Periodista especializada en Minería, Energía y Ambiente.

De completarse en los próximos años los planes en marcha, Argentina podría alcanzar una capacidad potencial superior a las 300.000 toneladas de carbonato de litio por año, lo que la posicionaría como uno de los primeros productores globales del insumo crítico para la fabricación de baterías de autos eléctricos.

Si bien el oro y la plata son los principales minerales que produce Argentina, ya que representan más del 70% de las exportaciones totales del sector minero, el mayor potencial de crecimiento se presenta en el litio y el cobre.

En el primer caso, la puesta en marcha en junio de la tercera planta productora de carbonato de litio del país, la segunda en la provincia de Jujuy, más las ampliaciones de las operaciones que ya producen, el avance en la construcción de otros cinco proyectos que están en proceso de ejecución de la ingeniería de detalle y otros tres en etapas avanzadas, podrían posicionar al país hacia 2030 como un importante actor geopolítico, explicando al menos el 20% de la oferta total de este insumo crítico para la fabricación de baterías de autos eléctricos.

En ese marco, se debate internamente cómo aprovechar y potenciar los ingresos para el país y las provincias a partir de la extracción del recurso: desde proyectos para fabricar baterías de litio, avanzando en planes de industrialización, hasta la propuesta para nacionalizar su gestión –hoy, en manos de las provincias- y considerarlo “recurso estratégico”, con el fin de coordinar con los países de la región y establecer un precio unificado.

De completarse en los próximos años los planes en marcha, la inversión total para el sector del litio en Argentina podría superar los 6.000 millones de dólares.

En litio, durante 2022, el país alcanzó una producción de alrededor 37.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (o LCE, en siglas en inglés) desde las dos únicas plantas en fase productiva -hasta hace menos de un mes, ahora son tres-, lo que representa cerca del 6,2% de la producción del mundo, de acuerdo con los datos de 2022 del Servicio Geológico de Estados Unidos (o USGS, por las siglas en inglés de United States Geological Survey).

Esas dos plantas, ambas en pleno proceso de ampliación de sus capacidades productivas, son el Proyecto Fénix de la firma estadounidense Livent, en Catamarca, que opera desde fines de los ’90 y el Proyecto Olaroz, que comenzó a producir en 2014 en Jujuy y está a cargo de la australiana Allkem, asociada con la japonesa Toyota y la empresa del estado jujeño Jemse.

El 10 de mayo último, Livent y Allkem anunciaron su fusión para crear NewCo, una empresa global para la producción de litio.

Para la tercera planta, que aspira este año a lograr una producción inicial de 10.000 toneladas de LCE hasta, gradualmente, alcanzar su capacidad total de 40.000 toneladas para 2024, se totalizó una inversión de unos 1.000 millones de dólares en cerca de seis años.

Se trata del yacimiento Cauchari-Olaroz, operado por Minera Exar, que es una sociedad argentina cuyos accionistas mayoritarios son la canadiense Lithium Americas Corp y la china Ganfeng Lithium, y que cuenta también con una participación del 8,5% de la firma local Jemse.

Livent, Jujuy, Catamarca, Salta
En litio, durante 2022, el país alcanzó una producción de alrededor 37.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente.

Actualmente, Cauchari-Olaroz genera más de 2100 empleos, entre trabajadores directos e indirectos. Más del 60% de las personas que trabajan en el Proyecto y en las oficinas de San Salvador, proviene de la provincia de Jujuy; y un 27% más, del resto del NOA argentino.

“La producción inicial lograda como parte de la puesta en marcha es un paso emocionante a medida que Cauchari-Olaroz continúa avanzando hacia la primera producción de carbonato de litio con calidad de batería”, dijo Jonathan Evans, presidente y director ejecutivo de Lithium Americas, al inaugurar la planta.

De completarse en los próximos años los planes en marcha, la inversión total para el sector del litio en Argentina podría superar los 6.000 millones de dólares. Todo eso daría una capacidad potencial superior a las 300.000 toneladas de carbonato de litio por año, que podrían ubicar al país entre los tres primeros productores globales junto con Australia, superando a Chile.

Dónde están los próximos proyectos

Tres de los cinco proyectos en construcción están ubicados en la provincia de Salta: se trata del proyecto Centenario Ratones, de la francesa Eramet en asociación con la china Tsingshan, con un desembolso estimado de más de US$ 600 millones y una capacidad de 24.000 toneladas de LCE; el proyecto Mariana, de la firma china Ganfeng Lithium, con una inversión de más de US$ 240 millones y una producción anual de 10.000 toneladas del insumo para baterías; y el proyecto Sal de Oro, de la empresa surcoreana Posco, que comprometió unos US$ 500 millones para elaborar 25.000 toneladas de LCE cuando inicie su fase operativa.

La segunda provincia con proyectos en construcción es Catamarca: tiene en marcha Sal de Vida, de la firma Allkem, que estima un desembolso de casi US$ 500 millones y una capacidad instalada de 25.000 toneladas de carbonato de litio y Tres Quebradas, de la china Zijin Mining, con una inversión de US$ 319 millones y una producción de 20.000 toneladas del mismo producto.

En paralelo, se cuentan unos cuatro proyectos en factibilidad; los más avanzados están en Salta, que si bien hasta hoy no produce este producto crítico para la electromovilidad en poco tiempo podría sacarle amplia ventaja a las limitrofes Jujuy y Catamarca que llevan la delantera como productoras.

Se trata de los proyectos Pastos Grandes, de la canadiense Lithium Americas, con una inversión aproximada de US$ 450 millones y una capacidad instalada prevista de 24.000 toneladas anuales de LCE, y el proyecto Salar del Rincón, de la

Los otros dos proyectos que estudian su factibilidad son Cauchari, de Allkem, en Jujuy, y Kachi, en Catamarca, de la australiana Lake Resources, ambos con una capacidad potencial de 25.000 toneladas de carbonato de litio cada uno.

Salares, NOA, litio
El Proyecto Olaroz, que comenzó a producir en 2014 en Jujuy, está a cargo de la australiana Allkem.

Luego, los proyectos que tienen importantes grados de avance están mayormente en Salta. Se trata de PPG, de la firma Lítica Resources, creada por la petrolera Pluspetrol; Sal de los Ángeles, de la china Tibet Summit; Salar del Jombre Muerto Norte, de la empresa canadiense NRG Metals; Salar del Rincón de la firma australiana Argosy Minerals.

Este puñado está en una etapa de evaluación económica preliminar (PEA, según siglas en inglés) y en conjunto sumarían una inversión de casi 800 millones de dólares y una capacidad instalada de 65.000 toneladas de carbonato de litio.

Otro emprendimiento está en esta instancia de estudio en Catamarca: se llama Hombre Muerto Oeste, en manos de la compañía de origen australiano Galan Lithium, y podría requerir más de US$ 439 millones para su inicio con un objetivo de producción de 20.000 toneladas del mismo producto.

En paralelo, se calcula que hay actualmente otros 25 proyectos mineros más que tienen al litio como mineral principal y están en una fase exploratoria avanzada. En tanto, en una etapa de exploración inicial, se estima que hay más de 50 emprendimientos.

Desde el sector aseguran que “Argentina es el país de la región que más inversiones está recibiendo para el desarrollo del litio”, mientras esperan un marco normativo que aporte certezas sobre las regalías y las exportaciones.

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