El consumo volvió a crecer impulsado por las naftas, aunque persisten las dificultades en segmentos clave. Se sigue destacando la demanda por las premium. Contrastes en distintas zonas del país.
La recuperación en la venta de combustibles en Argentina comienza a mostrar señales concretas de sostenimiento, tras más de un año de retrocesos. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía, en abril el volumen expendido al público en estaciones de servicio alcanzó los 1.323.215 metros cúbicos, lo que representa un incremento interanual del 2,08%, luego de un 2024 de niveles muy bajos.
Este dato consolida la tendencia ascendente iniciada en marzo y es recibido como un alivio por un sector golpeado por una larga contracción. El crecimiento más pronunciado se observó en el segmento de las naftas, con una suba interanual del 5,03%.
El gasoil común mostró una caída del 8,05% interanual.
Como sucede desde principio de año, se destacó el desempeño de la nafta Premium con un sólido aumento del 19,82% en comparación con abril de 2024, cuando en cambio era la opción de mayor retroceso. Este comportamiento fue interpretado por operadores como un indicio del perfil de consumo de los sectores que aún mantienen poder adquisitivo y priorizan productos de mayor calidad.
A contramano, el gasoil común mostró una caída del 8,05% interanual, mientras que el total de ventas de gasoil retrocedió un 1,59%. “Este descenso no es un dato menor, ya que el gasoil es clave para actividades como el agro, el transporte de cargas y la industria, que todavía muestran signos de estancamiento”, señalan desde el sector.
A pesar de esta baja general, el gasoil grado 3 —de mejor calidad y bajo contenido de azufre— registró un crecimiento del 11,31%, lo que también marca una posible reconfiguración del consumo hacia productos menos contaminantes o de uso específico.
Ventas de combustibles por marca y provincia
Puma Energy fue la que más creció en ventas al público, con una suba interanual del 13,05%, seguida por Shell (7,73%) y AXION energy (5,48%). YPF, que domina en términos de volumen total, mejoró un 3,39%.
El aumento se registró en 13 provincias con Formosa a la cabeza, registrando un crecimiento del 14,95%. En segundo lugar quedó en Tierra del Fuego (11,14%) y más atrás Santiago del Estero (10,58%).

En el otro extremo, Tucumán sufrió una caída del 11,20%, mientras que la Ciudad de Buenos Aires retrocedió un 10,37% y Santa Cruz un 7,66%. Estos contrastes pueden estar vinculados a diferencias en la actividad económica regional, políticas provinciales o variaciones en los precios relativos.
Los analistas destacan que “el repunte por segundo mes consecutivo es un dato alentador”, aunque advierten que aún es temprano para hablar de una recuperación consolidada. El sector mantiene la cautela y pone la mirada en la evolución de los factores macroeconómicos que inciden directamente sobre el consumo, como la inflación, el nivel de actividad y los ingresos reales.
La expectativa gira en torno a la posibilidad de que se reactive la demanda industrial y agrícola, lo que permitiría arrastrar también al gasoil, todavía rezagado.
El autodespacho de combustibles habilitado
El Gobierno estableció los requisitos para que las estaciones de servicio implementen el sistema de autodespacho de combustibles, permitiendo a los usuarios cargar combustible sin intervención directa del personal.
Para obtener la autorización, las estaciones deben presentar documentación que incluya un certificado de auditoría de seguridad, planos de distribución y detalles sobre la modalidad de autodespacho a implementar. Además, se exige la instalación de una cabina de control desde donde el operador pueda supervisar y, si es necesario, detener de forma remota la operación de los surtidores.
Los requisitos de seguridad incluyen la instalación de dispositivos de corte de emergencia en los surtidores, señalización visible que prohíba fumar y control remoto de la carga de combustible. También se establece que las mangueras de combustible no deben exceder los 3.5 metros de longitud.
Las estaciones deberán contar con personal de supervisión presente en el sitio para asistir a los usuarios en caso de emergencia, aunque este personal se enfocará principalmente en la vigilancia y no en la intervención directa durante el proceso de carga. El incumplimiento de las normativas puede acarrear sanciones que van desde multas hasta la clausura preventiva de la estación.