El auge del comercio electrónico supone un desafío para las empresas a la hora de elegir dónde ubicar sus almacenes. La mejor elección puede devenir en una reducción de costos y mayor productividad.

A la hora de seleccionar el mejor lugar para los depósitos logísticos hay algunas variables para tener en cuenta, como el tipo de producto y el modelo de atención al cliente. En términos generales, la distancia entre los centros de consumo y el almacén más cercano no debería superar los 50 kilómetros en entregas de última milla y el puerta a puerta.

En esa línea, el director de Operaciones de Celsur Logística, Gabriel García, agregó un factor clave a la hora de la elección, que es el baricentro geográfico de consumo del producto o servicio a distribuir, generalmente asociado a las grandes urbes. Además, destacó la importancia de tener en cuenta los costos que el producto puede absorber, y advirtió que, si bien al estar más cerca de las grandes ciudades mejora el servicio, sube el costo por metro cuadrado.

Los beneficios de una buena ubicación incluyen la disminución de la inactividad, ya que los procesos de carga y descarga ganan dinamismo, debido al mejor acceso de recursos e insumos necesarios. Esto también reduce los costos de traslado y permite ofrecer una mayor velocidad, flexibilidad y seguridad en los procesos de entrega.

En términos generales, la distancia entre los centros de consumo y el almacén más cercano no debería superar los 50 kilómetros en entregas de última milla y el puerta a puerta.

La importancia del lugar que ocupan los centros de depósitos logísticos ha ganado importancia a medida que crece el e-commerce. Según e-Marketer, empresa que se encarga de la investigación de mercado y comercialización digital, la Argentina fue el país con mayor crecimiento de ventas online durante 2022 con un aumento del 25,3%. Además, el país se perfila para tener la mayor tasa de compras online para 2023.

Baja vacancia para almacenes logísticos

Según un informe de Cushman & Wakefield, durante el último semestre de 2022 hubo una gran absorción de metros existentes, lo que impulsó la disponibilidad de espacios a la baja, a la vez que empujó los precios hacia arriba. A raíz del crecimiento del e-commerce y en el contexto inflacionario que transita el país, los grandes operadores logísticos optan por aumentar su stock, lo que exige que los inmuebles logísticos deban estar a la altura.

Gabriel García, director de Operaciones de Celsur Logística.

La multinacional encargada de prestar servicios inmobiliarios corporativos indicó que la vacancia ronda el 4,5 % y se espera que la tendencia a la baja continue, lo que desembocaría en un escenario favorable para los almacenes clase B. La clase B está formada por el 30% de los artículos en stock pero que generan el 15% de la actividad que se realiza en el almacén. Este grupo de stock se almacena en la zona de media rotación ya que el número de salidas no es tan frecuente como los artículos de clase A.

El informe indica que si en la actualidad una empresa quisiera buscar más de 20 mil m2 en un depósito clase A, no hay lugares disponibles. De hecho, las obras en proceso más importantes ingresan al mercado previamente alquiladas. De esta manera los precios naturalmente suben, en estos momentos el m2 más caro del mercado cotiza a US$ 8,50, para obras que todavía no están terminadas e ingresarán en dos o tres meses.

Entre las razones que condujeron a la falta de lugar, se destaca el 22% de vacancia que se alcanzó debido a la pandemia, lo que desalentó el inicio de nuevas construcciones. Si bien en retrospectiva ese momento era el propicio para comenzar nuevas obras, cuando la situación es delicada es más difícil asumir los riesgos que involucran grandes inversiones.

Para evaluar la situación de este 2023, Cushman & Wakefield brindará en junio el balance del primer semestre, aunque en abril se espera un informe más acotado sobre el comportamiento en el primer trimestre.

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