En la carrera por quedarse con este mineral vital para el futuro, Estados Unidos busca flexibilizar sus normas para acceder a una porción mayor del argentino. China es el principal comprador del litio argentino. En 2022 se quedó con el 42% de la producción local.
A fines del año pasado el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) que contempla, entre otras cosas, un fuerte impulso a la electromovilidad a través de subsidios a fabricantes y compradores de vehículos eléctricos y baterías de litio.
La norma dispuso que se pague una serie de subsidios que van desde los 3.750 dólares hasta los 7.500 dólares a quienes compren baterías y vehículos eléctricos a partir de este año. El objetivo de la Ley de Reducción de la Inflación era asegurar una participación incremental de la industria estadounidense y, también, estableció que las materias primas, definidas como “minerales críticos”, debían provenir de países que tuvieran Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Algo que, a diferencia de Chile, la Argentina no tiene con los Estados Unidos. Esta situación dejaría a la producción argentina de litio fuera del mercado estadounidense lo que provocó un aactiva gestión de la embajada en Washington, encabezada por Jorge Argüello, para lograr una flexibilización a esta norma y abrir el mercado estadounidense al litio argentino.
Argentina fue el principal proveedor de litio de los Estados Unidos entre 2018 y 2021. El año pasado China se quedó con el 42% de la producción local.
En 2022, el principal comprador del litio argentino fue China, que ya se encuentra en una carrera con Estados Unidos por quedarse con este mineral vital. Carrera que promete profundizarse en los próximos años y que abre así una ventana de oportunidad para la Argentina, cuarto productor mundial de litio.
El año pasado China compró el 42% del litio argentino. La siguieron Japón (33%), Corea del Sur (13%) y Estados Unidos (9%).
Argentina fue el principal proveedor de litio de Estados Unidos entre 2018 y 2021 y existe potencial para que esa relación se profundice. La estadounidense Livent gestiona uno de los dos proyectos que ya están en fase de producción y exportación, la Mina Fénix, en Catamarca, desde donde abastece a Tesla y General Motors.
El otro proyecto, el Salar de Olaroz, en Jujuy, tiene capitales japoneses y australianos, con acuerdos estratégicos con los Estados Unidos y exportaciones a ese país. Otra estadounidense, Albemarle, anunció hace poco una fuerte inversión en Catamarca.
Este fue uno de los temas que estuvo en la agenda del encuentro bilateral que mantuvieron el 31 de marzo pasado los presidentes Alberto Fernández y Joe Biden. Dos días después, la Secretaría del Tesoro y el IRS (la agencia recaudadora), reglamentaron las condiciones para que los vehículos eléctricos y las baterías que compren los estadounidenses accedan al subsidio.
Allí se propusieron un “conjunto de principios para identificar el conjunto de países con los que Estados Unidos tiene un tratado de libre comercio vigente, ya que este término no está definido en la ley”. Fue una manera para sumar al esquema a países sin TLC. “Este término podría incluir acuerdos de minerales críticos recién negociados”, agregó la Casa Blanca.
Así, se abrió la puerta a que la firma de acuerdos bilaterales sobre minerales críticos.
Estados Unidos ya avanzó en ese sentido con otros proveedores de litio, como Japón y Australia. Ellos, más Canadá y otros países, conforman el Acuerdos de Seguridad sobre Minerales. Argentina busca avanzar en un esquema similar.
Optimismo por las conversaciones por el litio
Según consignó Bloomberg este lunes, dos ejecutivos de empresas de litio en Argentina destacaron el impacto que un acuerdo de este tipo podría tener en el país. Martín Pérez de Solay, es managing director y CEO de Allkem Limited, una de las dos empresas que ya producen litio en Argentina. Según Pérez de Solay, un acuerdo con Estados Unidos por el IRA sería “muy positivo para la industria y creo que el país está siguiendo los pasos correctos para ser parte de los beneficios que este nuevo acuerdo va a traer para toda la industria y el país en particular”.
En el mismo sentido se pronunció Ignacio Celorrio, presidente para América Latina de Lithium Americas Corp, quien dijo que “sería muy positivo que la producción de Argentina califique para el nivel de beneficios que dan en Estados Unidos”.
Además, Celorrio destacó que “ha habido conversaciones a primer nivel para lograrlo y si fuese otorgado sería muy bueno para Argentina”.
A pesar de ello Pérez de Solay consideró que, en caso de no alcanzarse un acuerdo, el país tiene muchas opciones disponibles. “La demanda de litio es muy alta y el hecho de que el acuerdo aplique sólo sobre ciertas categorías de vehículos va a seguir permitiendo que Argentina siga exportando litio al mercado norteamericano”, explicó. No obstante, dijo que “la potencia que tiene el acuerdo mejora muchísimo la competitividad del sector”.