La provincia cuenta con yacimientos activos e infraestructura que permiten sostener la actividad por varios años más. La nueva ley de promoción de inversiones en yacimientos convencionales será clave para la economía de la provincia.

Mientras el desarrollo de Vaca Muerta sigue en plena expansión, el petróleo convencional mantiene su actividad en las históricas provincias productoras, como Chubut, Santa Cruz y Mendoza. Se trata de las dos caras de la moneda en que se divide hoy la industria petrolera argentina.

Por un lado, la realidad del no convencional neuquino que en los últimos años aceleró su desarrollo para hoy representar la fuente de la mitad del crudo que se produce en el país, en un impulso que parece recién estar comenzando. Y por el otro, la realidad del resto de las provincias petroleras, que se mantienen en un largo período de caída, que podría encontrar un alivio en el proyecto que el Gobierno nacional envió al Congreso.

La propuesta de la Secretaría de Energía apunta a que el Congreso trate una ley de incentivos para las cuencas maduras.

En ese panorama, Chubut sigue siendo la segunda provincia petrolera en importancia del país. En julio se extrajeron 663.848 m3 de crudo, un 2,49% menos que en el mismo mes de 2022, pero los números mostraron caídas interanuales en prácticamente todos los meses del año, producto de cuencas muy maduras que ya ofrecen mucha más agua que hidrocarburos.

En Chubut, como en parte de la Cuenca del Golfo de San Jorge, la decadencia de los yacimientos convencionales se viene manifestando con fuerza en las últimas décadas, lo que llevó hace poco más de dos años a que la provincia fuera desplazada, luego de más de un siglo, como la principal productora y exportadora de crudo a manos de los altos niveles de productividad que viene registrando Vaca Muerta, en Neuquén.

Golfo de San Jorge, YPF, Chubut
En las actuales condiciones la provincia de Chubut tiene un horizonte productivo para los próximos 20 años.

La búsqueda por revertir esa caída, o por lo menos lograr una meseta para sostener los niveles de actividad, de inversión y de empleo, lleva a Chubut a acrecentar sus expectativa ante el anuncio de una ley de promoción para las inversiones en yacimientos maduros y proyectos en áreas marginales que brinden un horizonte a quienes quieran apostar a largo plazo en la cuenca del Golfo San Jorge y su crudo.

La propuesta de la Secretaría de Energía apunta a que el Congreso trate una ley de incentivos para las cuencas maduras, de manera que aquellas compañías que puedan invertir a largo plazo en las provincias tengan un marco legal adecuado al riesgo de sus campañas.

En especial se busca tener en consideración que la rentabilidad de los pozos no es la misma que la de Vaca Muerta, más allá de que se trata de dos tipos diferentes de petróleo y de sistemas de extracción, pero que tienen alrededor una actividad de empresas de proveedores de bienes y servicios que es necesario retener.

El carácter federal del proyecto busca beneficiar a todas las cuencas desde la Austral, la del Golfo San Jorge, del Norte Argentino y la de Mendoza. Con la ley –aseguran- se abrirá una oportunidad de aumentar los niveles de inversión y mejorar la producción a partir de la reducción de impuestos y otras medidas de incentivo para generar más gas, más petróleo y más energía para que la Argentina le venda al mundo.

Además del aumento de producción, se ha puesto énfasis en el mantenimiento e incremento de las fuentes de trabajo locales y la cadena de valor asociada a la actividad hidrocarburífera en cada una de las localidades donde se desenvuelve la actividad.

En Chubut, el crudo que ofrece la cuenca es el denominado Escalante, más pesado que el medanito de la Cuenca Neuquina, y con mercados de exportación consolidados como Estados Unidos y Brasil, a cargo de empresas como Pan American Energy -titular del emblemático Cerro Dragón que fue hasta hace unos años el yacimiento más importante de petróleo y de gas de la Argentina-, y a la que le siguen YPF, Capsa-Capex y Tecpetrol.

De acuerdo a cifras oficiales, en las actuales condiciones la provincia de Chubut tiene un horizonte productivo para los próximos 20 años con una desaceleración sostenida de la actividad hasta que se torne inviable comercialmente, más allá de que se trate de un crudo reconocido internacionalmente, que tiene bajo contenido de azufre y con oportunidades que aprovechar.

