La empresa estatal de energía busca que durante el año lleguen un total de 20 cargueros a la terminal de Escobar. El Gobierno pretendía importar el recurso del país vecino hasta octubre, pero desde La Paz avisaron que no será posible.

Ante el retraso en la reversión del Gasoducto Norte y el declive de la producción de gas en Bolivia, el Gobierno busca paliar la demanda energética con importacion de GNL.

Poco después de que la opción de extender hasta octubre las compras del recurso a Bolivia fue descartada por el país vecino, Energía Argentina (Enarsa) puso en marcha el proceso licitatorio para adquirir 10 cargamentos de gas natural licuado (GNL).

El precio del GNL a nivel global se ubica en torno a los 7 u 8 dólares por millón de BTU.

La idea es agilizar los plazos de la convocatoria. Según anunciaron, se aceptarán propuestas hasta el martes 12 de marzo, para poder notificar la adjudicación al día siguiente. En total, se espera que la terminal de Escobar reciba 20 buques de GNL durante todo el año.

La reversión del Gasoducto Norte y el contrato con Bolivia

La necesidad de importar el recurso surge por la imposibilidad de llevar la producción de Vaca Muerta a la zona norte del país, ya que la reversión del Gasoducto Norte no estará operativa en el invierno, tal como se había previsto en el inicio del proyecto.

A eso se suma el declive de la producción en Bolivia, gran abastecedor de gas de la región, que confirmó que en junio cesará las exportaciones con la Argentina, tal como acordó con el gobierno anterior en 2023, cuando los plazos previstos para la reversión eran otros.

En ese marco, ahora el país optará por recurrir a los proveedores habituales de GNL como Trafigura, BP, Vitol, TotalEnergies, Glencore, Gounvor y Shell, entre otros.

Importación de GNL con pagos por adelantado

Según el cronograma de de Enarsa, que desde fines de diciembre está presidida por Juan Carlos Doncel Jones, el primer cargamento llegará a la terminal regasificadora de Escobar el 20 de abril y el último, el 8 de julio.

Asimismo, desde Enarsa llevarán adelante una nueva metodología de pago para evitar problemas con el giro de divisas. El pliego establece que la estatal podrá pedir financiación a los privados o que podrá pagar por adelantado, es decir, ni bien se adjudiquen los cargamentos.

En rigor, estas condiciones les otorgan a los proveedores la posibilidad de ofertar distintos precios en función de estos nuevos términos de pago, y le abren la posibilidad a Enarsa de pagar un precio menor por el hecho de abonar por adelantado.

importación de GNL
El 13 de marzo, adjudicará la provisión de 10 buques de GNL que llegarán a Escobar entre abril y junio.

El escenario internacional resulta favorable para importar cargamentos puesto que el precio del GNL a nivel global se ubica en torno a los 7 u 8 dólares por millón de BTU, un valor extremadamente más bajo que el que pagó la Argentina en 2022.

En aquel momento, el precio se ubicó en torno a los 50 dólares por millón de BTU a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Con todo, los costos de importación serán sensiblemente mayores a los que hubiera tenido que afrontar el país de contar con la reversión del gasoducto para pooder llevar el el gas de Vaca Muerta hasta el Norte, a un costo calculado en 3,91 dólares por millón de BTU.

 Nuevo proyecto de GNL

A principios de semana Tecpetrol anunció que lleva a cabo estudios para un proyecto de gas licuado en tierra. Además, la firma subsidiaria de Techint, analiza la posibilidad de formar parte de la iniciativa que impulsa YPF junto a Petronas para construir una planta de licuefacción en la costa atlántica.

Así lo manifestó el presidente de Exploración y Producción de la compañía, Ricardo Ferreiro, quien reemplazo a Horacio Marín tras la designación de este como cabeza de la petrolera nacional. “Aparece esta oportunidad de apertura del proyecto de YPF y Petronas. Estamos esperando las conversaciones para entender el proyecto. Si existe la oportunidad de sumar esfuerzos, lo haremos”, aseguró Ferreiro.

De todas maneras, el directivo señaló que para avanzar con iniciativas tan ambiciosas hace falta un contexto que acompañe. “Permisos de exportación, ciertas condiciones fiscales. En una planta de 10 millones de toneladas se invierten entre 10.000, 11.000 millones de dólares en cinco o seis años para construir. En los años siguientes, recién se empieza a producir y vender. Tenés que tener ciertas condiciones que te den certezas a futuro”, puntualizó.

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