El retroceso se explica por una contracción en los consumos residencial y comercial. El avance de las fuentes limpias estuvieron impulsadas por la solar y la eólica.
El balance de marzo mostró señales cruzadas en el sistema eléctrico argentino: mientras la demanda total bajó, la generación renovable alcanzó un récord histórico. Así lo reveló la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), con datos del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
La demanda neta de energía alcanzó los 11.652,2 GWh, lo que representa una caída interanual del 2,5%.
El retroceso se explica, en parte, por un marzo más cálido de lo habitual (23,4 °C promedio frente a los 21,7 °C históricos) y una contracción en los consumos residencial y comercial.
Esta suba de las renovables (solar y eólica) contrasta con la fuerte caída de la generación hidroeléctrica, que bajó un 16% como consecuencia de los bajos caudales en los ríos Paraná, Uruguay y las cuencas del Comahue.
El único sector que mostró una leve suba fue el industrial, con un crecimiento del 0,9% y un consumo de 3.108,9 GWh.
A pesar de la caída global, la demanda máxima de potencia se disparó un 19,5% en comparación con marzo del año pasado, lo que reflejó picos de consumo puntuales que exigieron respuestas más rápidas del sistema.
Renovables récord en el sistema eléctrico argentino
El dato más positivo del mes llegó desde el frente renovable: con 2.056,3 GWh generados, marzo marcó un nuevo récord histórico. El crecimiento está apalancado en un salto del 18,8% en la potencia instalada eólica y solar respecto al mismo mes de 2024.
Esta suba contrasta con la fuerte caída de la generación hidroeléctrica, que bajó un 16% como consecuencia de los bajos caudales en los ríos Paraná, Uruguay y las cuencas del Comahue. Para compensar el déficit hídrico, la generación térmica creció un 2,1% interanual.
En cambio, se registró nuevamente una baja en la generación de las centrales nucleares. La razón principal sigue siendo la parada programada de Atucha I por trabajos de extensión de vida útil. Embalse y Atucha II siguieron operando con normalidad.
La matriz energética argentina sigue dominada por los combustibles fósiles —gas, fueloil y gasoil—, aunque las renovables siguen ganando espacio.

Según cifras oficiales, las fuentes no hidroeléctricas aportaron el 16% de la electricidad consumida durante 2024, y ese porcentaje se mantuvo estable en los primeros meses de 2025.
En ese marco, el gobierno adjudicó nuevas obras para ampliar el parque renovable y estableció que las empresas con alta demanda eléctrica deben garantizar que al menos el 20% de su consumo provenga de energías verdes.
Esa medida, lanzada a inicios de este año, derivó en una ola de contratos entre grandes consumidores —como petroleras y automotrices— y generadoras renovables.
Flujo regional de energía
En cuanto al intercambio con países vecinos, Argentina terminó marzo con un saldo casi neutro: importó 147 GWh (en su mayoría desde Brasil) y exportó 116,5 GWh (principalmente a Uruguay).

Parte de estas transacciones corresponde a energía en tránsito, en el marco de los acuerdos regionales del Mercosur, que permiten que Brasil utilice redes argentinas para abastecer a Uruguay.
Las importaciones incluyeron también préstamos hidráulicos que deben ser devueltos antes del verano y compras térmicas en firme. Además, Argentina compró excedentes desde Uruguay cuando Salto Grande enfrentó riesgos de vertimiento.
El precio monómico promedio de la energía en marzo fue de $70.426/MWh (unos U$S 65,9/MWh), sin contemplar el costo del transporte. Este valor surge del cruce de múltiples variables: contratos de abastecimiento renovable, sobrecostos de combustibles y ajustes transitorios. La actualización se realizó bajo la Resolución 27/2025 de la Secretaría de Energía.
América Latina, también con renovables en alza
El crecimiento renovable no fue exclusivo de Argentina. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena), en 2024 se instalaron más de 24.000 MW de capacidad renovable en América Latina, con un abrumador 83% de origen solar fotovoltaico.
En generación, el 2024 también fue récord para América del Sur, con Brasil a la cabeza tanto en capacidad instalada como en volumen de energía generada. Lo siguen, a distancia, Chile, Colombia y la Argentina.