Un informe a mayo 2024 actualiza la información luego de los últimos ajustes, y muestra que persisten las fuertes diferencias y que se replican en usuarios de ingresos altos, medios y bajos.

En la previa de un «Período de Transición» para reducir los subsidios, que en junio se traducirá en un aumento en las facturas de electricidad, la disparidad en las tarifas de luz que pagan los usuarios según el lugar en el que viven sigue siendo muy marcada.

Es lo que surge de un reciente informe que actualiza los datos a mayo de 2024, luego del ajuste aplicado este año y el posterior congelamiento de tarifas, que da paso ahora a seis meses en los que el Gobierno irá reduciendo progresivamente la ayuda estatal también en los consumos de gas.

Según el estudio realizado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el CONICET, el costo promedio de la electricidad en un hogar de altos ingresos (N1). por un consumo de 300 kilovatios hora al mes (kWh/mes), fue de 42.877 pesos en mayo.

Pero mientras que en este segmento en La Rioja, Tierra del Fuego y el AMBA los usuarios pagaron entre 25.000 y 28.000 pesos, en provincias como Mendoza, Río Negro y Neuquén ese abono superó los 60.000 pesos.

Según el último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet, el promedio por un consumo de 300 kilovatio hora al mes (kWh/mes) fue de 42.877 pesos en mayo en un hogar de altos ingresos (N1).

En el medio quedaron, cerca del promedio, Tucumán, La Pampa y Jujuy.

Pero esta dispersión de precios también se da en los sectores bajos (N2), donde las tarifas más baratas se abonaron en La Rioja y el AMBA, con entre 2.000 y 6.000 pesos por el mismo consumo, mientras que las más caras, en hogares ubicados en Santa Fe, Río Negro y Mendoza, superaron los 30.000 pesos.

El precio promedio del país en los hogares bajos fue de 17.453 pesos, y cerca de ese importe se ubicaron Entre Ríos, Salta y La Pampa.

En el sector medio (N3) se dio idéntico panorama: mientras La Rioja, el AMBA y Formosa pagaron en mayo entre 3.000 y 8.000 pesos, en Santa Fe, Río Negro y Mendoza osciló entre 28.000 y 35.000 pesos.

El promedio del país se ubicó en 18.858 pesos, y en ese nivel, las provincias que más se acercaron fueron San Luis, Misiones y Entre Ríos.

La dispersión en las tarifas de luz, por múltiples causas

Según el informe, la dispersión de tarifas en todo el país puede analizarse considerando la composición de la factura, es decir, el peso relativo del costo de la energía, el cargo por el servicio de distribución y los impuestos, tasas y otros ítems.

La factura promedio de un usuario N1 (altos ingresos, sin subsidios) se desglosa en un 31% por el costo de la energía consumida, un 43% por el cargo de distribución y un 26% en impuestos.

En el caso de un usuario N2 (ingresos bajos), el 5% de la factura se destina al costo de la energía, mientras que el 66% corresponde al cargo por distribución y el 29% restante a impuestos.

Por otro lado, un usuario N3 (ingresos medios) paga en promedio un 6% de la factura por el costo de la energía, el 65% por el cargo de distribución y el 29% en impuestos.

La situación es similar en cuanto a las facturas máximas y mínimas para los usuarios N1 y N2.

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Según el informe de IIEP, la dispersión de tarifas en todo el país puede analizarse considerando la composición de la factura

El informe explica que «en los tres segmentos se observa que la factura correspondiente a la jurisdicción con las tarifas más altas presenta una mayor incidencia de los cargos de distribución respecto a los componentes de energía e impuestos«.

Por el contrario, en las jurisdicciones con tarifas más bajas, «es el costo energético el que ocupa una proporción mayor de la factura final en comparación con los otros dos componentes«.

Factores “multicausa” en la identificación de costos

“Al momento de realizar un análisis tarifario comparativo es necesario puntualizar que en el sector de distribución conviven empresas públicas (provinciales), empresas privadas y cooperativas, alcanzadas por marcos regulatorios nacionales, como en el caso de EDENOR y EDESUR, provinciales y municipales en el caso de cooperativas”, destaca el informe.

La dispersión de tarifas tiene múltiples causas, según el informe: “Se trata de un proceso complejo de identificación de costos que reflejan las características propias de la red y de la región en donde se presta el servicio”.

No solo a diferentes estructuras tarifarias y a características estructurales del servicio público de distribución, sino también a factores externos como la diversidad de cargas impositivas y anomalías como la “captura regulatoria”, que altera artificialmente los niveles tarifarios en algunas jurisdicciones.

“Por lo tanto, si bien una comparación de tarifas puede mostrar una foto del estado de situación en un momento determinado en el tiempo, para no llegar a conclusiones erróneas, la comparación debe ser analizada a la luz de los factores que inciden en la determinación de tarifas en cada una de las jurisdicciones”, concluye el informe.

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