Diseñador industrial, Profesor universitario y periodista especializado en Transporte.

Son tiempos de vivir en megaciudades para muchas personas; en que la noche y la madrugada exhiben camiones livianos destinados a reposición de mercaderías, especialmente alimentos, pero también otros productos.

La ciudad es un organismo vivo que se autorrepara y se restablece durante el tiempo en que otros descansan. No para, solo cambia de actores. El segmento de camiones livianos de logística y distribución está en auge, ya que las empresas deben asegurar volumen y reposición en tiempo y forma.

Para esto las terminales automotrices que ofrecen camiones livianos en esta parte del mundo compiten con sus productos más refinados y tecnológicos. El segmento entre las 6 y las 12 toneladas encuentra a los grandes oferentes con una o más propuestas, entre las que se pueden establecer infinitas combinaciones, sea de porte, dimensiones, potencias o tecnología.

Todos participan

La presencia en las ferias y eventos de todo el país indica el valor que se le asigna a estos camiones. Foto: FREDDYCAM

Esta particular gama de productos debe pensarse para respuestas ágiles y veloces; transitando en ciudades modernas o antiguas, en las cuales cambia sensiblemente la prestación, sea que el radio de giro y la longitud carrozable están condicionados por la distancia entre ejes del vehículo.

Otro aspecto fundamental es la altura de la carga respecto del suelo; esto facilitará la tarea de descarga, esencial para la rápida operación dentro del tejido urbano, especialmente cuando los comercios minoristas de destino ya abrieron y se extiende el horario comercial. En este caso ya estamos hablando de una operación muy veloz y precisa, en la que un buen diseño de la hoja de ruta es esencial.

Producidos en la región

En exposiciones a campo los camiones de distribución pueden parecer extraños, sin embargo una urbanización y su consecuente demanda de distribución, pueden no estar lejos. Foto: FREDDYCAM

Una de las premisas fundamentales para lograr una tasa de renovación de unidades en este segmento es el poder contar con stock de chasis de producción local/regional, este es un producto de alta rotación y que debe integrar flotas en gran número, dada la extensión de zonas en tejidos urbanos.

Por esto es que en el número de unidades comercializadas se sitúan en los primeros puestos en aquellas terminales automotrices que cuentan con plantas de producción de camiones en el país o en la región Mercosur.

Otra industria que debe arraigar localmente es la de carrocerías, fundamental para equipar y configurar a los chasis.

En este caso el diseño y desarrollo local es clave, ya que entiende y está atento a las necesidades de los usuarios, casi de forma instantánea, muchas veces con respuestas únicas o específicas, que requieren gran flexibilidad industrial para la obtención de productos especiales.

Conductores profesionales

Fundamental también la formación de talento humano para, no solo conducirlos, sino que también deben operar como agentes de venta y cobranza, dada la particular operación de este tipo de vehículos en la distribución y comercialización de agua y sus derivados, por citar un ejemplo.

Debido a la muy particular forma de reposición de este líquido vital (casa por casa) el camión liviano debe ser estacionado en lugares no muy adecuados la mayoría de las veces, entorpeciendo el tránsito por unos minutos. Es fundamental entonces el tipo de cabina accesible, incluso para dos eventuales acompañantes, que agilicen la tarea.

Se trata pues de una oficina comercial en movimiento, en la que se trabaja a buen ritmo en una extensa jornada.

También eléctricos

Las automotrices que cuentan con productos adecuados para este tipo de prestaciones amplían su oferta de opciones, por lo que la emisión cero está cada vez más cerca. Foto: FREDDYCAM

Hace poco se anunció que una empresa de cervezas en Argentina incorporó su primera unidad eléctrica para distribución. Será un camión liviano producido en la región, el cual ya ha dado particulares muestras de aptitud, sea en la relación peso-potencia-autonomía, como en su porte.

El costo de adquisición de estas unidades está muy por encima de sus gemelos diésel, pero las empresas que los operan comienzan a incorporarlos para ganar visibilidad corporativa-institucional, a la par que continúan con las fases de pruebas y ensayos, para el momento en que las legislaciones sobre emisión cero, vayan estableciéndose con mayor rigurosidad.

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