En los planes de la Secretaría de Energía no todo pasa por la readecuación de tarifas y la eliminación de subsidios, sino que a tono con la premisa del Gobierno nacional de desregular todos los mercados posibles se incluye como uno clave el energético.
En este escenario el Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, planteó el objetivo de poder avanzar en la determinación de la libre elección de proveedor para la energía eléctrica, es decir la posibilidad de que el usuario residencial, comercial y eventualmente el industrial elijan a quien comprar la energía eléctrica.
Esto implica también la oportunidad de abrir el mercado y sus actores en el segmento de generación a una competencia de precios que permita a cada empresa buscar sus clientes con su estrategia comercial y al usuario elegir según su criterio de calidad y precio. La figura que se utiliza es la prestación del servicio de telefonía móvil, en el que cada persona puede elegir el plan y el costo de la operadora que desee, así como pasarse de una a otra.
El Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, planteó el objetivo de poder avanzar en la determinación de la libre elección de proveedor para la energía eléctrica
La idea es nueva en la Argentina pero largamente aplicada en Europa, donde el mercado funciona según oferta y demanda en el segmento de generación, con características que también podrán aplicarse en el país con la maduración del sistema.
Para las autoridades energéticas, el mercado eléctrico argentino esta en condiciones de avanzar en breve hacia la posibilidad de “elegir el suministrador de electricidad” es decir la empresa generadora, ya sea producida en el segmento hidroeléctrico, termoeléctrico o de renovables o un mix que pueda proponer cada empresa.
No existe ninguna razón técnica, aseguran, que impida poner en marcha que cada uno pueda hacer un contrato abierto con un comercializador y el distribuidor (ejemplo Edenor y Edesur en CABA) seguir prestando el servicio público de última milla.
Pasar a este esquema, no pone en riesgo el abastecimiento para el usuario final y lejos de subir el precio lo baja.
La idea de la libre elección ya había sido planteada en la Argentina a fines de la década del 90, la meca de la desregulación de servicios, cuando tras la etapa de privatizaciones de servicios públicos se llegó a discutir una propuesta de la Secretaría de Energía, en la que todos los usuarios podrían elegir a su proveedor a partir del 2000, con la premisa de que la posibilidad de elegir al proveedor de energía eléctrica traería mayor competencia y transparencia al mercado.
Los defensores actuales de la idea garantizan que la compra directa de energía no afectará la facturación de las distribuidoras, ya que estas en sus facturas sólo deben hacer un traspaso del costo a sus usuarios, y sus ingresos están en el valor agregado de la distribución.
Es decir que los consumidores tendrán que seguir pagando el servicio para que la electricidad llegue a sus casas. El proyecto tampoco vulnera los contratos de concesión con las distribuidoras ni atenta contra la seguridad jurídica, se afirma.
La idea de la libre elección ya había sido planteada en la Argentina a fines de la década del 90, la meca de la desregulación de servicios, cuando tras la etapa de privatizaciones de servicios públicos se llegó a discutir una propuesta de la Secretaría de Energía
Nuevo esquema de la Energía: medidores inteligentes y tarifas segmentadas por horarios
Pero las novedades para el usuario eléctrico puede que no queden ahi en el corto plazo. También es idea de la actual gestión avanzar en la instalación de los medidores inteligentes, equipos que realizan la lectura y almacenamiento de los consumos de energía cada hora o fracción, de manera de facturar la demanda de cada periodo de tiempo a una tarifa diferente.
Esto también ofrece la posibilidad de que cada cliente pueda elegir la opción que le permita minimizar su factura en función de su perfil de consumo.
En los mercados eléctricos ya desarrollados, el coste del kWh cambia a lo largo del día y su precio varía dependiendo del nivel de demanda que presenta el sistema en general, pudiendo distinguirse en general tres períodos diferentes, cada uno con un importe distinto.
La hora pico es el tramo más caro ya que comprende entre las 10 y las 14, y las 18 y 22. La hora llana es el tramo de la jornada con un precio medio que de acuerdo a cada país o ciudad puede comprender entre las 8 y las 10, las 14 y las 18, y las 22 y las 24. Finalmente, la hora valle son las más baratas y por lo general coinciden en el tramo de 0 y las 8.
Conocer esto permite al usuario, en la medida de lo posible y su interés, programar su consumo eléctrico para las horas y días de menor costo reduciendo así el peso en su factura mensual.
El proyecto tampoco vulnera los contratos de concesión con las distribuidoras ni atenta contra la seguridad jurídica, se afirma.
En un mercado de competencia, las empresas podrán ofrecer también distintos planes que incorporen la posibilidad de la discriminacion horario, que permite la diferenciación por franjas horarias pero que cada una de ellas cuenta con un precio fijo, lo que permiten una planificación más precisa del gasto y el ahorro.
También se podría elegir por un plan de tarifa de luz a precio fijo, en el que el costo del KWh es independiente de la hora del día y del día de la semana, y el cliente cuenta siempre con la misma potencia, por lo que sólo se tienen en cuenta tus consumos.
O se podría elegir un plan de tarifa de luz por precios para aprovechar las bajas en el mercado mayorista. Funciona como el mercado regulado, actualmente en control de Cammesa, ya que varía en función del precio que se establezca en las subastas eléctricas lo que permite beneficiarse de manera directa de los momentos en los que el kWh está a precio bajo en el mercado.
