Se espera que alcance los 76,3 millones de toneladas, superando en un 7% la marca del año anterior. El impulso se da principalmente en América del del Sur y el Norte, y en Asia. La oportunidad que se abre para la Argentina tras un año difícil.

El Consejo Internacional de Granos (IGC) proyecta que la producción mundial de biodiésel, incluyendo el HVO -fabricado principalmente a partir de desechos y residuos-, alcanzará este año los 76,3 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 7% respecto al año anterior.

En 2023, ya se había logrado un récord de 71,5 millones de toneladas, lo que representó un aumento del 11% en comparación con el año previo.

Del procesamiento del grano de soja se obtienen aceite, concentrados y harinas proteínicas. A través del proceso químico de transesterificación, en el cual el aceite se combina con alcohol, se producen ésteres metílicos, es decir, biodiésel.

En este contexto, Argentina aparece en el radar de este segmento: se espera que las exportaciones de harina y aceite de soja del país, fundamentales para la expansión del biodiésel, crezcan significativamente en 2023/24 y 2024/25 debido a las cosechas previsiblemente más grandes.

A pesar de haber registrado la peor cosecha en más de dos décadas, producto de la sequía, Argentina siguió siendo con gran diferencia el mayor exportador de harina y aceite de soja en 2022/23.

En los últimos años, Estados Unidos, Brasil e Indonesia han incrementado su producción de biodiésel de manera notable, y estos tres países ahora representan casi el 60% de la producción global, en contraste con el 3% de hace diez años.

Los 27 países de la Unión Europea siguen siendo los principales productores de biodiésel, aunque en el último registro la producción se mantuvo casi sin cambios respecto a 2022.

En los años recientes, Estados Unidos, Brasil e Indonesia han incrementado su producción de biodiésel de manera notable, y estos tres países ahora representan casi el 60% de la producción global, en contraste con el 3% de hace diez años.

En Estados Unidos, la producción de biodiésel y HVO casi se ha duplicado desde 2020, alcanzando casi 20 millones de toneladas, y se espera que aumente aún más a 21 millones de toneladas en 2024.

La harina de soja es la materia principal de la producción de biodiésel en América del Norte y América del Sur. Representa casi el 80% en peso de la semilla de soja y, con un costo aproximado de 420 euros por tonelada, es el motor económico detrás de la expansión de la producción de biodiésel.

Más soja destinada al biodiésel

El continuo incremento en la oferta de aceite de soja asociado a la producción de harina de soja ha impulsado un notable aumento en la demanda global de biodiésel de soja, que se espera alcance un récord de 6,4 millones de toneladas en 2024/25, frente a los 5,9 millones de toneladas del año anterior.

La mayor demanda de harina de soja está fomentando expansiones en la superficie cultivada de esta oleaginosa. En contraste, el consumo de aceite de soja como alimento se ha mantenido prácticamente estable, según investigaciones de Agrarmarkt Informations-Gesellschaft (mbH).

biocombustibles
Las exportaciones argentinas de harina y aceite de soja del país, fundamentales para la expansión del biodiésel, crezcan significativamente en 2023/24

Las exportaciones de harina de soja de Estados Unidos también podrían alcanzar un récord de 15,7 millones de toneladas en 2024/25, frente a los 14,3 millones del año anterior, aunque el potencial exportador estará limitado por el incremento del consumo interno.

En Brasil, las grandes cosechas son suficientes para cubrir tanto la demanda nacional como las exportaciones.

Cabe destacar que ese país ha promovido durante varias décadas una estrategia de combustibles que combina el uso de gasolina/bioetanol en automóviles de pasajeros y diesel/biodiésel en vehículos pesados. Con el aumento de dos puntos porcentuales en la cuota de mezcla a B14 (14% de biodiésel), el consumo interno del biocombustible en vehículos pesados crecerá en consecuencia.

Se espera una mejor performance en Argentina

De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la producción local de biodiésel llegó el año pasado a mínimos del 2008, cuando la capacidad productiva era un 62% menor que la actual.

Esto se debió a una multiplicidad de factores que incluyen la caída de mercados externos y la sequía, pero principalmente tiene que ver con la falta de un sendero claro para la industria.

El informe de BCR reveló que las ventas del biocombustible, tanto en exportaciones como las destinadas al mercado doméstico a través del corte obligatorio del gasoil, han sido de poco más de 800 mil toneladas en la campaña 2022/23, un volumen levemente superior al de 2007/08, que fue de 700 mil toneladas, pero inferior al logrado en 2008/09, que llegó a 1,36 millones.

“La sequía de la última cosecha recortó la producción agroindustrial del país. Y la soja fue uno de los cultivos más castigados por la falta de lluvias. En este contexto, el biodiésel no estuvo ajeno a esta situación, considerando que en Argentina la totalidad de este biocombustible se produce con aceite de soja”, destacó el documento.

De todas maneras, el inicio de 2024 muestra una tendencia un poco más positiva con una producción de 70.000 toneladas de enero, que implica un alza del 15% respecto al mismo mes del 2023. A pesar de que el promedio sigue siendo un 25% más bajo que en los últimos cinco años, hay expectativas de que la industria crezca.

“Con una mejora de los precios y las condiciones comerciales, se viene reactivando la dinámica exportadora del biodiésel argentino de cara a la nueva cosecha. Se espera una mejora en los despachos al exterior con la nueva campaña”, afirmaron los técnicos.

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