El gobernador Ignacio Torres habló en un encuentro que reunió a actores vinculados a los combustibles limpios y pidió reglas claras. El sector espera que el incentivo a grandes inversiones impulse la producción, aunque reclama «correcciones».

El Foro de Transición Energética e Hidrógeno Verde realizado en Chubut reunió a distintos actores del sector para analizar el potencial que tiene la Argentina para producir y exportar ese combustible limpio, y el rol que le cabe a la provincia en ese escenario.

En ese contexto, empresarios, cámaras industriales y funcionarios coincidieron en que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que propone la Ley Bases podría ser un impulso crucial para la producción en la Patagonia y para industrializar los recursos energéticos locales, aprovechando la necesidad global de cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

En el evento, organizado por la provincia y la plataforma H2 Argentina, el gobernador Ignacio Torres llamó a que el Foro sirva «para ver de qué manera podemos ser una provincia que se constituya como vidriera del combustible del futuro, en una región que tiene tanto para darle al mundo como lo es la Patagonia».

«Comodoro y Chubut pueden seguir siendo el motor energético del país y pueden seguir aportando muchísimo a la Argentina, pero necesitamos calidad institucional, ser competitivos y seguridad jurídica», manifestó el gobernador.

Durante el evento, también se discutió la importancia del marco regulatorio para impulsar el desarrollo del sector y aprovechar todo su potencial.

Además, indicó que uno de los desafíos más importantes es «venderle esa energía a la industria e incluso traer esa industria a la provincia».

El desafío de Chubut ante la salida de YPF

Torres se refirió a los pasos dados por YPF para desprenderse de los yacimientos de petróleo convencional que tiene en la provincia y el resto de la región, y concentrarse en la producción shale de Vaca Muerta.

«La empresa de bandera decide replantearse las inversiones, y por eso es el momento también para que nosotros como sociedad, nos replantemos esas oportunidades que tenemos a mediano y largo plazo, porque Comodoro puede seguir siendo el motor energético de la Argentina”, dijo.

“Argentina necesita divisas”, destacó, y agregó que es hora que se entienda “la importancia de tener una agenda verde con responsabilidad”.

La posibilidad de exportar hidrógeno al mundo

Durante el evento, también se discutió la importancia del marco regulatorio para impulsar el desarrollo del sector y aprovechar todo su potencial.

Juan Carlos Villalonga, representante del Círculo de Políticas Ambientales para la PlataformaH2 Argentina, aseguró que «la posibilidad de fabricar hidrógeno implica poder exportarlo”.

«A partir del 2030 en adelante, el mercado internacional del hidrógeno será una realidad«, agregó.

Ignacio Torres, gobernador de Chubut
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, junto a especialistas durante el Foro Transición Energética e Hidrógeno Verde llevado a cabo en la provincia.

En tanto, Raúl Bertero, presidente del Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética de la Universidad de Buenos Aires (CEARE), mencionó las oportunidades que se presentan para el país con el desarrollo del hidrógeno y explicó que se exportarán productos derivados de este recurso.

Asimismo, destacó que esto facilitará la creación de polos industriales con empresas de hidroquímica, fábricas de fertilizantes y cemento, además de la producción de amoníaco.

El RIGI y los obstáculos a superar

Además, especialistas destacaron que si bien el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) tiene muchas ventajas, también hay aspectos que deben corregirse.

Por ejemplo, el plazo de ingreso establecido es de dos años, mientras que un proyecto de hidrógeno verde requiere entre 12 y 15 años para desarrollarse completamente.

Y el tope de inversión permitido por el RIGI es de 900 millones de dólares, mientras que en el sector se están considerando proyectos que superan los 20.000 millones de dólares.

También señalaron un problema clave relacionado con la saturación de las líneas de alta tensión en el sector.

Argentina cuenta con 36 mil kilómetros de líneas, pero se necesitan 40.000 adicionales.

Cada kilómetro nuevo tiene un costo aproximado de un millón de dólares, lo que implica una inversión significativa sólo en redes de transporte.

También destacaron la importancia de establecer contratos a largo plazo para el uso de la tierra, junto con estudios de impacto ambiental.

Argentina y el hidrógeno verde y azul

El hidrógeno es un elemento químico ligero que se encuentra en estado gaseoso y suele estar combinado con otros elementos en la Tierra. Puede producirse mediante diversos métodos y fuentes de energía, incluyendo procesos renovables, fósiles o híbridos.

Aunque el hidrógeno verde enfrenta desafíos como el costo de producción y requisitos de seguridad, su uso está en aumento globalmente como combustible limpio y sostenible, con proyecciones de crecimiento significativo para el futuro.

La clave es producirlo “verde”, que significa hacerlo sin contaminar, sin emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero hacia la atmósfera, la principal fuente de calentamiento global.

El hidrógeno “estrella” es el verde, que mediante un proceso de electrólisis, usa energía renovable como fuente y agua como materia prima. Pero es difícil contar con electrolizadores para producir las cantidades que se están necesitando.

Sin embargo, Argentina está más preparada para la creación de hidrógeno azul, a partir del gas natural: usando energía renovable pero no a partir de electrolizadores, sino de procesos de reformado de un recurso hidrocarburífero que abunda en el país.

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