La petrolera estatal boliviana recibió en la última semana el primero de 8 cargamentos de crudo pautados para 2024. En paralelo, la CNEA e INVAP empiezan a trabajar en conjunto para comercializar el módulo nuclear de avanzada que el mundo mira con mucho interés.

El sector energético de la Argentina es uno de los que más potencial presenta para la actividad económica del país y, principalmente, para las exportaciones. Si bien el foco suele depositarse sobre los hidrocarburos de Vaca Muerta y la Cuenca Austral, también hay espacio para el desarrollo de la industria nuclear, con décadas de recorrido en la Argentina.

La semana pasada hubo novedades en ambos segmentos. En el rubro petrolero se confirmó la venta de 150.000 barriles de petróleo a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La transacción se llevó a cabo en la terminal de Arica, al norte de Chile, que es administrada por la petrolera.

El gobierno boliviano facilita sus importaciones y apunta a concretar un proyecto para revertir un tramo del oleoducto Santa Cruz (Bolivia) – Arica (Chile).

El cargamento zarpó por barco desde la Cuenca Austral argentina y arribó a destino el 7 de marzo. El petróleo será alojado en tanques de almacenamiento en Arica y luego se transportará a las refinerías de la petrolera estatal en Bolivia.

Se trata de la primera entrega de un total de ocho, que sumaran un total de 1,6 millones de barriles durante el 2024.

Un segundo buque entregará crudo en abril y los seis restantes llegarán a finales de año.

La operación se concretó a través de Botrading S.A., un trader regional con asiento en Paraguay. La operación se enmarca en un momento crítico de la relación comercial con Bolivia.

Si bien el declive de la producción petrolera y gasífera de la nación vecina representa una oportunidad para que la Argentina emerja como el gran exportador regional de hidrocarburos, apoyada en la actividad de Vaca Muerta, a día de hoy, el país todavía depende del gas boliviano para garantizar su abastecimiento interno, debido al retraso en la obra de reversión del Gasoducto Norte, que permitirá abastecer a las provincias del Norte con la producción de la formación shale de Neuquén.

Hace unos días, el presidente Luis Arce ratificó que las exportaciones de gas se terminarían en junio, mientras que desde la secretaría de Energía de Chirillo esperan que las entregas se mantengan, al menos, hasta septiembre.

Petróleo, Bolivia, Crudo
La petrolera estatal boliviana YPFB importó desde la Argentina un cargamento de petróleo.

En tanto, el gobierno boliviano facilita sus importaciones y apunta a concretar un proyecto para revertir un tramo del oleoducto Santa Cruz (Bolivia) – Arica (Chile) con el objetivo de enviar más crudo desde su terminal trasandina. El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, aseguró recientemente que “ya está todo listo” en lo que respecta a la iniciativa.

Esto podría abrir la puerta a futuras exportaciones petroleras desde Argentina, al menos mientras el socio del Mercosur pone en marcha un plan para liberar exportaciones de hidrocarburos, con la idea de atraer inversores que reactiven la producción en sus yacimientos.

El potencial del proyecto CAREM para las exportaciones

En otro paso para potenciar las exportaciones del rubro energético, la empresa rionegrina INVAP S.A y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) anunciaron que trabajarán de forma conjunta para exportar el reactor CAREM. Ambas partes consideran que el avance de la investigación abre la posibilidad de llevar la iniciativa a una etapa comercial.

La compañía provincial de alta tecnología y la institución nuclear firmaron un memorando de entendimiento para explorar las oportunidades de exportación que surjan del proyecto de manera colaborativa.

El acto se llevó a cabo el martes con la presencia de la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis y el nuevo Gerente General y CEO de INVAP, Darío Giussi.

exportaciones de petróleo a Bolivia
El gobierno boliviano facilitó la importación de crudo para abastecer su demanda interna.

El acuerdo incluye la prospección, exploración, desarrollo y explotación de oportunidades comerciales referidas al CAREM y otras plantas nucleoléctricas, sus componentes, ingeniería, y servicios asociados.

“INVAP es la empresa que ha podido exportar reactores de investigación al mundo. La idea es poder aprovechar esa experiencia y trabajar juntos”, afirmó la gerenta de Área del Proyecto CAREM, Sol Pedre, en diálogo con el medio EconoJournal.

Este prototipo es uno de los pocos diseños de reactor SMR que están en construcción y que muestra uno de los mayores grados de avance en el mundo. Como consecuencia, despierta mucho interés a nivel global y dispara las expectativas de las entidades.

“Estamos viendo oportunidades que van más allá de exportar un reactor entero”, subrayó la gerenta del proyecto CAREM.

A día de hoy, su construcción en el complejo Atucha en Buenos Aires tiene un nivel de avance general del 65%.

 La obra civil a cargo de Nucleoeléctrica está terminada en más de un 80%. “El objetivo este año es avanzar con la fabricación de componentes, cerrar la ingeniería y empezar ya con la parte conceptual de un diseño de mayor potencia”, comentó Pedre. El prototipo tendrá una potencia eléctrica de 32 MW.

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