La expansión de la producción de hidrocarburos a lo largo de los últimos años permitió incrementar la incidencia del sector en la balanza del complejo exportador de la Argentina, desplazando incluso en los últimos meses a la industria automotriz en cuanto a la generación neta de divisas, y solo detrás del complejo sojero.
Tal es así, que una de las proyecciones conocidas para 2025 indica que el sector energético estará en condiciones de registrar un superávit comercial cercano a los US$7.500 millones, producto del aumento de las exportaciones (+11%) en particular por el desempeño del petróleo que este año seguramente superarán los 270 barriles diarios, y el sostenimiento de la tendencia decreciente de las importaciones (-20%).
Como anticipo de ese impacto, en febrero las exportaciones totales registraron un incremento del 10%, con un superávit comercial de US$ 227 millones, acumulando durante el primer bimestre un saldo de US$389 millones. Esto es resultado de exportaciones de energía que registraron un incremento del 20% y las importaciones decrecieron en un 10% respecto a enero-febrero de 2024.
En una proyección moderada, el sector energético estará en condiciones de registrar un superávit comercial cercano a los US$7.500 millones, por aumento de las exportaciones (+11%) y el sostenimiento de la tendencia decreciente de las importaciones (-20%).
Un trabajo de la consultora Energía y Economía que dirige Nicolás Arceo, resaltó en ese sentido que sin la mejora del saldo comercial del sector energético, el superávit comercial del conjunto de la economía Argentina hubiera sido prácticamente nulo en el primer bimestre del año.
En el marco de la recuperación de las exportaciones energéticas y ante la caída de las importaciones, en 2024 el sector alcanzó un superávit de US$ 5.668 millones, el más elevado desde el 2006. El año pasado, las ventas al exterior del sector energético representaron el 12,2% de las exportaciones totales del país.
Ahora, al cierre de este primer bimestre, la tendencia del segmento energético se mantuvo: Las exportaciones se ubicaron un 20% por encima de lo verificado en el mismo período de 2024, incrementándose en US$ 293 millones, mientras que las importaciones disminuyeron en US$ 51 millones con una retracción de -10% interanual.

De acuerdo al análisis de EyE, durante el corriente año, los precios de exportación se ubicaron un 6,1% debajo de lo registrado en el primer bimestre de 2024, por lo cual el incremento de las ventas externas se explica centralmente por el aumento de las cantidades, en línea con lo verificado a lo largo de 2024. En el caso de las importaciones, la contracción se explica centralmente por la reducción de los precios.
En la proyección para lo que resta del año, y considerando la tasa de crecimiento de la producción de petróleo del último año, el volumen total producido podría promediar cerca de 800.000 barriles diarios, de lo cual la producción de shale oil finalizaría en torno a los 530.000 barriles por jornada.
Se trata de una estimación moderada ya que las obras de infraestructura por inaugurarse harán que esos cálculos queden seguramente subestimados.
Al cierre de este primer bimestre, la tendencia del segmento energético se mantuvo: Las exportaciones se ubicaron un 20% por encima de lo verificado en el mismo período de 2024, mientras que las importaciones disminuyeron un -10% interanual
En este escenario de crecimiento de la producción local, y contemplando las cotizaciones futuras del Brent, las exportaciones de crudo podrían alcanzar los US$ 6.875 millones en el corriente año, es decir, US$ 1.402 millones por encima del valor registrado en 2024.

Dicho incremento se explica por el aumento de las cantidades, ya que los precios futuros del crudo verifican una contracción del 12% respecto a los precios promedio de 2024. De no reducirse los precios del petróleo, las exportaciones de este producto hubieran alcanzado US$ 7.936 millones en el corriente año, es decir US$ 1.061 millones sobre el escenario base.
Cuánto aportarán las exportaciones de gas
Considerando que no se verifican variaciones significativas en los volúmenes de gas natural destinados al mercado externo durante el corriente año, estas exportaciones ascenderían a cerca de US$800 millones. Dicha estimación contempla un volumen exportado a través del gasoducto GasAndes de 8 MMm3/d en promedio en verano y de 4 MMm3/d en invierno.
Si bien a nivel internacional los precios futuros indican un crecimiento del valor del GNL para el corriente año, dado el reducido nivel de demanda chilena se asume que en 2025 el precio de exportación se mantendrá en el nivel de 2024.
Si el precio de exportación fuera US$ 1 por MMBTU superior al verificado en 2024, las exportaciones alcanzarían los US$ 909 millones, es decir unos US$ 111 millones por encima del escenario base.
Sin embargo, aún habría que aguardar qué es lo que ocurre con las exportaciones a Brasil a través del sistema de gasoductos de Bolivia -que actuaría como país de paso- para el gas de Vaca Muerta que llegaría a sus clientes industriales del sur brasileño, y cuya primera operación acaba de concretar la empresa TotalEnergies.