Después de múltiples postergaciones, intervenciones y cambios de contratista, una de las intervenciones más esperadas en el centro de la red metropolitana entra en su etapa final y promete mejorar la circulación entre tres líneas.
Uno de los proyectos más ambiciosos de conectividad del subte en el centro porteño, se acercan finalmente a su conclusión tras siete años de trabajos y múltiples contratiempos. Iniciadas formalmente a fines de 2017, las tareas apuntan a mejorar la circulación y los accesos en uno de los puntos neurálgicos del sistema de transporte de la Ciudad de Buenos Aires: el Nodo Obelisco.
Entre los avances más recientes se destaca la habilitación de un ascensor que conecta el andén de la estación 9 de Julio de la línea D con la vereda de la Avenida Presidente Roque Sáenz Peña, un componente que formaba parte del plan original y cuya incorporación marca un paso clave hacia la finalización del conjunto.
El proyecto inicial se hizo en 2012, y fue replanteado en 2016 para adaptarlo a la llegada del Metrobus. Finalmente, en 2017 se iniciaron formalmente las obras.
El proyecto contempla también un nuevo pasillo de combinación entre las líneas B y C, paralelo al andén sentido a Catedral de la estación 9 de Julio de la línea D. Aunque este corredor fue inaugurado en 2023, aún quedan tareas pendientes en su conexión con la estación Diagonal Norte de la línea C.
La boca de salida hacia esa estación permanece cerrada mientras se completan los trabajos restantes, cuya finalización está prevista para los próximos meses. Esta vía alternativa busca optimizar el tránsito de pasajeros que deben realizar combinaciones entre ambas líneas, sin tener que utilizar el andén de la línea D como se hizo durante años.
La larga historia del proyecto
La iniciativa actual fue replanteada en 2016, luego de que una versión anterior lanzada en 2012 se viera afectada por la superposición con las obras del Metrobús sobre la Avenida 9 de Julio. A partir de esa reconfiguración, Subterráneos de Buenos Aires retomó el desarrollo del nodo con nuevas licitaciones y etapas de ejecución.
La planificación fue secuencial e incluyó la apertura de accesos, la construcción de vestíbulos con boletería y la creación de pasajes peatonales para descomprimir sectores de alto flujo.
Una de las etapas iniciales se concretó en agosto de 2019, con la apertura de un nuevo ingreso sobre la calle Sarmiento al 800. Esta intervención sumó escaleras mecánicas, ascensores y un vestíbulo que conecta con los andenes de las líneas D y C.

En febrero de 2020 se amplió la conexión hacia el andén sentido a Retiro de la estación Diagonal Norte. No obstante, a pesar de su relativa novedad, esta zona ya presenta signos de desgaste y mantenimiento insuficiente. Según pudo observarse, «la presencia de filtraciones, luminarias rotas y un ambiente poco higiénico contrastan con lo esperado para una obra de estas características».
La obra del subte durante la pandemia
La tercera y última fase del proyecto se enfocó en completar el nuevo pasillo de combinación y resolver tareas pendientes en las conexiones con estaciones adyacentes. Este tramo sufrió demoras considerables, en parte por la interrupción de actividades durante los meses críticos de la pandemia en 2020.
En 2021, la administración porteña decidió rescindir el contrato con la empresa constructora a cargo debido a problemas en la ejecución. El proceso fue retomado tras una nueva licitación, adjudicada a principios de 2022 a la unión transitoria de empresas SES-Construere.
Durante varios meses, los trabajos avanzaron con lentitud, hasta que en 2023 se intensificaron con el objetivo de concluir en el marco de un año electoral. Aunque no se logró cumplir con los plazos previstos, el ritmo de obra mejoró y permitió habilitar parcialmente algunos sectores antes del cierre del año.
La financiación de este nodo provino parcialmente de un crédito por 105 millones de dólares otorgado por el Banco Europeo de Inversiones. El préstamo se destinó no solo a este proyecto, sino también a mejoras generales en el sistema, como la modernización del señalamiento en la línea D y la actualización de subestaciones eléctricas.