Se alcanzaron los 70 MW, con un incremento de 32 MW en solo 12 meses, aportado por 927 nuevos generadores que consumen y aportan energía solar al sistema. También hay 958 proyectos en trámite y si se aprueban podrían sumar otros 33,2 MW.
La generación distribuida en la Argentina viene pisando fuerte. En abril alcanzó los 70 MW de capacidad instalada, casi el doble que en el mismo mes del año pasado, con un incremento de 32 MW en solo doce meses. El crecimiento tiene nombre y apellido: usuarios del sector comercial e industrial, que lideran esta transformación energética.
Los Usuarios Generadores (UG) son personas o empresas que instalan paneles solares para autoconsumo y, cuando les sobra energía, la inyectan a la red.
El segmento comercial-industrial concentra 55,6 MW, lo que representa un 79% del total nacional. Muy por debajo quedan los usuarios residenciales (7 MW), los organismos públicos (3,5 MW) y otros usuarios menores.
Este esquema no solo reduce el impacto de las tarifas eléctricas, sino que también aporta al desarrollo de las energías renovables.
La decisión de sumarse a este modelo se ve potenciada por el contexto: según un informe de la UBA y el Conicet, las tarifas eléctricas aumentaron en promedio casi un 50% interanual hasta mayo de 2024, lo que acelera el interés por generar electricidad propia.
El salto en capacidad instalada vino acompañado de un fuerte aumento en el número de usuarios: en abril de este año se sumaron 109 generadores, frente a los 46 del mismo mes en 2024. En total, en los últimos 12 meses se incorporaron 927, con 32 MW adicionales que ya están operando.
Los datos surgen de los reportes mensuales elaborados por la Secretaría de Energía, en base a información de 336 distribuidoras y cooperativas de las 14 provincias que adhirieron a la Ley 27.424 de Generación Distribuida.
Como 10 jurisdicciones aún no aplican esta normativa, se estima que el número real de proyectos y potencia instalada podría ser todavía mayor.
Otro dato clave: hay 958 proyectos en trámite, que podrían sumar 33,2 MW más si se aprueban. La generación distribuida está, literalmente, en expansión.
Los protagonistas en la generación distribuida
El informe oficial clasifica a los usuarios en cuatro segmentos: Residenciales, Comercial-Industrial, Entes u Organismos Oficiales, y una categoría general de Otros. En cantidad, el rubro residencial lidera con 1.512 usuarios conectados, seguido de cerca por el sector comercial-industrial, con 1.054.

Sin embargo, la diferencia aparece en la capacidad instalada: el segmento comercial-industrial concentra 55,6 MW, lo que representa un 79% del total nacional. Muy por debajo quedan los usuarios residenciales (7 MW), los organismos públicos (3,5 MW) y otros usuarios menores.
Una salida a los cuellos de botella en la red de alta tensión
Con las redes de alta tensión cerca del límite, los grandes parques renovables podrían enfrentar un freno. En ese contexto, la generación distribuida aparece como una alternativa real y descentralizada.
La legislación vigente permite instalaciones comunitarias de hasta 12 MW, lo que abre nuevas posibilidades para cooperativas, pymes y municipios.
Para Julio Durán, investigador consulto de la Comisión Nacional de Energía Atómica y docente en la UNSAM, este modelo tiene múltiples ventajas: “Genera empleo local, más que la centralizada; evita el problema de la falta de línea de transporte, que es una de las barreras para el crecimiento de la centralizada; y en momentos de crisis, cuando hay picos de consumo de energía, reduce ese problema”.
Además, el almacenamiento empieza a jugar un papel estratégico. “En los últimos años está creciendo mucho en el mundo el uso de baterías, en particular baterías de litio, para viviendas, hasta bancos de batería en un container. Un sistema basado en generación y almacenamiento distribuido es mucho más resistente a cualquier problema”, explicó Durán.
Aunque el panorama es prometedor, el despegue aún enfrenta obstáculos burocráticos. Durán advierte: “Las provincias tienen que adherir a la ley nacional y varias lo han hecho parcialmente. No hay uniformidad en los criterios técnicos y legales en cuanto a generación distribuida”.
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