La desarrolla una empresa de Estados Unidos para poder ofrecer vuelos charter en rutas cortas a bajo costo. De qué se trata y cuáles son los desafíos que enfrenta su modelo de contratación compartida.
A la hora de pensar en vuelos privados, rápidamente se los vincula con la riqueza, el poder y la exclusividad. Sin embargo, el lanzamiento de una suerte de Uber aéreo en Estados Unidos podría empezar a cambiar este escenario.
Lo cierto es que varias empresas comenzaron a cambiar sus criterios para recibir pasajeros, tanto desde el precio como en términos de accesibilidad, con algunas compañías que los ofrecen por menos de u$s 120 a través de una app.
Uno de los casos más salientes de esta tendencia es el de KinectAir en Estados Unidos, que tiene como objetivo hacer que los viajes en aviones chárter sean más asequibles para el público. En esa línea, la aérea lanzó una nueva prestación para trayectos cortos en destinos remotos.
Para mantener los precios bajos, los modelos empleados son aviones turbohélice que emplean un motor de pistón.
“Queremos cambiar la forma en que la gente piensa sobre los vuelos cortos”, dijo la codirectora ejecutiva Katie Buss, ex piloto del ejército estadounidense.
La COO de la compañía aseguró que esperan impactar en el mercado de vuelos privados de la misma manera que lo hizo Uber con los taxis y Airbnb con la industria hotelera.
“La gente piensa que es sólo para los Bill Gates y Elon Musks del mundo. De ninguna manera es barato, pero es más accesible de lo que la mayoría de la gente piensa. En lugar de simplemente ir a Delta, queremos que la gente vea cómo sería volar en privado, sin necesidad de pasar su tarjeta de crédito ni hablar con un conserje. Es una forma totalmente diferente de viajar”, detalló Buss.
El servicio más económico que ofrece KinectAir se ubica en torno a los u$s 111, aunque depende del destino seleccionado y el punto de partida. Para mantener los precios bajos, los modelos de la firma son aviones turbohélice que emplean un motor de pistón.
Sobre este aspecto opinó el codirector ejecutivo de KinectAir, Ben Howard, quien precisó que esa diferencia de velocidad es menos crucial en un vuelo de menos de 500 millas. “Si vuelas en un avión al mismo lugar, pagarías cinco veces más y lo harías en unos pocos minutos más rápido”, agregó.
Ventajas, desventajas y desafíos del Uber aéreo
Uno de los puntos más salientes de la inciativa tiene que ver con trasladar el concepto de “viaje compartido” a la industria de la aviación, al hacer que el transporte en avionetas esté disponible mediante una aplicación.
Sin embargo, la principal ventaja del servicio es la posibilidad de recoger y dejar pasajeros en cualquier aeródromo no comercial, lo que evita los extensos procesos de control que se realizan en los aeropuertos.
Entre otros beneficios se destaca la experiencia de clase privada, un asiento con ventana garantizada y vuelos de menor altitud, que resultan en mejores vistas, y una ´programación de viajes bajo demanda.
Por el lado de las contras, debido al modelo de aviones solo se operan trayectos cortos (alrededor de 800 kilómetros) y alcanzan una menor velocidad que las unidades con turbinas.
Además, por el momento la disponibilidad es muy limitada, no hay espacio para más de un bolso o valija por persona y sigue siendo más caro que el comercial.
Según usuarios del servicio KinectAir es una alternativa viable para grupos pequeños que requieren transporte de corta distancia, especialmente en zonas remotas.
De todas maneras, la mayoría concluye que no es una buena opción para vuelos de larga distancia ni para viajes económicos de particulares.
De cara al futuro, la compañía espera atender a pasajeros individuales de manera más efectiva y asequible.
A medida que crece la flota aérea de KinectAir, la capacidad de programar vuelos como parte de un viaje compartido reduce los precios para los clientes y aumenta la disponibilidad.