El grupo que encabeza junto a Chile -máximo productor global- y Perú se impone con el 48,7% de la producción mundial del metal. Qué otras zonas integran el ranking y los desafíos de la Argentina para volver al top ten.
La producción global de cobre, vista desde una lupa geopolítica, muestra un claro líder: la región americana bajo la influencia de Estados Unidos.
Así lo revela el último mapa elaborado por MINING.COM y The Northern Miner, que segmenta el mundo en cinco “esferas de control” para entender cómo se reparte el poder minero en tiempos de creciente polarización global.
Estas esferas –Estadounidense, China, Rusa, Coalición de los Dispuestos y No Reclutados– agrupan países con vínculos geográficos, económicos y estratégicos que permiten entender quién controla qué en la minería mundial.
Argentina podría cambiar su rol marginal en este mapa en los próximos años. Hoy cuenta con 60 proyectos de cobre en diferentes fases. En total, representan recursos estimados por 90,42 millones de toneladas y requerirían inversiones por unos USD 22.000 millones.
En este tablero, el grupo liderado por EE.UU. se impone con el 48,7% de la producción mundial de cobre acumulada en los últimos cinco años. Y el dato clave es que no lo hace solo: suma a su órbita a Chile y Perú, los peso pesados del cobre global.
Chile, líder absoluto, produjo 5,4 millones de toneladas anuales, casi un cuarto del total mundial. Perú aportó 2,8 millones de toneladas en 2024 (12%), mientras que el propio EE.UU. generó 1,2 millones (menos del 6%). En conjunto, los tres países sumaron 53 millones de toneladas en el último quinquenio.
La esfera de influencia china –que además del gigante asiático incluye a la República Democrática del Congo, Indonesia y Zambia, entre otros– concentró un tercio de la producción global en los últimos cinco años, con más de 32 millones de toneladas, casi un 30% del total global.
En el último año, las minas chinas generaron 1,9 millones de toneladas (más del 8% del total), mientras que la gran sorpresa vino desde África: el Congo aportó 3 millones de toneladas (12,89%) y Zambia, 800.000 (3,45%). Indonesia, por su parte, sumó otra tonelada más con su 4,28%.
Este bloque también incluye a Irán, Pakistán, Mongolia, Vietnam, Myanmar y Filipinas.
Rusia y sus aliados, lejos del podio
La esfera rusa –compuesta por países como Kazajistán, Uzbekistán, Turquía, Serbia y Armenia– acumuló 10,8 millones de toneladas en cinco años (casi 10% del total), con Rusia como sexto productor global en 2024 gracias a sus 1,1 millón de toneladas. Su influencia sigue siendo considerable, pero ya sin el peso de las dos grandes potencias.

Por otro lado, la Coalición de los Dispuestos es un grupo que fue anunciado el 2 de marzo de 2025 por el primer ministro británico Keir Starmer en la Cumbre de Londres sobre Ucrania, y lo integran 31 países que manifestaron públicamente su apoyo a Kiev frente a Rusia.
En términos de cobre, incluye a Canadá, Australia, Portugal, Finlandia, Suecia, España, Polonia, Rumania, Bulgaria y Chipre, aunque su producción conjunta no supera el 10% del total mundial.
En el mapa también aparecen los llamados No Reclutados: países que aún no muestran una alineación geopolítica clara, con apenas un 1,9% de la producción total. Entre ellos figuran India, Sudáfrica, Marruecos, Mauritania, Arabia Saudita, Eritrea, Omán y Tanzania.
Argentina: con proyectos listos para volver al top 10
Argentina podría cambiar su rol marginal en este mapa en los próximos años. Hoy cuenta con 60 proyectos de cobre en diferentes fases, desde estudios preliminares hasta obras de preconstrucción. En total, representan recursos estimados por 90,42 millones de toneladas y requerirían inversiones por unos USD 22.000 millones.
Con al menos cinco proyectos avanzando hacia la producción, el país podría volver al top ten mundial de productores.
En fase de preconstrucción está Josemaría (BHP-Lundin); en factibilidad, El Pachón y MARA (ambos de Glencore), y Taca Taca (First Quantum). También avanzan Filo del Sol (BHP-Lundin) y San Jorge, mientras que Los Azules (McEwen Copper) está en evaluación económica preliminar.

Argentina tiene el potencial de convertirse en uno de los principales actores en la producción de cobre en Sudamérica, con una participación proyectada de hasta el 21% del total regional hacia 2050.
Así lo indica un informe reciente de la consultora GEM Mining Consulting, que analiza el desarrollo futuro del sector minero a nivel global.
Este pronóstico refuerza la visión optimista que se ha instalado en el sector minero argentino. Según estimaciones de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), las inversiones en proyectos de cobre y litio podrían duplicar los empleos del sector en los próximos años.
Actualmente, la minería genera unos 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos, y esa cifra podría escalar a 200.000, con la posibilidad de superar los 250.000 empleos en una etapa más avanzada.