De acuerdo a la ANAC los vuelos de cabotaje se estancaron, pero hay un repunte en los internacionales. El desempeño de Aerolíneas Argentinas frente a las low cost en el nuevo escenario.
La llegada del gobierno de Javier Milei significó una reconfiguración del transporte aéreo a partir de su política de cielos abiertos y la liberación del mercado, que entre otras medidas eliminó el requisito de audiencias públicas para la asignación de permisos de vuelo en pos de agilizar el acceso a nuevas rutas y fortalecer la competitividad en el sector.
En paralelo, Aerolíneas Argentinas, bajo la conducción de Fabián Lombardo, ingresó en un período de ajuste con un plan de retiro voluntario para el personal y la suspensión de varios servicios internacionales y locales considerados deficitarios, para priorizar las rutas rentables, como Miami o Cancún, en relación a La Habana o Nueva York, entre otros destinos internacionales.
La apertura del mercado y el fin de las restricciones para las compañías privadas les supone en los hechos un mejor escenario para ganar mercado. En especial, cuando la compañía de bandera comienza un proceso de retracción y cierre de rutas.
La política de cielos abiertos y un ganador inesperado
Sin embargo, mientras que durante el 2023 las low cost atravesaron una etapa de expansión, inesperadamente la tendencia en este 2024 empieza a cambiar en favor de la compañía estatal.
La actividad aerocomercial en el trimestre inicial del año evidencia dos tendencias distintas en el plano local y el internacional.
De acuerdo al informe mensual elaborado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la línea de bandera cerró marzo con un 69% de los pasajeros transportados por el país. La cifra evidencia un alza de cinco puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año pasado, bajo la conducción de Pablo Ceriani.
En contraparte, las empresas de bajo coste se encuentran en una tendencia a la baja. La participación de Flybondi en la Argentina se redujo de 21% a 20%. Mientras que JetSMART, la otra low cost de peso, bajó de 14% a 11% la cantidad de pasajeros transportados en doce meses.
Entre las explicaciones de esta mejora de la compañía estatal se encuentra el aumento del factor de ocupación de Aerolíneas Argentinas que pasó de 78% a 83% en un año, mientras que Flybondi lo mantuvo estable en 90% y JetSMART lo subió en sólo dos puntos porcentuales a 85%.
Crecimiento por un lado, estancamiento por el otro
La actividad aerocomercial en el trimestre inicial del año evidencia dos tendencias distintas en el plano local y el internacional. En los servicios domésticos hay estancamiento en las operaciones con respecto al mismo período del 2023.
Según el informe de la ANAC, la cantidad de pasajeros transportados en vuelos de cabotaje durante marzo se mantuvo, prácticamente, igual con una suba de sólo 0,5% respecto al año pasado. Con una variación que asciende al 2,4% si se analiza el acumulado de los tres primeros meses.
En contraparte, se registró una suba pronunciada en el transporte de pasajeros hacia otros países. El segmento internacional creció un 16,2% en marzo, mientras que en el trimestre la cifra sube hasta el 17,5%.
Este desequilibrio en favor de los vuelos internacionales se acentúa aún más si la medición es por cantidad de servicios. En el mercado interno los vuelos cayeron un 3,8% respecto a un año atrás, mientras que los internacionales subieron 10,4%.
El estancamiento de la actividad de cabotaje puede estar vinculado a los aumentos de precios que se registraron tanto en los pasajes como en los servicios hoteleros y gastronómicos, a partir de la devaluación de diciembre y la aceleración de la inflación. Además, el contexto económico a limitado el poder adquisitivo del ciudadano promedio haciendo caer la compra de pasajes
En este mercado más duro, los primeros resultados de la nueva gestión en la compañía estatal son positivos. Pese a estar un marco de reducción del déficit, Aerolíneas Argentina logró mejorar la participación en el mercado interno y avanza sobre las low cost.