Ante los pedidos de regularización de pagos urgente por parte de las empresas, en Economía estudian la posibilidad de replicar una estrategia que ya se implementó en 2018, a través del Tesoro.
El Gobierno apuesta a saldar con un bono del Tesoro la deuda de aproximadamente 2.200 millones de dólares que Cammesa tiene con generadoras de electricidad y productoras de gas, acumulada por la suspensión de pago de los costos de de la energía y el gas natural consumidos por hogares y centrales térmicas durante el primer trimestre de 2024.
La posible estrategia de recurrir al Tesoro, que trascendió en las últimas horas, busca tranquilizar a las empresas del sector energético, que vienen presionando por una pronta solución para regularizar la deuda acumulada este año, debido a la decisión del Estado de no pagar bonificaciones del Plan Gas y reducir al mínimo las transferencias a Cammesa, responsable de cubrir los costos de generación y transporte de electricidad.
En ese período se discutió la reducción de subsidios y el aumento de la luz a los consumidores del AMBA, que para los sectores medios y bajos se postergó y se irá aplicando progresivamente.
Incertidumbre de las generadoras de electricidad
Además, la decisión de la Secretaría de Energía de, en un futuro cercano, correr a la estatal Cammesa de su rol de administrador en el mercado eléctrico para que éste opere entre privados privados, causa incertidumbre respecto a la posibilidad de cubrir los costos y mantener operativa la red.
Ante ese escenario, y la progresividad del aumento de tarifas y reducciones de subsidios, el ministro de economía, Luis Caputo, tiene la intención de proporcionar a las empresas privadas un bono del Tesoro u otro instrumento similar para resolver este saldo de deuda acumulada.
Se trata de un mecanismo que ya se utilizó durante la gestión de Mauricio Macri en 2018 para saldar pasivos con que se habían generado en la época de Cristina Kirchner.
Sin embargo, por el momento no se conocen mayores detalles sobre el progreso de esta propuesta por parte del Ejecutivo, y los privados no han logrado establecer una comunicación efectiva con el Ministerio de Economía para obtener más información sobre cómo se abordará esta deuda o cómo se planea reorganizar el sector en medio de múltiples crisis. Es decir que, desde la óptica de los privados, no existe una hoja de ruta clara para visualizar cómo desarrollar el negocio a mediano y largo plazo.
El gobierno tiene la intención de proporcionar a las empresas privadas un bono del Tesoro u otro instrumento similar para resolver este saldo de deuda acumulada
Desde la asunción de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía, en el inicio del gobierno de Javier Milei, se suspendió el pago de una gran parte de los compromisos y obligaciones con el sector de gas y electricidad, lo que contribuyó al superávit fiscal en los primeros dos meses del año, junto con la paralización de obras públicas y otros ajustes financieros.
Una deuda que crece mes a mes
La deuda actual con generadoras como Central Puerto, Pampa Energía, AES, MSU Energy, Genneia, Albanesi, entre otras, así como con productores de gas como YPF, TotalEnergies, PAE, Wintershall Dea (actualmente en proceso de venta a Harbour Energy), Tecpetrol, Pampa y CGC, asciende a aproximadamente 2.200 millones de dólares.
De esta cifra, alrededor de 900 millones de dólares corresponden a deudas con petroleras, mientras que el resto se debe principalmente al impago casi total a las generadoras por la electricidad suministrada al sistema a través de Cammesa.
Esta problemática se agrava porque el saldo de deuda sigue incrementándose cada mes cuando el Tesoro no completa sus pagos. Por ejemplo, la próxima semana vencerá uno por una nueva transacción de Cammesa, que mensualmente asciende a unos US$ 350 millones.
Dado que el aumento de la luz aumento de la luz para los hogares de menores ingresos y medios (Nivel 2 y 3, según la escala de segmentación establecida en 2022) se postergó, las tarifas hoy siguen muy por debajo del costo real de la energía (pagan solo el 10%), y el Estado debe cubrir más de la mitad de esa cifra, es decir, unos 170 millones al mes.
Si el Tesoro sigue dejando impaga la mayor parte de esta cantidad, la deuda aumentará a más de US$ 2.300 millones en el corto plazo.
Si esta situación de incumplimiento se mantuviera durante los próximos dos meses, la deuda podría alcanzar los US$ 2.500 millones.