La operación incluye la incorporación de 174 coches con mayor capacidad, que marcarán el fin de los viejos Mitsubishi de los 90. La compañía se adjudicó un contrato que supera los 300 millones de dólares. Cuándo empezarán a circular las nuevas formaciones.
Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) adjudicó la compra de nuevos trenes para la línea B a la empresa china CRRC Changchun, una de las mayores fabricantes de material rodante del mundo. La decisión pone fin a un proceso licitatorio iniciado en agosto de 2023, que tuvo múltiples postergaciones y definiciones clave en los últimos meses.
En total, se adquirirán 29 formaciones con las que se renovará por completo la flota actual de la línea, integrada por coches Mitsubishi y CAF 6000. Según detalló SBASE, el objetivo es unificar el material rodante y “lograr que la línea B sea monoflota, lo que resulta por diversos motivos conveniente para la gestión del servicio de subterráneo”.
El valor unitario estimado por coche ronda el 1,7 millón de dólares, número que SBASE consideró “competitivo”. Está previsto que las primeras unidades entren en servicio en 2027.
En la primera etapa del proceso licitatorio, realizada en enero de este año, se presentaron tres compañías de capital estatal: la india BEML y las chinas CITIC y CRRC. Más adelante, en mayo, SBASE decidió desestimar la oferta técnica de BEML y continuar únicamente con las propuestas de origen chino para la evaluación económica.
La oferta de CRRC resultó no solo la más baja entre las finalistas, sino que además quedó por debajo del presupuesto oficial establecido para la licitación. Esto fue decisivo en la adjudicación final.
Detalles del contrato por los trenes del subte B
El acuerdo entre las partes ya está firmado y contempla una operación por 263,2 millones de dólares en condición CIF, más impuestos y gastos asociados a la nacionalización, lo que eleva el monto total a unos 301,6 millones de dólares.
El valor unitario estimado por coche ronda el 1,7 millón de dólares, un número que SBASE consideró “competitivo” en comparación con precios de mercado internacionales. Está previsto que las primeras unidades entren en servicio en 2027, según el comunicado oficial.
Uno de los aspectos clave del contrato es el financiamiento: CRRC deberá aportar como mínimo el 80% del monto total a través de una línea de crédito, condición incorporada después de iniciado el proceso. Esto limitó la participación de fabricantes occidentales, que se retiraron al no poder ofrecer financiamiento en condiciones similares.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá obtener la aprobación legislativa para validar esa fuente de financiamiento, ya que la operación aún no cuenta con partidas presupuestarias asignadas.
Antecedentes de CRRC en el subte porteño
Aunque CRRC no había competido previamente bajo su nombre actual en licitaciones del Subte, su vínculo con la red no es nuevo.
Su antecesora, CNR Changchun, proveyó en el pasado los trenes “Serie 200” que actualmente circulan en las líneas A y C, en una operación realizada a través de la intermediación de CITIC.
También había intentado asociarse con CSR para una licitación de trenes para la línea H en 2004 que no prosperó.
A nivel ferroviario nacional, empresas del conglomerado CRRC fabricaron trenes eléctricos para las líneas Mitre, Sarmiento y Roca, así como material rodante para los servicios de larga distancia.
Adiós a los Mitsubishi
Las nuevas formaciones estarán compuestas por seis coches cada una, lo que totaliza 174 unidades. Estos trenes permitirán reemplazar a los Mitsubishi, que datan de más de seis décadas y fueron comprados al Metro de Tokio en los años noventa, así como a los CAF 6000, adquiridos al Metro de Madrid a mediados de la década pasada.
Las nuevas unidades tendrán una configuración con circulación libre de punta a punta, sin puertas intermedias, y un ancho de 3,10 metros, lo que maximiza el uso del gálibo ferroviario propio de la línea B.
A diferencia de los coches actuales, cuyas dimensiones son menores (2,8 m en el caso de los Mitsubishi y 2,77 m en el de los CAF 6000), los nuevos trenes aprovecharán por completo el perfil disponible, lo que se traducirá en una mayor capacidad de carga y más espacio para los pasajeros.
Esto resulta relevante considerando que la línea B es, desde hace años, la más utilizada de toda la red de subterráneos porteña. Además, los coches operarán con una tensión de 1500 V, en lugar de los 600 V actuales, lo que exigirá trabajos eléctricos complementarios.