Llegará en julio, luego del que ya se incorporó hace dos meses Tenaris, por lo que ahora habrá 11 equipos operativos en la formación. Aumentar la cantidad es clave para poder intensificar la producción.
Tras un primer cuatrimestre con excelentes resultados para Vaca Muerta y un mayo en el que se sostuvo el nivel de actividad, la formación recibirá en julio un nuevo set de fractura y perforadores, un conjunto de bombas de alta presión que facilita la extracción de petróleo y gas atrapados en la roca madre.
Lo aporta la empresa canadiense Calfrac, especializada en servicios, que ya opera un set de alta potencia en el área. Y el nuevo equipo se agrega al que hace solo dos meses sumó Tenaris, del Grupo Techint, que fue el décimo el décimo en entrar en operación.
La novedad del set número 11 para Vaca Muerta consilida un avance significativo, especialmente teniendo en cuenta los problemas de 2023, cuando la actividad se vio amenazada por las dificultades para importar equipos y repuestos fundamentales para mantenerlos operativos.
Con este nuevo set, que contará con alrededor de 25 bombas, Calferac busca consolidarse como un actor importante en el segmento. Hoy, ya pudo sortear las dificultades relacionadas con la importación, y casi todas las bombas ya se encuentran en el país.
El set número 11 en Vaca Muerta consolida un avance significativo, especialmente teniendo en cuenta los problemas de 2023, cuando la actividad se vio amenazada por las dificultades para importar equipos y repuestos.
Los sets de fractura y sus repuestos son equipos altamente demandados y esenciales para las operaciones, pero todavía escasos en toda la formación de roca madre.
El mercado de fracturas en Vaca Muerta está dominado por la empresa estadounidense Halliburton, con cuatro sets, seguida por la francesa SLB (anteriormente Schlumberger) con dos sets.
SLB ahora compite directamente con Tenaris, que también opera dos sets.
Calfrac busca alcanzar esa segunda posición compartida, mientras que Weatherford cuenta con un solo set y San Antonio Internacional (SAI) se encuentra un poco rezagada en términos de potencia de sus bombas.
Cuellos de botella que afectan el crecimiento en Vaca Muerta
El escenario de mediano plazo anticipa que Vaca Muerta seguirá superando límites para convertir a la Argentina en un país exportador neto de hidrocarburos, pero el crecimiento también tiene sus crisis que afrontar y resolver.
Las proyecciones en el caso del petróleo, por ejemplo, indican que en tres años Vaca Muerta podría duplicar su producción actual de poco más de 300.000 barriles diarios, lo que significaría para el país ingresos por exportaciones por más de US$ 10.000 millones, teniendo en cuenta que todo el incremental podrá enviarse al exterior ya que el mercado local de las refinerías se encuentra largamente abastecido.
Pero esa primera meta, previa a pensar en el millón de barriles, demandará casi duplicar a la vez la cantidad de equipos de fractura con el que puedan contar las empresas de servicios especiales.
Las necesidades pasan por los equipos pesados de perforación de pozos, de los equipos de fractura que permitan inyectar las toneladas de arena, agua y aditivos, así como las plantas de tratamiento, de transporte y almacenamiento, en momentos en que el mundo también tiene una alta demanda, que obliga a una competencia de las operadoras locales.
Todo eso tiene, claramente, necesidades de infraestructura para la producción, tal como se define a la necesidad de nuevas rutas principales y locales, nuevas flotas de camiones, extensión de servicios de energía, así como todo tipo de bienes y servicios para apuntalar el movimiento de miles de trabajadores.
