En el mundo crece la urgencia por abastecer las industrias con cobre y los proyectos argentinos, aunque incipientes, movilizan al sector de energías, industrias, otros tipos de minería y hasta inversiones científicas.

Argentina no es todavía un país productor de cobre, incluso, para su desarrollo industrial necesita importar este metal. Pero la expectativa de que esto cambie en los próximos años ya moviliza a inversores e industrias, que se preparan de cara a un nuevo escenario.

Existen al menos 8 proyectos de cobre avanzados en distintas provincias y si bien solo uno se encuentra en preconstrucción, otros se alistan para poder cumplir con las necesidades del sector.

Alrededor del potencial del cobre están creciendo otras industrias mineras: llegan inversiones extranjeras más allá de las relacionadas directamente con la exploración, se suman proveedores, y esto eleva la expectativa en el sector energético.

Pero hay un factor determinante a tener en cuenta: producir cobre es un desafío de una escala mayor a la de la minería que viene realizándose hasta ahora en el país. Una mina requiere a su alrededor de infraestructura, insumos nuevos o incluso los existentes, pero en mayor volumen.

Parte del desafío para producir cobre es que el país esté listo para cuando uno o más proyectos inicien la extracción, o incluso antes.

El geólogo Mario Hernández, quien fue parte del proyecto de cobre catamarqueño MARA y hoy se desempeña dentro de Los Azules, en San Juan, aseguró en diálogo con Dinamicarg que el derrame de la producción cuprífera crecerá próximamente, pero que también ya viene movilizando áreas de la economía.

Proveedores e industrias relacionadas al cobre ya amplían su producción

En los últimos dos años el cobre ganó terreno lentamente en la discusión de un futuro minero para el país. San Juan, Catamarca y Salta fueron las primeras provincias en poner el tema en la agenda pública, debido a que tenían exploraciones avanzadas.

Producir cobre es un desafío de una escala mayor a la de la minería que viene realizándose hasta ahora en el país. Una mina requiere a su alrededor de infraestructura, insumos nuevos o incluso los existentes, pero en mayor volumen.

Mientras el litio se convertía en titular en otras regiones, multinacionales afianzaron sus inversiones, todas por cientos de millones de dólares, en los proyectos Taca Taca, Josemaría, Pachón, Los Azules, Filo del Sol, Altar y MARA, los siete más avanzados del país.

Pero si bien para muchos se trató de un avance silencioso, algunas industrias ya empezaron a prepararse y miran con atención estas inversiones. Un caso emblemático es el complejo calero nacional, pero sobre todo en San Juan, donde están cinco de los siete yacimientos antes mencionados.

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La minería del cobre proyecta un fuerte crecimiento de la producción industrial.

Sobre ello, Hernández explicó que “para la producción de este metal a través de su sistema tradicional, la flotación, hacen falta cuatro toneladas de cal para producir una de cobre”.

La producción de este insumo triplicó su capacidad instalada en los últimos cuatro años, con inversiones de empresas nacionales como Calera San Juan o de la brasilera que está a cargo de Minera Tea. El uso intensivo de la cal en la minería del cobre impulsó este crecimiento, que incluyó la instalación de hornos de más de USD 15 millones en sus proyectos.

Por el momento se trata de una inversión a largo plazo, ya que en caso de iniciar hoy la construcción y puesta a punto, a todos los proyectos de cobre les faltan 3 ó 4 años para empezar a requerir cal para extraer el metal.

Pero se adelantaron debido a que, una vez que estén listas las minas, la demanda podría hasta triplicarse, por lo que alcanzar el nivel productivo necesario en ese momento sería imposible.

La escala de una mina de cobre, que mueve hasta 10 veces más volumen de roca que, por ejemplo, la del oro, también movilizó a proveedores mineros. Desde finales de 2023, las cámaras de empresas que venden servicios a la industria de todo el interior del país decidieron reunirse en la Mesa Federal de Proveedores Mineros.

La primera reunión fue en noviembre y allí se encontraron más de 2.000 empresarios de todo el país. El objetivo es generar sinergias, ya que creen que, con el auge del litio y sobre todo en la reactivación del cobre, será necesario un trabajo interprovincial para mantener los contratos dentro de las empresas argentinas.

