Se trata de un equipo que se inclina a favor del viento para operar incluso en condiciones extremas. Puede seguir funcionando con ráfagas de hasta 250 km/h. Su diseño facilita la instalación en mar abierto.
Una startup neerlandesa está probando un aerogenerador flotante que podría cambiar el rumbo de la energía eólica. Se trata de la turbina TW6, un equipo de 12 kW con un rotor de una sola pieza y diseño autobasculante, que se inclina a favor del viento para operar incluso en condiciones extremas.
A diferencia de los modelos de tres palas, esta turbina no se apaga con vientos fuertes: puede seguir funcionando con ráfagas de hasta 250 km/h.
En los parques eólicos actuales, las turbinas convencionales de tres palas se desconectan cuando los vientos superan los 90 km/h, principalmente para evitar daños. La TW6, en cambio, sigue operativa y, según sus desarrolladores, con más eficiencia.
Para avanzar con su prototipo, la startup TouchWind encargó diez juegos de palas a la firma neerlandesa We4Ce, especialista en diseño de rotores.
La producción de las palas y los moldes estuvo a cargo de Kleizen, otro actor clave en esta innovación con origen en los Países Bajos. La turbina se ensambla actualmente en Eindhoven y las primeras pruebas —tanto en tierra como mar adentro— arrancarán en breve.
El corazón del diseño viene de la mano de Rikus van de Klippe, el inventor de este rotor que, según explican, se comporta como una cometa: se eleva con el viento en lugar de oponerse a él, aprovechando la sustentación para estabilizarse y regular la potencia.
“El rotor se inclina hacia arriba, casi paralelo a la superficie del agua a altas velocidades del viento”, detalla Arnold Timmer, director general de We4Ce.
Y agrega: “Se desarrolló un diseño estructural especial para la pala, que es más pequeña que las palas estándar que vemos hoy en día. Para el diseño aerodinámico, el inventor, Rikus van de Klippe, creó un novedoso diseño autobasculante a favor del viento”.
Energía eólica en climas extremos
Ese movimiento del rotor tiene un efecto inmediato en la operación: permite reducir la tensión estructural y mantener la producción energética incluso con vientos extremos.
En los parques eólicos actuales, las turbinas convencionales de tres palas se desconectan cuando los vientos superan los 90 km/h, principalmente para evitar daños. La TW6, en cambio, sigue operativa y, según sus desarrolladores, con más eficiencia.

Además de ser más resistente, esta turbina apunta a bajar costos. Su diseño más liviano y compacto, junto con una plataforma flotante simplificada, facilitaría la instalación en mar abierto. También permitiría aumentar la densidad de turbinas por superficie, un desafío constante en los parques eólicos offshore.
Para lograrlo, se desarrolló un nuevo método de fabricación. Se aplicó una tecnología de infusión de resina en un solo paso para la parte central de la pala, eliminando líneas de unión cerca de la punta, un área crítica donde suele comenzar la erosión del borde de ataque.
Este detalle, aunque técnico, tiene impacto directo en la durabilidad y el rendimiento anual de la turbina.
El molde, por su parte, fue diseñado con geometría compleja y tolerancias estrictas. “Posteriormente, nos contrataron para fabricar las palas del rotor en su totalidad y trabajamos para aplicar el método de infusión al vacío en la producción”, explica Jeroen Maas, socio director de la empresa.
El desafío de escalar una innovación tecnologica
La fabricación utilizó un sistema de resina epoxi de dos componentes optimizado para el moldeo por infusión (RIM), reforzado con fibra de vidrio. Luego del moldeo, las piezas pasaron por un proceso de postcurado cuidadosamente controlado para garantizar la resistencia mecánica y precisión dimensional.
“We4Ce integró su experiencia en ingeniería, procesamiento y formación para entrar en este nuevo campo de las turbinas eólicas”, concluye Timmer.
Mientras avanza con la TW6, TouchWind ya tiene la mira puesta en una versión de entre 3 y 5 MW para 2025.
El objetivo: escalar esta tecnología para parques eólicos marinos más compactos, eficientes y preparados para vientos extremos. Y, quién sabe, quizás cambiar de forma definitiva la silueta clásica del viento.