La petrolera estatal difundió el relevamiento preliminar en tres pozos exploratorios de Malargüe. Y anticipó que desembolsará otros 30 millones para avanzar con la búsqueda de gas y petróleo no convencional en la zona.
La exploración en Vaca Muerta de Mendoza avanza a paso firme y con expectativas altas a partir de los primeros resultados obtenidos por YPF.
La investigación inicial de la petrolera nacional se llevó a cabo con una inversión de 17 millones de dólares en los bloques Paso Bardas Norte y CN-VII, ubicados en la zona de Malargüe.
En la primera mañana de este martes, hubo muy buenas señales: la compañía que conduce Horacio Marín anunció que desembolsará otros 30 millones de dólares para continuar los trabajos.
La decisión responde a que los datos obtenidos hasta el momento son positivos y los pozos realizados fueron catalogados como prolíferos.
La llamada lengua mendocina de Vaca Muerta no es idéntica a la de Neuquén, pero tiene excelentes prospectos de exploración y los resultados validan el modelo geológico.
Esto es una muy buena noticia para la provincia cuyana, que busca fortalecer su rama petrolera, en retroceso en sus yacimientos maduros. La posibilidad de explotar su sección de shale es entonces crucial para revertir el declive del sector en Mendoza.
En ese marco, la petrolera de bandera solicitará la extensión de los permisos exploratorios y continuará invirtiendo en el no convencional de Malargüe.
Hasta el momento, YPF perforó un pozo vertical y dos pozos horizontales de 1.074 y 1.059 metros de rama cada uno, en Paso Bardas Norte (Concesión de explotación) y CN-VII A (permiso exploratorio).
La idea de la compañía es seguir explorando más allá del hubcore (núcleo de la formación) y planea nuevos desembolsos hasta, al menos, el 2025.
“Se trata de una noticia muy importante para la industria energética mendocina, ya que estos resultados posicionan nuevamente a Malargüe en el centro de la visión y el futuro energético”, señaló el subsecretario de Energía y Minería del Ministerio de Energía y Ambiente, Manuel Sánchez Bandini.
“Esto abre un nuevo horizonte de incorporación de reservas para Mendoza en materia de hidrocarburos, en un momento en el que hay una visión industrializadora para el Sur mendocino, con el Polo Logístico e Industrial Pata Mora, que prestará servicio a las empresas y servicios que operan en la zona y a todo el desarrollo minero de Malargüe Distrito Minero Occidental”, amplió.
“La llamada lengua mendocina de Vaca Muerta no es idéntica a la de Neuquén, pero tiene excelentes prospectos de exploración y los resultados validan el modelo geológico. El paso siguiente es continuar con más inversiones, bajar el riesgo geológico y avanzar en el desarrollo de nuestro reservorio no convencional”, concluyó Bandini.
Los resultados de la exploración en Vaca Muerta de Mendoza
La exploración comenzó el 18 de febrero de 2024 con el objetivo de evaluar correctamente los niveles de reservorio y el comportamiento de dos bloques considerados “auspiciosos”.
Los ensayos en Paso Bardas Norte consistieron en 12 etapas de fracturas hidráulicas que arrojaron interesantes porcentajes de petróleo de densidad 38°API con caudales cercanos a 100 m3/d de bruta.
En Aguada Negra, en tanto, se realizaron 13 etapas de fracturas hidráulicas con resultados similares de petróleo de 43°API y actualmente produce con una bruta de 84 m3/d y 48% de petróleo (41 m3/d), con un GOR de 1.000 m3/m3.
La petrolera ya presentó una solicitud para pasar al segundo período exploratorio en el permiso sobre el área de reserva de CN-VII A, para perforar un nuevo pad (locación de producción) de dos pozos horizontales a mayor profundidad, lo que permitiría alcanzar mayor presión de reservorio y, por consiguiente, posible mejor productividad.
En caso de encontrar una productividad y acumulada por pozo tal que el proyecto fuera rentable, abriría para las áreas (CN-VII A y Paso Bardas Norte) un desarrollo de alrededor de 212 pozos horizontales (orgánico inferior y orgánico superior) navegando en dos niveles productivos, en un área total de 102 km2.
Existe la posibilidad de desarrollar un tercer nivel de navegación, que adicionaría 122 pozos de desarrollo (cocina). El plan exploratorio de los bloques contempla realizar, en 2025, un piloto vertical a partir del cual se definirán dos niveles a navegar y con dos ramas horizontales de 2.500 metros.