De este modo, la nafta súper de YPF llegó a los $1.150 en la CABA, mientras que el gasoil alcanzó los $1.170. La suba responde al alza en el precio del barril Brent, que es referencia internacional, y la devaluación mensual.
La semana pasada el gobierno postergó el ajuste en los Impuestos a los Combustibles para mantener el aumento en surtidores por debajo del 3% y, finalmente, logró el objetivo. Desde este sábado YPF incrementó las tarifas de naftas y gasoil alrededor del 2% promedio en todo el país.
Las empresas del sector atribuyen este ajuste a un rezago acumulado del 5%, consecuencia del reciente aumento en el precio internacional del barril de petróleo, que pasó de u$s73 a u$s77. Asimismo, se tomó en cuenta el comportamiento del dólar, ya que hasta enero su cotización se incrementó un 2% mensual, mientras que a partir de febrero se ajustará al 1%.
Energía avanza en el diseño de un plan de modernización en el sistema de control de trazabilidad de combustibles.
En la Ciudad de Buenos Aires, los precios actualizados por YPF quedaron establecidos de la siguiente manera: Nafta Súper a $1.151, Nafta Premium a $1.422, Gasoil a $1.170 y Gasoil Premium a $1.420. La mayor variación se registra en el gasoil, cuya suba del 2,36% refleja la dinámica del mercado global.
De este modo, el gobierno logró mantener el ajuste en surtidores en línea con la inflación general. Para eso, fue clave la suspensión de los aumentos a los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
A través del Decreto 51/2025, publicado en el Boletín Oficial, la medida pasó al 1° de marzo la actualización de los gravámenes que debían entrar en vigor en febrero.
Trazabilidad de combustibles
La Secretaría de Energía avanza en el diseño de un plan de modernización en el sistema de control de trazabilidad de combustibles, en línea con las políticas desreguladoras del Gobierno. El objetivo principal es actualizar los procedimientos, reducir los costos operativos de las estaciones de servicio y, en consecuencia, ofrecer mejores precios y mayor disponibilidad a los usuarios, sin poner en riesgo la calidad del insumo.
Esta medida se enmarca en una estrategia más amplia que busca aumentar la eficiencia y competitividad en el sector. El sistema actual, basado en el uso de trazadores para determinar la procedencia geográfica de los combustibles y asegurar el cumplimiento fiscal, ha sido duramente criticado de acuerdo al medio especializado Surtidores.
Diversos representantes del sector estacionero y cámaras empresariales han señalado que el método empleado es anticuado y genera un costo operativo que impacta negativamente en toda la cadena de valor. Según estos actores, el uso de reagentes químicos en análisis complicados resulta innecesariamente oneroso en comparación con las alternativas tecnológicas emergentes.
Dentro de este contexto, la Secretaría de Energía está evaluando la posibilidad de sustituir los trazadores tradicionales por métodos más modernos, como el seguimiento satelital de los camiones cisterna. Esta alternativa promete no solo una reducción significativa en los costos operativos, sino también una supervisión más ágil y precisa.
La tecnología satelital permitiría un control en tiempo real, facilitando la detección de combustibles exentos y optimizando la fiscalización en el sector.
José Delmonte, responsable de control de calidad de combustibles de la Secretaría, destacó que la nueva propuesta se alinea con los objetivos de promover la competencia y adoptar tecnologías más eficientes.
Delmonte explicó que la Resolución 3388 de la Administración Federal de Ingresos Públicos establece requisitos que permiten la incorporación de nuevas empresas sin barreras restrictivas. Esto abre la puerta a que la competencia entre proveedores determine la tecnología más adecuada y económica, beneficiando tanto a los operadores como a los consumidores.
Desde el sector empresarial, la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos y otras federaciones han manifestado su preocupación por el sistema actual. Estos actores solicitaron una reunión con el ministro Federico Sturzenegger para exponer que el uso de trazadores conlleva un sobrecosto que afecta a toda la cadena del mercado, desde las Estaciones de Servicio hasta el consumidor final.