Datos auspiciosos en la Cuenca

Además del contexto macroeconómico, que dificulta la actividad en áreas de baja productividad, los pozos maduros requieren ya de la tecnología de recuperación terciaria para poder liberar el crudo aún entrampado en la roca mediante la inyección de polímeros.

Los resultados de los primeros pilotos fueron más que auspiciosos con el caso del yacimiento Manantiales Behr, donde YPF logró el récord de producción en la historia de esa área casi centenaria mediante la eficiencia de recursos, servicios y tecnología.

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La recuperación terciaria explota el petróleo que no puede ser recolectado en las etapas de recuperación primaria y secundaria.

A pesar del declino natural de lo que ofrece la geología, Chubut desde la cuenca del Golfo San Jorge tiene aún como factor de eficiencia de las operaciones la disponibilidad de infraestructura, con todas las facilities necesarias disponibles para tratar y evacuar la producción, lo que permite que un pozo pueda encontrar competitividad.

Pero, además, el Gobierno de Chubut también aportó lo suyo al reducir las regalías a las áreas marginales.

Pero ese aporte de beneficios impositivos, sumado a la caída de producción y una leve baja del precio internacional del Escalante, tienen su impacto en el nivel de regalías de la provincia, que caen de manera constante y en agosto llegaron a su nivel más bajo desde 2020 cuando la actividad petrolera prácticamente se paralizó por la pandemia.

De acuerdo a cifras oficiales, en los primeros ocho meses del año los ingresos se achicaron en 31 millones de dólares, lo que generó un problema fundamental para las cuentas públicas.

Atentos a este problema común de las cuencas convencionales, la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) también sumó su aporte a la búsqueda de un nuevo marco legal para la producción más allá de Vaca Muerta. Y en ese ámbito se planteó como eje central la eliminación de las retenciones a las exportaciones para que las cuencas puedan seguir llevando adelante una perforación más agresiva.

Es que cada barril enviado al exterior tiene un derecho de exportación de 8%, cuya eliminación liberaría fondos de las operadoras para incrementar su inversión, con un beneficio al estado provincial que se traduciría en una mejora de las regalías.

Esto reflejaría más actividad en un mercado en el que las operadoras no consiguen de sus empresas de servicios especiales la disponibilidad de equipos para llevar adelante la perforación, por lo que se empiezan a generar esos cuellos de botella que generan situaciones más complejas.

El convencional seguirá, así, siendo la gran esperanza de la industria en Chubut, en tanto el sueño de poder contar con recursos no convencionales siga dando resultados muy poco alentadores en los pozos de prueba que se vienen perforando en los últimos años en la roca madre, en búsqueda de una segunda Vaca Muerta sobre los límites del Atlántico que reavive el esplendor del Golfo San Jorge.

La nueva era de las renovables en Chubut

Chubut fue durante más de un siglo la meca del petróleo nacional, una distinción que está perdiendo quizás definitivamente en manos de Vaca Muerta. Pero la provincia se transformó en los últimos años, en un destino privilegiado para las energías renovables, en particular de la generación eólica favorecida por los vientos inigualables del litoral marítimo patagónico.

Según la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la región patagónica lidera largamente la producción de energía eólica en el país sumando proyectos vinculados al Mercado a Término, en el cual los privados acuerdan libremente la compra venta de energía, o a iniciativas de autoabastecimiento de las empresas.

Así, la provincia está produciendo también desarrollo de energía eólica en un proceso sostenido de inversión y expansión, y ya cuenta con 23 parques que están generando más de 1.400 megavatios, que representan casi 38% del total que se produce en el país.

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Crecen las expectativas ante el anuncio de una ley de promoción para las inversiones en yacimientos maduros.

La transición energética y la complementariedad entre fuentes tiene en Chubut un caso único en Manantiales Behr, donde la producción petrolera convive con el primer parque eólico de YPF y una planta de generación térmica, que configuran el primer nodo híbrido del país.

Esa fortaleza en generación de fuentes verdes la posicionan también en el desarrollo futuro de la economía del hidrógeno, un recurso en el cual es pionero en el país con el proyecto Hychico. Ubicado en el predio de la empresa CAPSA, a 20 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia, desde 2006 desarrolló un parque eólico y una planta deproducción de hidrógeno y oxígeno a partir de electrólisis de agua.

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  1. Amalia leticia Alias

    UNA DE NUESTRA RIQUEZAS QUE PAIS GENEROSO EL.NUESTRO ARGENTINA ABRE LAS COMPUERTAS AL MUNDO ENTERO

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