El Excelsior comenzará sus operaciones en los próximos días para convertir el GNL y garantizar la provisión de gas natural durante los picos de demanda de los meses más fríos.
El buque regasificador de GNL Excelsior amarró en el puerto de Bahía Blanca, lugar en que durante los próximos meses inyectará gas natural a la red para atender el pico de demanda que suele registrarse durante el invierno.
El Excelsior -de 277 metros de eslora y de bandera belga- amarró a las 3.10 de la madrugada en la dársena de la compañía Mega, según indicó el parte diario del área de operaciones del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.
El informe sostuvo que «el Excelsior amarró en el muelle de compañía Mega, siendo su último puerto en España». Se espera que lleve adelante sus operaciones allí hasta finales del mes de agosto.
La llegada de buques regasificadores a la Argentina, una imagen que viene repitiendo desde hace 15 años podría estar llegando a su fin por el impacto que tendrá el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
Según destacó este miércoles el sitio argenports, “el Excelsior es un viejo conocido de esa estación marítima bonaerense, ya que allí inauguró en 2008 el proceso de regasificación en el país, una operatoria que inicialmente iba a ser provisoria, pero terminó extendiéndose hasta nuestros días por la escasa disponibilidad de gas, en un primer momento, y luego de capacidad de transporte”.
En el informe de operaciones de la terminal portuaria bahiense se señala además que se encuentra en fondeadero el buque Cool Explorer, de 281 metros de eslora, de bandera de Malta con 65 mil toneladas de GNL adquiridos para abastecer la provisión.
También se espera que abastezcan de GNL al Excelsior para convertirlo en gas natural el carrier Cool Rider, de 288 metros de eslora, que llegará mañana con 65 mil toneladas de GNL. Así como también el Global Star, de 294 metros de eslora, que llegará el sábado 13 con otras 65 mil toneladas de GNL importado para convertir en gas natural.
El impacto del Gasoducto Néstor Kirchner
La llegada de buques regasificadores a la Argentina, una imagen que viene repitiendo todos los meses de mayo desde hace 15 años podría estar llegando a su fin por el impacto que se espera tendrán Vaca Muerta y el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
YPF y Petronas, junto con autoridades del consorcio de gestión del puerto de Bahía Blanca firmaron en febrero pasado el convenio de reserva y disponibilidad de tierras en el puerto de la ciudad para el desarrollo del proyecto integral de Gas Natural Licuado (GNL). Con esta iniciativa buscan industrializar el gas de Vaca Muerta y exportarlo por barcos a Europa y Asia.
Así, donde antes había importación podría comenzar a haber ahora exportación.
La reserva es por un periodo inicial de seis meses. Durante ese tiempo, YPF y Petronas realizarán estudios técnicos, económicos, marítimos, de suelo y ambientales, para determinar la forma de viabilizar el proyecto y así hacerlo competitivo a nivel internacional.
El proyecto implicará una inversión multimillonaria para la construcción de la planta de licuefacción, con la que Argentina podrá exportar GNL a la región, a Europa y Asia por barcos. El proyecto es de 10 años con inversiones que arrancarían en 10 mil millones de pesos y podrían llegar a los 40 mil millones de dólares.
Desde YPF y Petronas aseguraron que cando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas/año de GNL.
La idea de que la Argentina pueda posicionarse como exportador de gas natural licuado entusiasma a varias empresas del sector, que ya tienen en marcha el estudio de un proyecto. Sin embargo atrae también a otros sponsors como bancos y fondos de inversión que ven en el potencial productivo de Vaca Muerta una oportunidad que podría cambiar la ecuación económica de la Argentina.
