Son proyectos para el Área Metropolitana de Buenos Aires, Cuyo y la Patagonia. Marcan el inicio del Plan Nacional de Desarrollo del Transporte de Energía, que prevé el tendido de más de 5.600 km de líneas de alta tensión sin utilizar recursos públicos.

Con el foco puesto en resolver los cuellos de botella del sistema eléctrico nacional, el Gobierno presentó el Plan Nacional de Ampliación del Transporte Eléctrico, una iniciativa que apuesta a transformar la infraestructura energética del país con capital 100% privado.

El puntapié inicial lo dio la Resolución 311/2025 de la Secretaría de Energía, que oficializa un nuevo esquema de concesión de obra en el que la inversión, construcción, operación y mantenimiento estarán completamente en manos del sector privado, sin aportes del Estado.

El cambio de paradigma es profundo: el Estado ya no financiará las obras, que quedarán en manos de empresas privadas bajo un régimen de Concesión de Obra.

El plan comienza con tres obras estratégicas:

AMBA I, que reforzará la red en el Área Metropolitana de Buenos Aires, responsable del 40% del consumo eléctrico nacional.

-Una línea de 500 kV entre Río Diamante, Charlone y O’Higgins, clave para evacuar generación —renovable y térmica— desde Cuyo y parte del Comahue.

-Otra línea de 500 kV que unirá Puerto Madryn, Choele Choel y Bahía Blanca, para fortalecer la integración eléctrica de la Patagonia al sistema troncal.

La propuesta forma parte del Plan de Contingencia para los Meses Críticos 2024–2026, que prioriza 16 proyectos a nivel federal tras detectar regiones donde la infraestructura quedó rezagada frente al crecimiento de la demanda.

La planificación fue desarrollada a partir de informes técnicos de CAMMESA, ATEERA, el Consejo Federal de la Energía Eléctrica (CFEE) y otras entidades, junto con la propia Secretaría.

Sin subsidios y con protagonismo privado

El cambio de paradigma es profundo: el Estado ya no financiará las obras, que quedarán en manos de empresas privadas bajo un régimen de Concesión de Obra.

A cambio, los usuarios que se beneficien con la infraestructura pagarán un componente tarifario, lo que permitirá a los concesionarios recuperar la inversión sin recurrir al Tesoro.

Desde Energía explicaron que la medida apunta a mejorar la eficiencia del sistema, fomentar la modernización de la red y reducir el gasto público, pero sin resignar el control estratégico.

“La totalidad de la inversión, construcción, operación y mantenimiento estará a cargo del sector privado”, detallaron desde la Secretaría, al confirmar que estas obras no implicarán erogaciones del Estado.

Secretaría de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, Cammesa, Compra de combustibles
Desde Energía explicaron que la medida apunta a mejorar la eficiencia del sistema, fomentar la modernización de la red y reducir el gasto público, pero sin resignar el control estratégico.

Uno de los casos más relevantes es el de AMBA I, que según los técnicos permitirá disminuir el uso de fuentes de generación ineficientes y reforzar la confiabilidad del sistema en la zona de mayor consumo del país.

El proyecto se centra en una obra de infraestructura clave para el sistema eléctrico argentino, específicamente en en esa zona. Consiste en la construcción de una línea de alta tensión de 500 kilómetros que conectará Vivoratá (cerca de Mar del Platas) con Plomer, creando un nuevo nodo que reforzará el anillo energético del AMBA.

Esta obra busca mejorar la capacidad de transporte de energía eléctrica, especialmente hacia la región del AMBA, donde se concentra una alta demanda.

El plan para ampliar la capacidad de transporte del sistema eléctrico

En total, el Plan prevé 5.610 nuevos kilómetros de líneas de alta tensión, lo que representa un incremento del 38,3% respecto a la red actual. La inversión proyectada supera los US$6.600 millones, destinados a ampliar la cobertura del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), reducir cortes y eliminar cuellos de botella.

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El tendido que involucra a Choele Choel permitirá transportar más energía —renovable y convencional— hacia el sistema troncal, aliviando la presión sobre la red actual.

Estas ampliaciones se integran al contexto de emergencia energética declarada en diciembre de 2023 y fueron priorizadas con base en estudios técnicos realizados por la Comisión de Transporte Eléctrico, que agrupa a actores clave del sector como CAMMESA, ATEERA, UESTEE, el CFEE y el CAF, con participación activa de la Secretaría.

Patagonia: una línea clave para integrar más generación

Entre las tres obras iniciales, la que involucra a Choele Choel destaca por su impacto regional. La nueva línea de alta tensión Puerto Madryn–Choele Choel–Bahía Blanca es uno de los 16 proyectos contemplados en la Resolución 715/2025 y busca resolver los cuellos de botella que afectan a la red eléctrica patagónica.

Este tendido permitirá transportar más energía —renovable y convencional— hacia el sistema troncal, aliviando la presión sobre la red actual. Además, reforzará la conexión de la Patagonia con los principales centros de consumo del país, sumando estabilidad y eficiencia al suministro.

La obra también facilitará el ingreso de nueva generación proveniente del Comahue, una de las zonas históricas de mayor aporte energético al sistema. El objetivo es reducir interrupciones y costos asociados a la generación forzada, mejorando el desempeño operativo sin comprometer el control del sistema eléctrico.

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