Los despachos desde el norte de Neuquén se incrementaron de 41 mil a 52 mil barriles diarios desde la reactivación del Oleoducto Trasandino. Y el país vecino ya pidió aumentarlos a 70 mil por día a partir de julio.
Al mismo tiempo que la petrolera chilena ENAP prepara la venta de sus activos en la Argentina, su interés en el petróleo argentino no para de crecer.
Lo cierto es que los despachos de crudo desde el norte neuquino al otro lado de la Cordillera de los Andes aumentó a ritmo sostenido.
Menos de un año después de la reactivación del Oleoducto Trasandino (Otasa), que facilita el transporte hacia las instalaciones de la empresa estatal vecina, su demanda ya aumentó un 30%.
Según fuentes familiarizadas con las negociaciones, Chile incluso solicitó aumentar aún más los envíos a partir de julio.
El Oleoducto Trasandino es una línea de 427 kilómetros de longitud que comienza en el área de Puesto Hernández, cerca de Rincón de los Sauces, cruza la cordillera de los Andes y termina en las instalaciones de la empresa chilena Talcahuano, que es propietaria del conducto en sociedad con YPF y Chevron.
La favorable recepción del petróleo neuquino del otro lado de los Andes, entonces, responde a que la petrolera nacional tiene ahora una manera muy eficiente de obtener el crudo que necesita para su refinería de Talcahuano desde Vaca Muerta.
La venta de petróleo argentino a Chile, en números
Los despachos desde el norte de Neuquén a Chile aumentaron de 41 mil barriles diarios al inicio de las ventas, a los 52 mil barriles registrados en las últimas semanas, niveles que se mantienen estables, aunque pronto podrían dar otro salto.
Otasa se prepara para llevar a cabo una serie de trabajos adicionales, para poder enviar a Chjile 70 mil barriles diarios a partir de julio.
La producción de petróleo en Argentina experimentó una caída en 2006, lo que había llevado al cese de operaciones del Oleoducto Trasandino, situación que se mantuvo durante 17 años.
Pero ese período de inactividad finalizó el 25 de mayo del año pasado, luego de extensos trabajos de reacondicionamiento en el conducto inactivo.
Menos de un año después de su reactivación, Otasa se prepara para llevar a cabo una serie de trabajos adicionales, debido a que ENAP solicitó un aumento en los envíos de otro tercio, llegando a los 70.000 barriles diarios a partir de julio.
El aumento en los envíos de crudo argentino hacia Chile se debe no solo al buen desempeño del crudo nacional en la refinería de destino, sino también a los planes de la firma chilena, que analiza la posibilidad de redirigir parte de este crudo hacia otra refinería cercana, en Biobío.
Para llevar a cabo esta expansión, las empresas exportadoras actuales, como YPF, Chevron y Vista, necesitarán contar con más crudo.
Además, se llevarán a cabo una serie de trabajos especiales en el Oleoducto Trasandino que incluirán un paro programado durante una semana en mayo.
En ese lapso, se realizarán tareas de mantenimiento y pruebas para determinar el máximo caudal que puede transportar el sistema.
Aunque los despachos han aumentado, la capacidad nominal de la red es mucho más alta, de aproximadamente 109.000 barriles diarios.
Sin embargo, Chile aún no está en condiciones de recibir un crudo demasiado liviano, como el shale de Vaca Muerta, sino que prefiere otro con características más convencionales, como el Medanito de la Cuenca Neuquina.
La retirada de la Argentina
La estatal chilena anunció esta semana la venta de todos sus activos en la Argentina y confirmó que cerrará su filial trasandina, debido a los malos resultados financieros del último período.
De acuerdo al balance correspndiente a 2023, la línea de Exploración y Producción (E&P) en las operaciones en el exterior arrojó una pérdida de 33 millones de dólares.
Desde la chilena atribuyen esta caída al “deterioro bruto de activos en la filial de Argentina por 174 millones de dólares”.
A ese saldo negativo se le suma que YPF, empresa con la que comparte tres áreas en la Cuenca Austral y la del Golfo San Jorge, emprendió una salida similar del convencional patagónico.
Justamene, ENAP también busca desprenderse del 50% del yacimiento Campamento Central, en el Golfo San Jorge.
