De un pronóstico con precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas superiores, CAMMESA pasó a una hipótesis más equilibrada, que podría disipar la emergencia pevista para febrero y marzo.

Luego de varias alertas sobre el riesgo de cortes de luz durante el verano y de un diciembre providencialmente fresco en el área metropolitana de Buenos Aires, CAMMESA ahora ajusta sus proyecciones de demanda y disponibilidad de electricidad para el trimestre febrero-abril y empiea a configurar un panorama más favorable que el inicialmente proyectado.

Según la nueva estimación, en ese período que históricamente muestra picos de consumo, en este 2025 habrá una menor demanda eléctrica y en paralelo -y favorablemente- un incremento en la generación hidroeléctrica.

Esta actualización del difícil panorama que, hasta no hace mucho, encendía alarmas en la mayorista estatal de electricidad, coincidió con un reciente informe del Servicio Meteorológico Nacional que destaca condiciones climáticas más equilibradas para el verano.

Las mejores condiciones climáticas también se reflejan en Brasil, lo que permitirá importar unos 1.700 MW medios, superando en 1.000 MW la proyección base.

El pronóstico inicial, que apuntaba a «precipitaciones menores a lo normal» y «temperaturas superiores a lo habitual» en gran parte del país, fue reemplazado por un escenario algo más optimista.

Ante esto, CAMMESA ahora prevé una reducción en la demanda eléctrica del 2,7% respecto al período anterior, un cambio significativo frente al leve aumento del 0,2% estimado previamente, que amenazaba con colapsar el sistema. En paralelo, se proyecta una generación hidroeléctrica adicional de 500 MW, cerrando un combo mucho más alentador.

Como yapa, las mejores condiciones climáticas también se reflejarán en Brasil, lo que permitirá importar unos 1.700 MW medios, superando en 1.000 MW de la proyección base, realizada cuando los cursos del país proveedor en el verano estaban en niveles bajísimos de agua.

Lo llamativo es que, pese a las mejoras, los precios promedio del trimestre subieron de 65,9 a 67,8 dólares por MW, lo cual podría plantear una dificultad que hasta acá, no estaba presente.

“Si bien hay más agua de la prevista en la programación estacional anterior, el aumento en los costos de generación y transporte de combustibles ha influido. A esto se suma que el menor uso de combustibles alternativos al gas natural no logra compensar los mayores costos asociados”, explicaron fuentes cercanas a CAMMESA.

Ahora, los agentes del sistema tienen hasta el 10 de enero para enviar observaciones. El documento final será presentado al Directorio el 14 de enero y elevado a la Secretaría de Energía el día siguiente.

La Secretaría de Energía, atenta al verano

El tema es seguido de cerca por la titular del área dependiente del Ministerio de Economía, María Tettamanti, quien recientemente reconoció que la falta de inversión en generación eléctrica no tiene una solución inmediata. “Nos tenemos que arreglar con la oferta que tenemos”, afirmó.

Recordó, además, que su antecesor en el cargo, Eduardo Rodriguez Chirillo, ya había implementado la resolución 294, diseñada para enfrentar esta coyuntura con medidas de emergencia.

Cortes de luz
Una postal conocida durante los veranos: el Gobierno suma propuestas para evitar cortes de luz.

Según explicó, esta resolución busca aumentar la oferta de energía incentivando a las plantas generadoras “a realizar pequeñas inversiones que permitan incrementar la capacidad de potencia y reserva”.

En esa misma línea, Tettamanti adelantó que se está avanzando en acuerdos con Brasil “para importar la mayor cantidad de energía posible, aunque esto dependerá de las condiciones hidroeléctricas del vecino país”.

Otra de las medidas a corto plazo consiste en coordinar con los grandes usuarios de energía eléctrica para que reduzcan su consumo durante los picos de demanda. “Eso es lo que se puede apuntar en el corto plazo”, subrayó.

Plan de contingencia para enfrentar las olas de calor

Ante la alarma surgida en meses anteriores, el Gobierno reconoció que podría haber peligro de apagones y por eso se puso a trabajar en un plan de contingencia para sumar 1.000 MW con diferentes fuentes.

“Va a ser un verano complicado, lo estamos gestionando. Tenemos un comité trabajando en medidas de mitigación. Que sean medidas de mercado, que remunere al sector privado por lo que tenga que hacer o deje de hacer. Las soluciones de fondo van a tomar tiempo para resolver los problemas que tenemos en transporte y generación”, había anticipado el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, semanas atrás.

A principios de octubre, se dio a conocer este plan, diseñado para los próximos dos años, con el objetivo de mitigar el riesgo cortes de luz tanto en hogares como en industrias. El conjunto de iniciativas que incluye el paquete resulta necesario ante la escasez de generación de energía.

La normativa establece una serie de incentivos dirigidos a las empresas generadoras de energía, con el fin de aumentar la oferta disponible.

Además, se propone un sistema de limitación de la demanda específicamente para los grandes usuarios, incentivándolos económicamente a reducir su consumo.

Sin embargo, es importante señalar que la resolución no abarca medidas para los sectores residenciales.

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