En un contexto complejo a nivel mundial por la guerra entre Rusia y Ucrania, los países que integran el G7 se reunieron en Japón. Allí se comprometieron a acelerar los procesos de descarbonización y de cambio en la matriz energética. Pero reconocieron que no es posible abandonar inversiones en gas natural y GNL.

Los ministros de Clima y Energía de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, y Japón, se dieron cita en la ciudad de Sapporo para una nueva reunión del G7. Allí, las autoridades renovaron su intención de eliminar el uso de combustibles fósiles, pero reconocieron que la coyuntura no permite cerrarles la puerta a las inversiones en gas natural y GNL, como combustibles de transición hacia las energías renovables..

En materia energética se debatieron varias cuestiones que configuran las agendas de las distintas naciones e impulsaron el uso de las renovables. En ese sentido, la guerra entre Rusia y Ucrania tuvo un lugar central entre los problemas que tiene el sector, ya que plantea un escenario de precios elevados para el gas, petróleo y electricidad.

Anunciaron que aumentarán la capacidad instalada de energía eólica offshore a 150 GW para 2030 y sumarán otros 1000 GW de energía solar.

Ante esta situación, los representantes de los países más industrializados deben balancear el suministro energético sin descuidar los objetivos climáticos establecidos. En esa línea, el documento aprobado por el foro el fin de semana, señala que, “enfrentamos una triple crisis global sin precedentes del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación que se están realimentando mutuamente, así como una crisis global energética de una escala sin antecedentes que empeoró las disrupciones sociales y económicas”.

Descarbonización y abastecimiento energético

Para solucionar la problemática de suministros eléctricos, los integrantes del G7 aseguran que la clave está en la transición energética. Por eso, anunciaron que aumentarán la capacidad instalada de energía eólica offshore a 150 GW para 2030 y sumarán otros 1000 GW de energía solar.

También acordaron promover un mayor desarrollo de la energía eólica marina flotante y se reconoció a los países que apuestan a la energía nuclear para reducir sus emisiones. Sin embargo, cabe destacar que aún no se avanza con definiciones sobre la expiración del uso del carbón en la generación eléctrica.

Por otra parte, los funcionarios reafirmaron la urgencia de reducir la dependencia con Rusia para el suministro de gas natural y GNC. En esa dirección, señalaron que se precisa de inversiones para potenciar la producción de estos recursos, siempre y cuando “se implemente de manera coherente con nuestros objetivos climáticos y sin crear efectos permanentes”, indica un comunicado expedido por el foro, y agrega: “la inversión en el sector gasífero puede ser apropiada para afrontar potenciales faltantes en el mercado generados por la crisis”.

De todas maneras, el consenso no es total en lo que refiere al rol y la demanda de gas. De hecho, Japón, que ocupa este año la presidencia del grupo y es uno de los mayores países importadores de gas natural licuado en Asia y el mundo, cree que se necesitan más inversiones para atender a una demanda creciente de GNL y presentó una propuesta.

G7, Crisis energética
El G7 fijó el domingo nuevos objetivos colectivos para `potenciar las energías renovables.

Sin embargo, esta no fue acompañada por el resto de las potencias, aunque si hubo un reconocimiento a las inversiones en amoníaco promovidas por Japón. En ese sentido, el documento marca que el hidrógeno renovable bajo en carbono y sus derivados como el amoníaco, deben desarrollarse como herramientas efectivas en el plan de reducción de emisiones.

Por último, los ministros reiteraron que el G7 no otorgará más financiamiento internacional para los combustibles fósiles (que no incluyan captura de carbono) salvo en ciertas circunstancias aún por definir.

”Finalizamos los respaldos directos gubernamentales para la generación de energía a carbón térmico sin captura de carbono para fines de 2021 y el apoyo público para el sector energético internacional de combustibles fósiles sin captura de carbono en 2022, excepto en circunstancias limitadas definidas por cada país consistentes con un 1.5 °C límite de calentamiento y los objetivos del Acuerdo de París. Cada uno de nosotros proporcionará una actualización sobre nuestro enfoque de implementación para fines de 2023”, dice el documento.

Finalmente realizaron un llamado a otras economías importantes, a bancos multilaterales de desarrollo e instituciones financieras de desarrollo bilateral, fondos multilaterales, bancos públicos y agencias relevantes para que también adopten estos compromisos.

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