Se completó la conexión del ducto que sale de Vaca Muerta con el Neuba II, en la localidad bonaerense de Saliquelló, y en la tarde de este jueves empezó la distribución hacia el AMBA.

El Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) comenzó a inyectar en la tarde de este jueves los primeros metros cúbicos de gas natural proveniente de Vaca Muerta a la red troncal de transporte que abastece al Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).

El proceso de construcción de la etapa 1 del GPNK busca asegurar el abastecimiento del mercado interno y la sustitución de importaciones.

Desde la compañía estatal Energía Argentina S.A. (Enarsa) confirmaron hoy que el punto de medición 1003 de vinculación entre el GPNK y el gasoducto troncal Neuba II, a la altura de la planta Saturno en el partido bonaerense de Salliqueló, registró el primer ingreso de gas a las 14, y señalaron que se irá incrementando progresivamente.

En esta primera etapa el gas que se transporte desde Vaca Muerta se destinará a las usinas que generan energía eléctrica.

De esta manera, en los próximos días a través del nuevo ducto se estará incorporando al sistema los 11 millones de metros cúbicos (MMm3) diarios de gas, el tope de su capacidad en esta primera etapa de operación.

Gasoducto Néstor Kirchner, Enarsa, Hidrocarburos
Desde este jueves, el GPNK inyecta gas en el Neuba II, que distribuye el recurso en Buenos Aires.

A partir de septiembre próximo se espera la puesta en marcha de las dos plantas compresoras en cada extremo del GPNK, que permitirán elevar ese volumen hasta los 21 millones de metros cúbicos diarios.

De esta manera, la Argentina evitará a partir del año próximo tener que importar Gas Natural Licuado (GNL) a través de la terminal flotante del puerto de Bahía Blanca, lo que significará una sustitución de importaciones que se abastecerá con el incremental productivo de la formación no convencional de Vaca Muerta.

Contar con una traza central estratégica permitirá así reforzar el suministro al Gran Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires y las provincias del Litoral con gas natural producido localmente mediante distintas obras, incluido el Tramo II del GPNK cuyo llamado a licitación se espera en breve.

GNL
La construcción de una planta de licuefacción en la Argentina permitiría exportar el excedente de la producción de gas de Vaca Muerta.

A la vez, se podrá reducir el costo de abastecimiento de la demanda nacional con un efecto de sustitución de importaciones que repercute tanto en la balanza comercial energética como en los subsidios que se destinan a los sectores medios y los más postergados de la población.

Tan sólo en concepto de disminución de importaciones se prevé un ahorro para este año de unos 1.700 millones dólares, que se incrementará hasta unos 4.000 millones de dólares el próximo 2024, de acuerdo a estimaciones que pueden variar según la cotización internacional del gas natural licuado.

El destino del gas del Gasoducto Néstor Kirchner

En esta primera etapa el gas que se transporte desde Vaca Muerta se destinará a las usinas que generan energía eléctrica, permitiendo así reducir la importación de gasoil y fuel oil que estaban utilizando y que tiene un alto costo, similar al del gas natural licuado (GNL).

El destino de estos 11 millones de metros cúbicos diarios se fijó en el contrato que selló la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) con Enarsa, al tomar la totalidad del transporte del Gasoducto Néstor Kirchner para inyectar en ese ducto el gas que tiene por contrato con las productoras por medio del Plan Gas.Ar.

Pero esto no implica que el nuevo gasoducto no redundará en más gas para industrias y hogares, ya que la producción que ya se transportaba por Neuba II podrá ahora redireccionarse, siempre que haya capacidad.

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