El gobierno determinó un plazo de 195 días hábiles para la entrega de divisas destinadas a la compra de vehículos. El período de espera para las autopartes también se extendió y el sector automotriz quedó en un escenario complejo hasta fin de año.

Las restricciones a las importaciones han afectado tanto al comercio exterior como a varios rubros internos del país y esta semana el impacto llegó a las automotrices que fabrican autos en la Argentina. Nación comunicó que las autorizaciones para la adquisición de vehículos extranjeros se expedirán en 195 días, por lo que las empresas deberán autofinanciarse o utilizar préstamos para conseguir dólares.

En términos concretos, las automotrices deberán esperar hasta mediados de diciembre para pagar a dólar oficial las compras de vehículos efectuadas en junio. Para aquel momento, habrá otro gobierno en funciones y las terminales deberán reenviar la solicitud de autorización para que se liberen las divisas.

Para contrarrestar las subidas cambiarias, el Banco Central estableció un mecanismo para regular las importaciones de las grandes empresas, dándoles la oportunidad de que se «autofinancien» utilizando créditos para exportaciones al pago de importaciones. Para la comercialización de vehículos, la aprobación de pagos ahora será de 195 días, mientras que para las autopartes se extendió de 45 a 75 días.

El mecanismo que funcionaba hasta el mes pasado establecía que las fábricas debían utilizar sus propias divisas para ingresar vehículos y esperar 120 días para que el Estado liberara dólares al valor oficial, que es el tipo de cambio que se utiliza para importar y exportar.

La preocupación del sector ahora recae sobre las faltantes y una eventual disrupción en la producción, aunque por el momento la situación es estable. Cabe resaltar que, en los primeros cuatro meses del año, la fabricación de autos creció casi 27% frente al mismo lapso de 2022.

Un rubro importador

La gestión de dólares para la industria automotriz se da a través de la limitación de los permisos para importar. En los últimos meses la liberación de esas autorizaciones, conocidas como SIRA, se tornó más estricta. Lo que afecta particularmente a las casas automotrices, que se apoyan fuertemente en la importación, tanto de autopartes e insumos como de los propios vehículos.

Hay que tener en cuenta que los modelos con mayor integración de piezas locales llegan al 55%, y muchos solo alcanzan el 20%. Además, aunque se empleen piezas locales, su fabricación precisa de insumos que se adquieren en el exterior.

Para la comercialización de vehículos, la aprobación de pagos ahora será de 195 días, mientras que para las autopartes se extendió de 45 a 75 días.

Como consecuencia de las restricciones a las importaciones, en los primeros cuatro meses del año, el 64,5% de los patentamientos del mercado local correspondió a vehículos de fabricación nacional, frente a un 28,3% de los provenientes de Brasil. En el mismo período de 2022, esos porcentajes eran de 59,7 y 31,5% respectivamente.

El gobierno reglamentó la ley que promueve inversiones para la industria

La restricción cambiaria no fue la única novedad para el sector automotriz esta semana. El lunes pasado, Nación publicó en el Boletín Oficial el Decreto 281/2023 que aprobó la reglamentación de la Ley 27.686 de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz-Autopartista, aprobada por el Congreso el año pasado.

Autopartes, insumos
Entre enero y abril de este año, la fabricación de autos creció casi 27% interanual.

La normativa destaca el lugar que ocupa la actividad en la cadena de valor del país, “es central para la estructura y la dinámica productiva, no solo por su aporte en términos de producción, empleo y exportaciones industriales, sino además por su capacidad de impulsar eslabonamientos productivos de alto valor agregado”.

Para promover las inversiones, objetivo principal del proyecto, se establecieó un tratamiento diferencial e incentivos fiscales aplicables sobre las inversiones comprometidas. Podrán acceder al régimen aquellos proyectos que estén destinados a la producción de los bienes para abastecer a la industria automotriz.

Los beneficios serán para la fabricación de maquinarias, equipos, moldes, matrices, distintos insumos y obras de infraestructura. La necesidad deberá ser acreditada en un informe técnico y los bienes de capital podrán ser afectados a otras líneas de producción, siempre que su uso principal esté vinculado al proyecto adherido.

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