importar dónde se estén efectuando.

Países como Francia, España, Alemania, Suiza y naciones de fuerte peso minero como Chile y Canadá pidieron una “pausa precautoria” para analizar el impacto ambiental antes de avanzar con el código y los permisos. En la vereda de enfrente hay otros gigantes de peso, principalmente China, India y Rusia.

Por eso hay autoridades nacionales, de parte de la Cancillería, que participan en estos debates. Por un lado, deben definir qué porcentaje pagarán las mineras marítimas. Por otro, existe una presión de parte de los países mineros para que la extracción de nódulos no genere una sobre demanda y termine reduciendo la rentabilidad y afectando a la explotación en el continente.

Eduardo Traian, secretario ejecutivo de la Comisión Administradora del Tratado de Complementación Minera entre Chile y Argentina, quien viene trabajando la temática junto con Cancillería, explicó cuáles son las intenciones de la región en esto.

Países como Argentina, Chile, Perú y Bolivia apoyan su economía en la minería continental. Si el desarrollo de proyectos marítimos avanza y copa el mercado, el impacto sería muy grave para la región.

En la actualidad, países como Francia, España, Alemania, Suiza y naciones de fuerte peso minero como Chile y Canadá pidieron una “pausa precautoria” para analizar el impacto ambiental antes de avanzar con el código y los permisos. En la vereda de enfrente hay otros gigantes de peso, principalmente China, India y Rusia.

“Hoy se analizan dos esquemas, uno de regalías de dos pasos, que iniciaría los primeros 5 años pagando el 6% y luego el 12 o 14% y también está una alternativa, que apoya Argentina, de que sea regalías más un impuesto a las ganancias”, explicó Traian.

“El criterio de los países mineros de Sudamérica es definir que la tributación sea simétrica a la tributación de las mineras que operan en territorio firme”, agregó. La idea es equilibrar la minería submarina para que no se produzca un descalabro en el mercado internacional de minerales. “El código todavía está en negociación y se buscan vallas de contención para los países productores”, explicó.

Una oportunidad en la plataforma argentina

Por el momento, la discusión tiene que ver con los proyectos en mar internacional, pero aplicar esta minería en las plataformas continentales de cada país también es un proceso avanzado. Noruega se convirtió, en los primeros meses de 2024, en el primer país que permitió la extracción con fines comerciales de minerales de sus mares.

Además, los países pueden concesionar extensiones sin pedir permiso internacional para exploración.

Argentina tiene una plataforma continental extensa, pero el nivel de conocimiento que hay sobre la geología submarina es todavía bajo. Traian destacó que existe un organismo nacional que estudia toda el área submarina, pero que no tiene participación de la Secretaría de Minería.

A la vez, hay un solo registro de una zona que tiene nódulos para minería submarina, pero esta se encuentra cerca de las Islas Malvinas. Esto plantea un problema por los conflictos de soberanía que tiene el país con Reino Unido. Brasil es el vecino más cercano con exploraciones del fondo marino, aunque no se conocen los resultados.

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