El prestigioso diario reveló que tras el acuerdo con el gobierno nacional, la administración Donald Trump avanza en conversaciones para obtener un mayor acceso a un recurso crítico y al mismo tiempo restringir la presencia de China en sectores estratégicos del país.

El acuerdo económico entre Javier Milei y Donald Trump abrió una nueva fase en la relación bilateral. Según reveló The Wall Street Journal, el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, negocian actualmente un esquema para ampliar el acceso de Estados Unidos al uranio argentino, en el marco de un plan de cooperación financiera y estratégica.

La nota del medio, titulada Estados Unidos intenta abrir una brecha entre la Argentina y China, señala que Bessent busca “limitar el acceso de China a los recursos del país, incluyendo minerales críticos”, y que en las últimas semanas conversó con Caputo sobre “la posibilidad de otorgar a Estados Unidos un mayor acceso al uranio del país”.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Argentina posee 33.780 toneladas de uranio en la categoría de costo de producción de US$130 por kilogramo, un recurso considerado estratégico en la actual disputa por minerales críticos.

El artículo describe que la administración Trump pretende contrarrestar la influencia de Pekín impulsando acuerdos con empresas estadounidenses.

“Los funcionarios de la administración están tratando de contrarrestar la influencia de Pekín alentando a los líderes de la Argentina a llegar a acuerdos con empresas estadounidenses como una forma de impulsar proyectos de infraestructura e inversiones en sectores clave como las telecomunicaciones”, publicó el diario citando fuentes cercanas a las conversaciones.

El vínculo económico con China sigue siendo central: desde 2023, la Argentina mantiene un swap de monedas por US$5000 millones, y el gigante asiático continúa siendo su segundo socio comercial, detrás de Brasil.

“Estabilizar a la Argentina es ‘América primero’”, afirmó un portavoz del Departamento del Tesoro al medio estadounidense, y agregó: “Una Argentina fuerte y estable contribuye a consolidar un hemisferio occidental próspero, lo cual redunda explícitamente en el interés estratégico de Estados Unidos”.

Desde el Ministerio de Economía y la oficina presidencial, hasta el momento, no hubo respuestas oficiales.

Washington, el nuevo eje de la estrategia argentina

The Wall Street Journal recuerda que las conversaciones entre Caputo y Bessent se dan en un contexto en el que la Argentina depende cada vez más de la asistencia estadounidense.

El objetivo, según el medio, sería alentar al país a resistir la creciente presencia china, tanto en inversiones como en acuerdos tecnológicos y energéticos.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Argentina posee 33.780 toneladas de uranio en la categoría de costo de producción de US$130 por kilogramo, un recurso considerado estratégico en la actual disputa por minerales críticos.

Uranio en la Patagonia: foco de la disputa

El país cuenta con 17 proyectos de uranio, de los cuales 14 están en la Patagonia y 8 en la provincia de Chubut, que concentra la mayor cantidad de reservas. Ante el nuevo interés internacional, el gobernador Ignacio Torres reactivó gestiones para obtener control provincial sobre los yacimientos.

el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessentel y el ministro de Economía argentino, Luis Caputo.

El mandatario envió una nota formal a la CNEA reclamando el traspaso de los proyectos mineros, entre ellos Cerro Solo, el mayor reservorio de uranio del país, donde –según su planteo– “la actividad es prácticamente nula”.

Datos de la Secretaría de Minería de la Nación indican que el desarrollo del uranio en la región se encuentra en etapas tempranas, con tres proyectos actualmente en fase de exploración inicial, orientados a determinar el potencial geológico y la cantidad de mineral disponible.

Tierras raras y tensión global

El interés estadounidense también se explica por el contexto geopolítico. Luego de los aranceles “recíprocos” anunciados por Trump, China impuso restricciones a la exportación de siete minerales de tierras raras, claves para la industria tecnológica y de defensa.

Las empresas que deseen exportarlos ahora deben obtener licencias especiales, lo que reconfigura el mapa global del suministro.

Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos esenciales para la fabricación de productos de alta tecnología, desde microchips hasta vehículos eléctricos.

Aunque son abundantes en la naturaleza, su obtención es compleja, y China domina tanto la extracción como el procesamiento: concentra el 61% de la producción mundial y el 92% de su refinación, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Comentarios

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)