Será el primero del país y apunta a responder a un problema creciente: la falta de personal calificado para el no convencional. Esperan que la iniciativa de Fundación YPF también eleve los estándares de seguridad.
La industria hidrocarburífera en Vaca Muerta se prepara para incorporar una herramienta innovadora para atender un cuello de botella cada vez más problemático: la falta de personal calificado. Se trata de la inauguración del primer “pozo escuela” del país, un espacio donde los operarios pueden aprender de manera práctica in situ.
El objetivo es fortalecer la capacitación técnica de los futuros trabajadores frente al crecimiento sostenido de la producción no convencional, que demanda cada vez más especialistas.
La magnitud de los desarrollos proyectados en la región exige una formación que no solo responda en cantidad, sino también en calidad, al ritmo que marca la expansión del shale argentino.
Los planes contemplan que estudiantes realicen prácticas bajo supervisión docente.
El pozo escuela se integrará al Instituto Vaca Muerta y funcionará como un espacio pedagógico que replicará condiciones reales de perforación, fractura y mantenimiento. Así, los estudiantes podrán acortar la distancia entre los contenidos teóricos que se imparten en el sistema educativo y los requerimientos concretos del trabajo en campo.
Según detallaron desde la Fundación YPF, “este pozo escuela no es solo una herramienta pedagógica, es un puente directo entre la escuela y el campo petrolero”, con énfasis en estándares de seguridad, digitalización y eficiencia.
La iniciativa se presenta cuando el sector de los hidrocarburos se ha convertido en uno de los principales motores del empleo en la Argentina.
Un proyecto educativo para mejorar la seguridad en Vaca Muerta
Los planes contemplan que estudiantes de tecnicaturas y programas de formación profesional realicen prácticas bajo supervisión docente, con el respaldo de sistemas de seguridad adecuados.
En esta infraestructura se incluirán líneas de alta presión, equipos de bombeo para simular fractura hidráulica y laboratorios especializados en análisis de arenas, geles y calidad de agua.
También se prevé la instalación de unidades didácticas orientadas al tratamiento de fluidos, separación de fases y mantenimiento industrial.
Uno de los efectos esperados del proyecto es una disminución de errores en los procesos productivos y una reducción de la accidentabilidad en los yacimientos, al contar con trabajadores que hayan atravesado una experiencia formativa aplicada.
La propuesta también busca incrementar la empleabilidad de los jóvenes de la región mediante prácticas que reproduzcan el entorno operativo real de la industria, sin los riesgos asociados al trabajo directo en los pozos.
El proyecto se complementará con un campus virtual que permitirá hacer seguimiento individualizado del desempeño de cada estudiante, al tiempo que facilitará instancias de formación remota.
Esta modalidad permitirá articular la propuesta educativa con una lógica más flexible y modular, adaptada a las necesidades de los trabajadores y de las empresas del sector.

Además del pozo escuela, el plan contempla prácticas profesionalizantes en articulación con compañías como Halliburton, Schlumberger, AESA y TotalEnergies.
Se prevé también la integración de más de 30 instituciones técnicas de Neuquén y Río Negro, que serán fortalecidas con nuevo equipamiento y capacitaciones específicas para 540 docentes, con el objetivo de consolidar una red formativa alineada con los requerimientos del sector energético.
Antecedentes en el exterior
El modelo no es inédito a nivel internacional. Países como México, Colombia y Canadá ya implementaron dispositivos similares, con resultados positivos en términos de productividad y adaptación laboral.
Representantes de la Fundación YPF visitaron recientemente instalaciones de este tipo, como el pozo escuela de Tenaris en Veracruz y el SAIT en Alberta, Canadá, con el propósito de incorporar las mejores prácticas internacionales al diseño argentino.
“El desafío es acercar la innovación tecnológica de Vaca Muerta al sistema educativo”, explicaron los responsables del proyecto.
Las estimaciones del sector indican que los perfiles con mayor demanda en los próximos años serán los de operadores de perforación, fractura y producción, técnicos en automatización, especialistas en mantenimiento y expertos en yacimiento digital.
La etapa de perforación, en particular, requerirá una capacitación intensiva, razón por la cual el pozo escuela priorizará la enseñanza práctica mediante simuladores de última generación y equipamiento industrial real.