Para la extracción del metal de la roca es necesario un uso intensivo de energía. En la flotación, molinos de miles de toneladas pulverizan la roca y utilizan energía a gran escala. Solo Josemaría, el proyecto más avanzado, publicó que su requerimiento energético para el arranque de estos gigantes es un 20% mayor al que hoy consume toda la provincia de San Juan.

A la vez, Mario Hernández recordó que todavía quedan rubros que podrían reactivarse una vez que la producción de cobre vuelva a ser parte del complejo minero argentino. Un ejemplo son los sulfuros, ya que, si no es a través de flotación, el cobre se extrae con lixiviación con ácido sulfúrico.

Cobre, Secretaría de Energía, CAEM
El desarrollo del cobre sería el segmento prioritario en el que deberá la Secretaría de Minería.

Para esto será necesario importar este insumo, aunque también podría reemplazarse. “En Argentina hay depósitos de minerales de azufre, por lo que podría activarse la exploración y explotación, para producir para la industria local y también para exportar”, explicó el especialista.

Sinergia con las energías verdes

El boom del cobre tiene que ver con la demanda de la electromovilidad y también de la producción de energías renovables. Es que los objetivos de baja en las emisiones de carbono no serán posibles si no se amplía la producción de este metal conductor.

A la vez, la industria internacional también empezará a competir por conseguir cobre de producción verde, por lo que todo el sistema se convierte en un círculo que se retroalimenta.

Para la extracción del metal de la roca es necesario un uso intensivo de energía. En la flotación, molinos de miles de toneladas pulverizan la roca y utilizan energía a gran escala. Solo Josemaría, el proyecto más avanzado, publicó que su requerimiento energético para el arranque de estos gigantes es un 20% mayor al que hoy consume toda la provincia de San Juan.

En el caso de las minas que lixiviarán (separar finalmente el cobre disuelto por el ácido para formar placas de cobre) el proceso se hace a través de electrólisis, lo que también requiere de electricidad continua.

La demanda energética de los proyectos se prevé elevada una vez que hayan iniciado su producción y una ventaja para salir al mercado será, sin dudas, que la energía venga de fuentes renovables. Los Azules ya anunció que buscará alimentarse un 100% de este tipo de fuentes, lo que cayó muy bien entre los inversores europeos en la gira que hizo una comitiva argentina en Alemania.  

Take off y estudios geológicos, dos inversiones en cobre que muestran confianza

El hecho de que Argentina tenga un potencial de cobre asegurado en plena alza de la demanda incentivó inversiones novedosas para la industria local. Por un lado, un acuerdo internacional con Alemania para incentivar la exploración estatal y, por otro, los contratos take off.

Minería, Cobre, Vanadio
La industria del cobre está en etapa de exploración y desarrollo de los proyectos.

Estos últimos están creciendo debido a la incertidumbre de muchas industrias o países que no saben si cuando llegue el pico de la necesidad de cobre podrán conseguir este metal en el mercado internacional. Un contrato take off es aquel donde una empresa invierte en un proyecto en exploración, pre construcción o construcción, a cambio de asegurarse parte de lo que generará en el futuro.

Uno de los primeros ejemplos fue cuando la firma Stellantis, la mayor productora automotriz del mundo, adquirió un 15% de las acciones de Los Azules a cambio de invertir en la etapa actual.

Este proyecto todavía tramita su Evaluación de Impacto Ambiental, está explorando y no contará con los permisos para iniciar su construcción hasta dentro de un año, por lo menos.

Aun así, tiene parte de su producción con comprador asegurado. Durante el viaje de la comitiva argentina a la PDAC, la mayor feria minera del mundo, hubo empresas estadounidenses que también se mostraron interesados en este formato y lo mismo sucedió con inversores europeos en febrero.

En Alemania también se firmó un acuerdo novedoso para Argentina. El servicio geológico del país teutón aportará fondos y trabajo conjunto al Segemar de Argentina para ampliar la información pública y estatal de los recursos minerales del territorio nacional.

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